Al filo de las doce de la noche del pasado martes, 31 de diciembre, casi todo el mundo tenía un pensamiento puesto en el futuro. En ese limbo entre lo que vivimos y lo que estamos a punto de estrenar. Ese porvenir que tanta incertidumbre suscita. Esos minutos previos a la eclosión del nuevo año, casi todos, al unísono, lanzamos mensajes al universo.
Unos piden amor, otros trabajo y salud. También hay quienes ruegan por quedarse como están. Cómo no, especial mención merecen este año los afectados por la DANA de Valencia. EL ESPAÑOL contacta con algunos rostros conocidos que se acuerdan de la tragedia e imploran que, por favor, las ayudas económicas no cesen en este 2025.