Si hay un adjetivo que define a Octavi Pujades (50) es solidario. Además de donde se recaudaron fondos para los niños desnutridos de Guinea-Bisáu y para los afectados de la DANA, junto a su prometida, Anna Senan (30), ambos se han apuntado a la campaña de Instagram #Apadrina, un comercio para que los más de 8.000 negocios afectados puedan abrir algún día.
"Habrá ayudas de particulares y empresas, pero ya sabes cómo somos, al principio nos ponemos las manos a la cabeza y muchos después se olvidan de lo ocurrido. Y el drama persiste", comienza afirmando el actor a EL ESPAÑOL con motivo de la gala solidaria.
"Adopta un comercio es un perfil de Instagram. Habrá ayudas, empresas que lo hacen, pero somos como somos, cuando pones cara te toca un poco más, y si podemos que gente con cierta relevancia muestre uno a uno los comercios que se han afectado. Esa es la iniciativa. Es importante que no decaiga, al principio ponemos las manos sobre la cabeza y luego nos olvidamos. El drama persiste", sostiene en exclusiva a este periódico.
La próxima semana viajará a Valencia con su pareja para echar una mano en todo lo que se pueda. En su caso, ambos sienten pasión por los animales. "Vamos a bajar objetos de veterinaria y estamos ya colaborando con Mestre Palau, una veterinaria de Paiporta que estaba prácticamente en la salida del Barranco del Poyo y que ha quedado arrasada. Gracias a la campaña 'Adopta un comercio' vamos a visibilizar la situación y ver de qué formas se puedan reconstruir los negocios y sus modos de vida".
Anna ya ha trabajado sobre el terreno. Muestra en exclusiva a EL ESPAÑOL imágenes de los destrozos y, sobre todo, de algunos animalitos. Uno de ellos, una gatita, que finalmente no pudo sobrevivir. Tampoco una perra. "Se te encoge el corazón cuando lo ves, la sensación de impotencia te invade de arriba a abajo. Pobres animalitos, no tienen la culpa de nada", asegura la fotógrafa, actriz y bailarina.
Octavi está de actualidad porque es uno de los concursantes de la nueva edición de Pekín Express. Lo más bonito de este concurso de aventuras es que su pareja es su hija Alicia, de 20 años. Han estado casi un mes viajando y el actor asegura que la experiencia ha sido tan dura como enriquecedora. De cara al año que viene tiene una bonita sorpresa, ya que es uno de los socios del Museo Alien, el primero de ciencia ficción inmersivo en nuestro país y, quizás, haya boda. "Me aporta mucha estabilidad, alegría y tenemos una gran compenetración. Volver a encontrar el amor es maravilloso. Por eso, tras ocho años de relación decidí darle el anillo".
¿Para cuándo la boda?
De momento estamos cerrando cosas todavía, pero será de cara a la primavera del año que viene. No podemos decir el sitio, al menos, por ahora.
¿Será multitudinaria?
Sí, con nuestra gente. Será por lo civil ya que no tengo la nulidad de mi primer matrimonio.
¿Cómo le dio a su hija por concursar en Pekín Express?
Nos lo propusieron. Supongo que era un perfil que les llamaba la atención. Hubo una propuesta de casting y nos cogieron. A Alicia le apetecía hacerlo y se lo tuvo que combinar en el trabajo y los estudios para adelantar lo máximo antes de irnos.
¿Qué ha descubierto de ella que desconocía?
Pues que es mucho más voluntariosa de lo que creía y de lo que ella misma pensaba. En cuanto hay dificultades y adversidades tira para adelante como una campeona. Entre los dos ha habido mucha sintonía porque somos muy parecidos de carácter.
Podría decirse que ya tiene hasta libertad para volver a casa a las cuatro de la mañana.
Bueno ya es mayor de edad, tiene 20 años y su padre está aquí para apoyarla, darle consejos cuando se requieran y recogerla cuando se equivoque.
¿Cómo ha sido la experiencia en el concurso?
Maravilla, pero muy dura porque pasas calor, hambre, no comes bien y luego está el estrés constante de estar compitiendo. Si vas 30 segundos al baño igual una pareja se te adelante y así estás colgando con la espada de Damocles todo el día. Además, en esta ocasión el formato se ha reducido a una hora, por lo que hay más dinamismo al centrarse en la carrera. No se aprecia hasta qué punto las pasamos canutas. Con los compis todo ha ido muy bien, ha habido una unión muy bonita y se han creado muchos lazos.
¿Qué aspecto ha sido lo más negativo o lo que les ha hecho más daño?
En cuanto a lo negativo, nos lastró más que me hiciera daño en el tendón de Aquiles el segundo día. Si uno se fija un poco en las imágenes no puedo correr todo lo que podría, aún cojeo y sigo en el fisio. Sin embargo, el estado físico no es lo principal, es la resistencia mental. Emocionalmente pasas por muchos estados y has de tener mucho temple.
¿De cara a 2025 qué proyectos tienes?
Seguimos de gira con las dos comedias de teatro por toda Cataluña y luego estoy en plena preparación del Museo Alien, el primero de ciencia ficción inmersivo de España. Soy uno de los cuatro socios. El museo lo construyó Luis Escribano (Nostromo), es pequeñito, tiene 50 metros y es alucinante porque tiene reproducciones exactas del interior de las naves y los decorados de Alien, piezas originales, réplicas a tamaño natural, es como estar en el interior de la nave, pero mejor. Además, hay visitas guiadas en las que él vierte todo su saber enciclopédico sobre la sala. Y como siempre quiso ampliarlo, encontró un sitio más grande y en estos momentos estamos con el crowdfunding.
Hay que avisar a Sigourney Weaver para la inauguración.
Luis estuvo con ella el año pasado en los Goya. Sería un puntazo que viniera para la inauguración. De hecho, por el museo ya han pasado Jeanette Goldstein, Fede Álvarez, Holt McCallaney. Todos se han quedado flipados por el nivel de detalle y perfección.