Iker Jiménez (46 años) es uno de los presentadores más longevos de nuestra televisión. Todo un privilegio a tener en cuenta en tiempos en los que los programas son mucho más temporales que antaño. El presentador de Cuarto Milenio asegura que no existe un secreto para explicar el buen funcionamiento de su programa, aunque sí destaca lo mucho que le apasiona formar parte de él.
El presentador desvela en su última entrevista para Europa Press lo que muchos de sus espectadores se cuestionan: ¿cuánto hay de verdad en esas historias para no dormir que impregnan los guiones de la nave del misterio de Cuatro?
"Yo cuando tenía 14 años, hacía Cuarto Milenio con una cámara de las de entonces...", cuenta Iker, "Muchas veces en mi vida digo que pagaría por hacer lo que hago, pero es cierto que es imposible de separar lo personal de lo profesional, no consigues desligar tu vida humana de tu oficio". Se refiere al hecho de trabajar codo a codo con su mujer, Carmen Porter (44). La periodista se encarga de co-presentar con él este formato donde lo sobrenatural es el gran protagonista.
En su día a día, tanto ellos como los redactores se encargan de contrastar los testimonios y datos que recogen. Es fácil que en estos temas que escapan la razón, cualquiera se atreva a hablar de experiencias sobrecogedoras y paranormales. En cuanto a la credibilidad que esto suscita, Jiménez se pone serio: "No sólo tiene que estar bien documentado, sino que tiene que quedar bonito". Insiste en que hay un trabajo detrás de las cámaras que, aunque no se vea, se demuestra con cada información.
Un trabajo digno del periodismo de investigación menos tratado en televisión: el esotérico. Por todas estas particularidades, su presentador se enorgullece al hablar de Cuarto Milenio: "Es el mejor de la televisión. Nadie lee un guión, nadie lee nada, es verdad, ningún tertuliano o persona que interviene ha tenido normas de lo que tiene hacer, jamás hemos mentido en nada. Tal y como está la televisión, me parece un milagro".
Estas impresiones de Iker Jiménez cobran aún más relevancia al tener en cuenta la situación del grupo de comunicación Mediaset. Cuarto Milenio es uno de los formatos estrella de su segunda cadena, Cuatro. Y de hecho, de los pocos que han sabido mantenerse con los años sin rozar una cuota de audiencia ínfima y poco rentable. Cuatro está experimentando una bajada progresiva del interés de su programación, así como una pérdida de su enfoque original. Al hacerse consciente de esto, Mediaset ha querido tomar las riendas del asunto sacrificando el prime time de Telecinco, su buque insignia, y obligando a los espectadores a continuar su programación a Cuatro a una determinada hora de la noche. Una estrategia que, a ojos del gigante de comunicación, favorece la recuperación del público perdido.
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