Un mes después de que la propietaria de la casa en la que reside Antonio Canales (62 años) a las afueras de Madrid denunciase que el bailaor es un 'inquiokupa' y le debería más de 5.000 euros correspondientes a impagos en el alquiler y en los suministros de la vivienda, el artista ha compartido un sorprendente mensaje en redes sociales confesando que tiene "pánico" y "teme por su vida y por su integridad" por las presiones que está recibiendo para que abandone la que ha sido su residencia los últimos 11 años.
Mientras la casera sostiene que Canales todavía no le ha pagado nada y se ofrece a perdonarle la deuda con tal de que se vaya de su propiedad, el bailarín reaviva su guerra y, asegurando que no le debe "ni un duro" a esta mujer, la acusa de "extorsionarle" para echarle del lugar.
En un vídeo restringido que ha publicado en Instagram, Antonio confiesa que tiene "miedo" porque la propietaria de su casa le está haciendo "la vida imposible". "Hoy he sentido verdaderamente pánico. Todos los coches tintados detrás de mí, tiparracos así... Son lobos, son matones, son gente terrible... Me siento extorsionado. Temo por mi vida. Tengo pánico, temo por mi integridad. Antes de que me pase algo, que quede dicho, que se sepa", ha revelado a sus seguidores, reconociendo que tiene pavor a salir de su casa por las presiones que está recibiendo por parte de la empresa de 'desokupación' contratada por su casera para que pague lo que debe y se vaya.
Horas antes de publicar este vídeo en el que asegura que está al límite, el bailaor asistía en Jerez de la Frontera a la entrega de los Premios Flamenco en la Piel y nos dejaba alguna pista sobre lo que poco después denunciaría en redes sociales: "Todavía no me he pronunciado porque no quiero entrar en ninguna feria así de gratuita, ni tengo edad ni creo que procede. Pero ahora ya hace un mes y voy a dar mis primeras explicaciones porque cuando una persona acusa a otra hay que escuchar ambas partes".
"Quiero que la gente vea las cosas como son, no marear la perdiz ni inventar cosas, no, sino como son, como son legalmente, como son ante la ley, como son con los juzgados competentes y nada más. Y mañana yo creo que va a entender mucha gente muchas cosas. Hoy estoy muy feliz y mañana creo que a esta hora estaré mucho más feliz", adelantaba, sin rastro del pánico que ha confesado sentir por las presiones de su casera.