El pasado 11 de noviembre, Irene Montero (36 años) cumplió un sueño: debutar como escritora. La eurodiputada lanzó al mercado su primer libro, Algo habremos hecho. Una obra en la que realiza un somero repaso por los intensos desafíos a los que ha tenido que hacer frente en la última década; desde el nacimiento de Podemos, a su entrada en el Ministerio de Igualdad y su faceta como madre. 

Montero habla como nunca de su vertiente más personal y familiar en esta obra. A su lado, en la vida y en la presentación oficial del libro, ha estado y está su pareja, Pablo Iglesias (46), y, por supuesto, sus vástagos, los mellizos Manuel y Leo (6) y la pequeña Aitana (5). Irene, por encima de su proyección pública y de su desarrollo profesional, es madre. 

Y así lo hace constar en sus redes sociales siempre que tiene ocasión. Arañando tiempo libre, como puede, para pasarlo con los pequeños de la casa, Irene procura ser una madre presente; volcada en la educación de los menores. Sabido es que uno de los pasatiempos más preciados para ella es compartir tiempo -de calidad- con Leo, Manuel y Aitana. En concreto, si algo le apasiona a Irene es leer cuentos con ellos. 

Dicho de otro modo, estimula así la imaginación y el aprendizaje de sus hijos, cultivándolos y educándolos con material adecuado. En su férrea determinación, Irene y Pablo luchan por que los menores no crezcan rodeados de excesivos aparatos tecnológicos. Desea el matrimonio que la creatividad sea la guía de sus vástagos. 

Habituales son las instantáneas que Irene comparte en su red social Instagram, en forma de stories, en las que se la ve jugando con sus hijos y leyendo interesantes cuentos. Si bien el pasado mes de agosto, por ejemplo, Montero presumía de cómo los pequeños de la casa se entretenían con algo tan simple como unas pinzas de la ropa, en las últimas horas los ha puesto a dormir leyéndoles una bella historia. 

En la fotografía se ven las manos de los menores -ya ataviados con sus animados pijamas-, apoyadas en una página del cuento. En esta ocasión, Montero se ha decantado como lectura final del día por una obra del animador e ilustrador Benji Davies. El cuento recibe el nombre de La ballena y un valor es el protagonista de sus páginas: la amistad. 

Tal y como se puede leer desde la editorial Andana, "esta es la historia de un niño solitario, una ballena varada en la playa y una amistad que cambiará sus vidas para siempre". Ahondando un poco más en la historia que encierra la obra, se explica que "Noé y su padre viven en una casa a la orilla del mar. El padre es pescador y por eso Noé, durante el día, solo tiene la compañía de seis gatos".

Y se añade: "Una mañana, después de una tormenta, Noé encuentra una pequeña ballena varada en la playa y decide llevársela a casa para cuidarla. Noé quiere mantener a su nueva mascota en secreto, pero no sabe cuánto tiempo podrá esconderla de su padre". 

Se especifica desde la web que La ballena "se ha convertido en uno de los libros más presentes en todos los hogares y más contado por padres y madres a sus hijos e hijas". Como se ponía de relieve unas líneas más arriba, no es la primera vez que Irene les lee estimulantes obras a sus vástagos. Por ejemplo, en la línea de la amistad, el pasado mes de agosto Montero les instruyó con Rosa caramelo. 

Se trataba de una fábula sobre la amistad que anima a reflexionar sobre la identidad, el conocimiento y la aceptación. También el pasado mes de diciembre Leo, Manuel y Aitana recibieron una lección, en aquel caso feminista. El Día de Navidad, Irene les leyó un cuento que guarda un gran lema de motivación.

La política se decantó por una obra centrada en la vida de Alfonsina Estrada, la primera mujer ciclista. Conviene recordar que Estrada fue conocida en su tiempo como "el diablo con falda", y se convirtió en pionera del ciclismo femenino al atreverse a cuestionar, hace más de un siglo, la segregación existente en este deporte a nivel profesional. Su grito de guerra fue "nadie puede detener mi bicicleta".

El día más difícil de Irene

Regresando al presente, en su libro, Algo habremos hecho, Irene habla de sus vástagos. En primer lugar, sostiene la eurodiputada que el 2 de julio de 2018, día en que nacieron Leo y Manuel, fue el más difícil de su vida. 

"Estaba muy cansada y con dolores desde primera hora. En una cena empecé a asustarme porque los dolores comenzaban a ser rítmicos. Ione Belarra se acercó y me dijo que no tenía buena cara, que debía ir al hospital. Tras una noche muy difícil, el día 3 de julio nacieron Leo y Manuel en un parto prematuro de 25 semanas", recuerda. 

13 meses después, llegó a la vida de la dupla, para embellecerla aún más, la benjamina, Aitana. "Ha llegado antes de tiempo como es costumbre en la familia. Por suerte y gracias a la vigilancia sanitaria, ha sido mucho menos impuntual que sus hermanos. Está perfectamente y pronto vendrá a casa", comunicaron ambos en Facebook.