Pilar Rubio (41 años) ha dicho 'hasta pronto' al programa El Hormiguero de la forma más original. A sólo unos días de su boda con el futbolista Sergio Ramos (33), que se celebrará el próximo sábado 15 de junio, la presentadora se despedía de su sección en prime time mostrando las denominadas "prendas que no tienen un solo uso". Bañadores que, con la combinación de tules, faldas y vestidos, pueden adaptarse a cualquier ocasión.

Pablo Motos (53) y el invitado de la noche, Enrique San Francisco (64), han sido testigos del momento en el que Pilar hacía gala de su versatilidad para cambiar de estilo en cuestión de segundos sin perder la elegancia. Lo que más ha llamado la atención de su puesta en escena ha sido la reacción de la presentadora cuando Pablo le deslizaba que se casaba esa misma semana: "¿Te imaginas que este es mi vestido de novia?", fantaseaba ella, "No me importaría, porque estoy encantada con lo que llevo".

De hacerlo, Pilar no estaría apostando por un vestido de cola negro, como aparentemente se intuye que es, sino por un "bañador urbano". Un body con el que puedes tomar el sol en la piscina, salir de fiesta por la noche o bañarte en el mar. Aprovechando la oportunidad, Rubio montó en directo un espectáculo que culminó con las cejas de Pablo y Enrique pintadas de colores. Algo que, en palabras de la colaboradora, "es tendencia".

Para despedir la sección, Motos se dirigía a su compañera con un "nos vemos el sábado", dando a entender que es claramente uno de los invitados de la ceremonia. 

Los retos más llamativos de Pilar Rubio

Cinco años han pasado desde que la presentadora hiciera su debut en El Hormiguero. La oportunidad le llegaba después de que la audiencia le atribuyese el apodo "la gafe" por el hundimiento del programa que condujo, Operación Triunfo, el cual no duró en emisión más que unas semanas. 

Su labor en el programa de Motos se presentaba sencillo: una pequeña sección en la que se comprometiera a elaborar retos y superarlos en directo. Lo que en un principio no se interpretó como una gran apuesta por parte de la productora del formato, acabó calando en el público y funcionando en redes sociales a nivel viral. 

Entre otros logros, la madrileña ha conseguido cambiar una bombilla con un dron, hacer acrobacias con pizzas, aprender lenguaje de signos, beberse un vaso sin utilizar las manos, aprenderse las estrellas de las constelaciones y hacer "el paso imposible" de la coreografía de Dirty Dancing, por mencionar sólo algunos. Mención especial merece la prueba de apnea bajo el agua en la que Pilar llegó a sufrir convulsiones con tal de dar el reto por superado.

En este tiempo, Pilar Rubio ha demostrado que no hay prueba que se le resista y que es una mujer comprometida con lo que se propone. Para su próxima locura será necesario esperar, el programa se toma un descanso desde finales de junio hasta agosto, tiempo en el que emitirán reposiciones del formato de Antena 3.

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