Así viven Paloma Cuevas y Luis Miguel la Navidad: estancia en Madrid con los padres de ella y viaje romántico en Fin de Año

La diseñadora Paloma Cuevas (52 años) y su pareja sentimental, el cantante Luis Miguel (54), están viviendo una Navidad especialísima tras el triunfal cierre de la gira musical de El Sol de México. Luis Miguel ha puesto fin a su impresionante tour en Buenos Aires, precisamente la misma ciudad donde inició su gira. 

Según el medio Billboard Boxscore, el show del intérprete de La Bikina ha sido seleccionado como la gira latina más exitosa de todos los tiempos. Los datos parecen incontestables: más de 3,1 millones de espectadores han visto su espectáculo en 99 ciudades y 110 recintos. A su lado, por supuesto, su pareja, Paloma. 

Su mayor fan y amiga y confidente. Según avanza ¡HOLA!, la vida de Luis Miguel tras esta gira es un misterio, aunque de seguro que le dedicará más tiempo a su razón de amor y todo apunta a que instalará su residencia en Madrid. No en vano, hace un tiempo el artista alquiló una casa en la exclusiva urbanización La Finca. Desea pasar más tiempo en España.

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Paloma Cuevas, en una de sus últimas salidas públicas, en Madrid, en octubre. Gtres

El motivo, claro está, no es otro que estar junto a su amor, Paloma Cuevas. ¿Cómo están pasando la Navidad? Vanitatis ha informado que el pasado día 24 de diciembre, Nochebuena, Paloma Cuevas lo festejó en Madrid, en la casa familiar que está situada en el distrito de Moncloa.

Allí, junto a sus padres, Victoriano Valencia (91) y Paloma, la diseñadora cuidó hasta el más mínimo detalle y estuvo rodeada de familia y grandes amigos. No sólo el 24, también al día siguiente, 25, día de Navidad, Cuevas reunió a su entorno más íntimo. Cómo no, estuvo a su lado él, Luis Miguel. 

Cuenta este medio que Enrique Ponce pasará unos días con sus hijas a primeros de enero, antes de poner rumbo a Colombia, junto a su inseparable Ana Soria. Será en ese momento cuando Paloma y Luis Miguel emprendan un viaje romántico y especial, a solas, a República Dominicana. Su intención es recibir el año allende los mares. 

Por su parte, Enrique Ponce ha pasado estos días, esta primera parte de la Navidad, en Almería, ciudad donde reside junto a Ana Soria. El pasado 8 de diciembre, Ponce celebró su 53º cumpleaños y lo hizo en España. 

Hizo coincidir su cumpleaños con un impasse en su tour internacional. De hecho, el torero continúa en España desde que retornó para participar en un festival taurino, en el Palacio de Vistalegre, en beneficio de las víctimas de la DANA, el pasado 1 de diciembre. En cuestión de días, volverá a hacer la maleta y viajará hasta el país azteca. 

Tal y como se deslizó a este medio, Ponce recibió, el pasado día 8, la emotiva llamada de sus dos hijas -que viven en Madrid junto a su madre-, amén de familiares y de buenos amigos que se acordaron de él en una fecha singular por tantos motivos: se despide de los cosos y todo hace indicar que en 2025 sellará su vida junto a su pareja. 

La publicación con la que Ana Soria ha felicitado a Enrique Ponce, el pasado día 8.

Emprenderá Enrique, en los primeros meses del inminente 2025, una flamante hoja de ruta en su vida tras cortarse la coleta. Precisamente, los rumores de una posible boda el próximo año arreciaron con especial intensidad el pasado domingo, cuando Soria posteó en su red social Instagram una romántica fotografía de felicitación dedicada a Enrique. 

En ella se podía ver a la dupla enamorada y abrazándose en el campo, mientras se mira intensamente. La flamante abogada firmó la imagen con un corazón rojo. Nada más; un mensaje, a priori, aséptico y sin grandes alharacas. No obstante, un avezado ojo se percató de un detalle llamativo.

Un gesto revelador que, de ser cierto, bien podría haber cambiado de súbito el rumbo de los acontecimientos de esta pareja. La abogada descubrió el anillo que llevaba en el dedo anular de una de sus manos, donde suele colocarse la alianza de pedida. ¿Qué significa esto? ¿Ha habido petición formal de matrimonio?

EL ESPAÑOL preguntó al entorno de la pareja. De entrada, el anillo no es de compromiso. Es una sortija "normal y corriente" de Ana, aclararon. Eso sí, existe un gran avance en lo que respecta a la boda. Si bien hace unos meses se desmentía de pleno que ese 'sí, quiero' fuera a producirse en el nuevo año, ahora las cosas han cambiado.

Las fuentes consultadas se mostraron más tibias en sus respuestas y dejan la posibilidad en el aire. "Es el deseo de ambos y sería lo lógico", aseguran. Una amiga de Soria ahondó tiempo atrás: "Siempre han dicho -Ana y Enrique- que lo harían -casarse- cuando él dejara los toros. Y eso va a pasar".