Rosario Bermudo (73 años), hija reconocida de Leoncio González de Gregorio y Martí, sigue esperando, pacientemente, a que dos de sus cuatro hermanos, Pilar y Leoncio González de Gregorio, le abonen cerca de 900.000 euros, montante que le corresponde por su parte correspondiente de la herencia -millonaria- de su progenitor.
Cierto es que alrededor de 300.000 euros ya le han sido entregados por parte de Gabriel y Javier, dos de sus hermanos, cuando el pasado mes de octubre la titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Soria condenó a los González de Gregorio a pagar a Rosario 1,2 millones de euros.
Conviene puntualizar que aquella sentencia que dictó la jueza no era firme y cabía recurso. De ahí que se haya demorado tanto el proceso en las últimas semanas. Hace unos días, a comienzos del mes de noviembre, en medio de la estoica espera de Bermudo, EL ESPAÑOL informó de que sus hermanos habían llevado a cabo una suerte de maniobra legal.
Con el único objetivo de dilatar la ejecución definitiva de la sentencia -según Fernando Osuna, letrado de Rosario-, se solicitó lo que se conoce como aclaración de sentencia. Así pues, lo que en un principio era victoria y felicidad para Rosario trocó, de nuevo, en escollos judiciales. En trabas, fatigosas, tras 11 largos años.
En definitiva, en claros obstáculos para que Bermudo no reciba lo que le corresponde. Al menos, así lo interpretó, días atrás, Osuna, en su conversación con este periódico. En sus palabras, aquella maniobra se llevó a cabo para "ganar tiempo".
Una aclaración de sentencia se trata de un concepto que sólo se permite para subsanar defectos de la misma, de naturaleza puramente formal o aritméticos. "Aclarar algún concepto obscuro o de suplir cualquier omisión que la sentencia contenga", reza la página especializada Legal Pigeon. Eso sí, no constituye un verdadero recurso.
Osuna deslizó el pasado día 7 de noviembre, en la última noticia que este medio dio sobre Bermudo, que las siguientes horas serían decisivas y que en breve algo se conocería. No obstante, más de 20 días después nada ha cambiado: todo sigue igual. En las últimas horas, se asegura a EL ESPAÑOL, ha expirado el plazo para que los otros vástagos de Leoncio González de Gregorio y Martí presenten su recurso.
Así las cosas, todo hace indicar que Pilar y Leoncio, los dos hermanos que aún no le han abonado su parte de herencia a Rosario, no han tomado medida alguna contra la sentencia inicial. Explica Fernando Osuna en nueva conversación con este diario que su cliente no está preocupada, él tampoco.
El abogado expone, en primer lugar, que si recurren "pediremos la ejecución provisional de la sentencia". "Y si no recurren, la ejecución definitiva", se agrega al cabo. De todas formas, matiza Osuna, tanto en un escenario como en otro "la jueza va a ordenar que Rosario reciba lo que se le debe".
"Si no se le da, se embargarán todas las cuentas en las que haya metálico", apunta el letrado de Bermudo. También deberán sufragar los hermanos de Rosario, en caso de recurrir, "las costas, que en este caso podrían ascender a 70.000 euros". Sea como fuere, Bermudo está "tranquila", aunque no se esconde que un tanto cansada por la tardanza de la justicia.
Tampoco en su domicilio se respira un ambiente propenso a la celebración, pues no hay que olvidar que el marido de Bermudo está enfermo y ella se encarga de su cuidado. En esta historia hay una persona sobre la que gira todo este entramado hereditario: Pilar González de Gregorio y Álvarez de Toledo, la heredera universal de Leoncio.
Pilar tiene que pagar 800.000 euros a Rosario Bermudo al haber recibido una "herencia mejorada", según la definió el letrado Osuna. Este abogado indicó, semanas atrás, que el dinero deberá ser ingresado "en metálico": no se podrá pagar una parte o el total de la herencia con posesiones materiales distintas del dinero.
El objetivo de Pilar es, precisamente, ése: saldar el pago a su hermana con bienes inmuebles. "Yo le puedo pagar en tierras, pero ella no lo acepta", aseguró en el espacio TardeAR. En dicho formato, añadió: "Estoy muy dolida porque ha dicho -Rosario- que es mentira que yo me ofreciera a realizar las pruebas de ADN, cuando la realidad es que estaba dispuesta a hacérmelas".
Este último extremo del ADN Bermudo lo niega. En otro orden de cosas, con su millonaria herencia, Bermudo pretende ayudar a sus tres hijos con las "hipotecas". La hijastra de la 'duquesa roja', además, "se va a cambiar de casa", pues en la que vive en la actualidad "es muy pequeña". Rosario reside en Torrejón de Ardoz, en Madrid. De momento, esta mudanza está paralizada.