De siempre se ha dicho que el amor y los negocios no casan bien. Han de mantenerse apartados como el agua y el aceite, incluso en los mejores matrimonios. Eso al menos es lo que deben de haber pensado Georgina Rodríguez (30 años) y Cristiano Ronaldo (39). La pareja del astro portugués ha decidido dar un cambio de rumbo en su vida como empresaria y ha abandonado el negocio de trasplante capilar que compartía con el delantero, según ha podido conocer JALEOS de EL ESPAÑOL en exclusiva.
Sin que haya trascendido la razón, y de forma sorpresiva, la jacetana abandonaba la empresa el pasado mes de julio, una decisión que no se había hecho pública hasta ahora. Concretamente, su cese como administradora mancomunada de Insparya Medical Hair Clinic SL fue publicado oficialmente en un anuncio que el Registro Mercantil inscribía en su boletín con fecha 30 de julio de 2024. Tras seis años al frente de la empresa la exdependienta abandona la sociedad cesando como cargo directivo y renunciando a todas las responsabilidades ejecutivas compartidas hasta ahora con el futbolista.
La noticia supone una sorpresa mayor teniendo en cuenta el éxito económico que ha significado Insparya desde su creación, en marzo de 2018. Entonces, Georgina y CR7 se asociaban en el floreciente negocio del trasplante capilar, montando una clínica de lujo en plena calle Joaquín Costa. Para ello constituyeron Insparya Hair Medical Clinic SL. Dedicada -según reza su objeto social- "a la gestión y desarrollo clínico de tratamientos de implante capilar", la sociedad arrancaba con un capital social de 200.000 euros. La salida de Georgina de la empresa puede deberse a cualquier motivo excepto el económico, ya que la clínica capilar es, ante todo, un negocio más que rentable.
Desde su creación, los números avalan a la empresa que no ha parado de crecer. Sus cuentas así lo revelan. Tras unos inicios algo titubeantes en los que la empresa coqueteó con los números rojos, la sociedad pasó de las pérdidas del primer año a un beneficio de 1,8 millones de euros en 2020, a pesar de ser un año marcado por la pandemia de la Covid-19. Insparya solventaba así las pérdidas de un millón de euros del ejercicio anterior dando un salto cuantitativo en su facturación, que aumentó un 130%, alcanzando los 10,6 millones de euros en dicho ejercicio fiscal.
El crecimiento vino acompañado de una gran inversión, especialmente en personal. La clínica vivió una fuerte ampliación de plantilla pasando de, 78 trabajadores en 2019, a los 230 en 2020, un 80% más. Si 2020 fue un buen año para Insparya, 2022 fue un año récord. La empresa facturó en ese ejercicio (el último de que hay constancia contable) 24,4 millones de euros, obteniendo un resultado tras impuesto de 4,2 millones de euros. La sociedad, además, declaraba activos por valor de 7,7 millones de euros.
Pese a estos beneficios millonarios y el floreciente negocio de los injertos, Georgina ha puesto tierra de por medio. Su salida de la empresa quizá puede tener que ver con una nueva aventura empresarial que la modelo argentina fundaba hace sólo unos meses. Se trata de Bellalisa SL, una sociedad creada en febrero de 2024, y radicada en Pozuelo, concretamente en la casa que la pareja posee en la urbanización La Finca (Pozuelo de Alarcón).
Curiosamente, y al contrario de lo ocurrido con el negocio de los trasplantes capilares, Georgina no ha contado con Cristiano Ronaldo para su nuevo emprendimiento. En él se ha rodeado de una persona de confianza que nada tiene que ver con su familia. Se trata de Ramón Jordana Sánchez, su representante y mano derecha desde hace años.
Junto a su mánager y amigo, la modelo ocupa el cargo de socia único y propietaria de la sociedad, mientras Jordana figura como administrador único de la misma. Constituida con 3.000 euros, la empresa está dedicada a una única actividad: la promoción inmobiliaria. Se desconoce por el momento el recorrido vital de la sociedad, para valorarla habrá que esperar a las cuentas que la empresa presente el año próximo.
Nuevo director para CR7
Mientras Georgina se vuelca en su nuevo negocio del ladrillo, Cristiano continúa en solitario con el negocio capilar. La salida de la de Jaca no es el único movimiento que se ha producido en la empresa de injertos en los últimos tiempos. Sólo tres meses después de la salida de la modelo, CR7 movía ficha contratando como director general de Insparya a Sandro Cardoso, un directivo de reconocido prestigio mundial.
Cardoso se incorporaba al organigrama del Grupo Insparya el pasado 14 de octubre ocupando el nuevo cargo de administrador y Director Comercial y de Marketing concurriendo también en el consejo ejecutivo de la sociedad cofundada por Paulo Ramos y Cristiano Ronaldo. El nuevo director, al margen de un currículum profesional que le avala, encarna un perfil muy diferente al que encarnaba Georgina.
Licenciado en Administración de Empresas por Nova School of Business &
Economics, Cardoso cuenta con más de 20 años de experiencia como director general desarrollando su trayectoria profesional en grandes grupos multinacionales como TIMwe y Vodafone, Danone o el grupo L’Oréal, donde trabajó como Director General Adjunto de L’Oréal Active Cosmetics y de la actual L’Oréal Dermatological Beauty.
La llegada de Cardoso supone un paso hacia delante en la internacionalización y profesionalización de la empresa capilar. En su presentación el directivo apuntaba al futuro prometedor que augura a la empresa. "Esperamos que la salud capilar alcance en 2032 en 2032 los 30.000 millones de euros" de facturación. Una previsión en la que, según él, "los grupos clínicos líderes serán aquellos que tengan la capacidad de combinar la tecnología punta junto con los equipos clínicos mejor preparados y las mejores ubicaciones. En este sentido, no son muchas las clínicas que puedan mostrar cifras tan significativas como el Grupo Insparya, con más de 60.000 pacientes ya operados y un índice medio de satisfacción superior al 95%".