El próximo mes de septiembre se cumplirán 22 años del estreno de uno de los programas más gamberros, divertidos y, por qué no, polémicos, de la historia de la televisión en España. Es complicado hablar de estas últimas décadas de la pequeña pantalla en nuestro país y no hacerlo de Crónicas Marcianas, el late night show que comandaba Xavier Sardá (61 años) en Telecinco.

Corría el año 1997 y la cadena de Mediaset ponía en marcha un producto de Gestmusic que, a priori, sólo se marcaba como objetivo hacer sombra al gran dominador en cuanto a audiencias se refiere de esa franja horaria: La sonrisa del pelícano, emitido en Antena 3 y con Pepe Navarro (67) como gran reclamo. Quizás lo que no esperaba nadie de las dos cadenas es que Crónicas Marcianas no sólo logró su cometido inicial, sino que acabaría convirtiéndose en el rey incuestionable del share.

El formato con el que arrancó este late night show era ligeramente diferente al de La sonrisa del pelícano. Nada del sensacionalismo reinante en Esta noche cruzamos el Mississippi, antecesor de su gran competidor en Antena 3 y también dirigido por Pepe Navarro. Sardá y su equipo apostaron por un humor distendido, con entrevistas a personajes relevantes del momento, como la modelo Cindy Crawford (53); en definitiva, una especie de El Hormiguero pero mucho más salvaje, partiendo del contrapunto que suponía la pareja de presentadores que conformaban el propio Sardá y otro de los personajes sin los que no se puede entender la idiosincrasia de Crónicas Marcianas: Galindo

El catalán, que fallecía en marzo de este 2019, encontró su época de auge gracias a este programa, después de haber interpretado varios papeles de niño debido a su corta estatura (apenas 120 centímetros) y sus característicos rasgos faciales.

CARAS MUY CONOCIDAS

Al margen del tándem Sardá-Galindo, una de las claves de que Crónicas Marcianas fuera un programa muy dinámico estaba en la frescura de sus colaboradores. Gracias a este programa, el público fue conociendo a Mariano Mariano (62), Carlos Latre (40), Manel Fuentes (48), Paz Padilla (49) e incluso a Boris Izaguirre (53), protagonista, sin duda alguna, de algunos momentos míticos de este espacio. El venezolano comenzó como comentarista de la actualidad del corazón, pero más tarde tuvo más protagonismo por sus constantes desnudos en directo.

Así, entre risas y provocaciones, el programa fue creciendo de forma imparable en materia de audiencias. A pesar de que se emitía en una franja poco propicia, cerró su primera temporada con una audiencia media de 1.817.000 espectadores y un 22% de share. Las cifras no dejaron de engordar, entre otras cosas porque la emisión de La sonrisa del pelícano había sido cancelada por Antena 3 debido a que "vulneraba el código deontológico de la cadena".

Lejos de caer en la complacencia, Crónicas Marcianas fue introduciendo novedades en sus emisiones. Personajes tan diversos como el padre Apeles (53), Loles León (68) o Yvonne Reyes (51) daban colorido a un espacio en el que también tenía protagonismo incluso una sección de sexología, tratando además temáticas que aprovechaban el hecho de que el late night show no se emitiera en horario infantil.

Con la llegada del siglo XXI, el programa de Xavier Sardá experimentó un repunte de audiencias. Telecinco descubría una de las estrategias que aún mantiene en activo, la de nutrir a sus diferentes programas con los contenidos del reality de turno que tuviera en la parrilla de programación en diferentes momentos. En este sentido, el impacto inicial de Gran Hermano, a través de concursantes tan controvertidos como Carlos Navarro 'El Yoyas', hicieron las delicias de los fieles telespectadores de Crónicas Marcianas.

En la séptima temporada, el late night show tocó techo. Lejos de mostrar síntomas de agotamiento, Crónicas Marcianas firmó unos datos espectaculares, con una audiencia media que superaba los dos millones de televidentes y un share que rozaba el 36%. Era una de las grandes joyas de la corona de Telecinco, y Sardá se convertía en una especie de rey Midas que convertía en famoso a todo el que llevaba al plató, ya fuera la mediática Nuria Bermúdez (39), Dinio (47) o Coto Matamoros (62), sin olvidar a la cantante Tamara Seisdedos (49):

Como si del canto del cisne se tratara, en el octavo curso (2004-2005) Crónicas Marcianas vio mermados sus espectaculares datos. El paso del tiempo y la entrada en escena de un competidor como el late night de Andreu Buenafuente (54) mermaron sensiblemente su dominio, aunque seguía siendo líder de audiencia. Antena 3 encontró un antídoto de la misma forma que lo había hecho Telecinco tiempo atrás, a través de un programa que tenía contenidos más ligeros que los de su rival directo.

No se sabe muy bien qué fue primero, si la bajada de audiencias o la aparición de competencia nueva, lo cierto es que el 21 de julio de 2005 se emitía por última vez Crónicas Marcianas, un programa de tal dimensión que se hace complicado explicar a través de estas líneas su grandeza a todas aquellas generaciones que no lo vieron. Quizás lo mejor es tratar de entender que aquellos momentos, en 1997, sin Internet ni YouTube ni nada parecido, Xavier Sardá y todo su equipo reformularon las reglas de la televisión para imponer las suyas propias. 

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