La evolución del programa 'Corazón' de TVE: levantan el 'veto' a personajes 'de segunda'
La prensa del corazón ha cambiado con el paso del tiempo y los contenidos televisivos han 'abierto la puerta' a rostros de segundo orden, como las parejas de los 'hijos de'.
11 agosto, 2019 01:04Noticias relacionadas
Que la prensa del corazón ha evolucionado con el paso de los años es un hecho incuestionable. Tanto a nivel escrito como audiovisual los tiempos han cambiado. Donde antes solo existían personajes mediáticos de primer orden como una Isabel Preysler (68 años) o una pizpireta Ana García Obregón (64), ahora tienen mayor cabida rostros como Isa Pantoja (23) -y sus respectivas pareja- o como Sofía Suescun (23) y su nueva ilusión, Kiko Jiménez (27), ex, a su vez, de Gloria Camila (24).
Ese 'nuevo famoso' que ha llegado para quedarse y que, en gran parte, ha arrinconado al de toda la vida. La llegada a las parrillas televisivas de formatos tan emblemáticos como el extinto Aquí hay tomate, ¿Dónde estás, corazón?, Dolce Vita, La Noria o el imbatible Sálvame han supuesto un serio viraje en cuanto a los personajes del corazón. Si se analiza la evolución del programa estrella en las tardes de Telecinco se puede apreciar cómo ha logrado 'salpicar' con sus tramas a todos los demás programas de Mediaset, desde AR hasta Viva la vida en el fin de semana. Todo se ha ido salvamizando de forma paulatina.
No obstante, pese a esta intoxicación de contenido, hasta el momento ha habido una cadena y, muy en concreto, un programa que se salvaba de esos contenidos televisivos 'de segunda': el espacio Corazón de TVE. El mítico espacio conducido por Anne Igartiburu (50) -en periodos estivales se ponen al frente Carolina Casado (45) y Rosa Frasquet (35)- siempre se ha caracterizado por imprimirle a sus contenidos un sello elegante, naíf, y alejado de toda polémica y sensacionalismo: el conocido como contenido blanco, light.
Así se trataba y se sigue tratando a todos los personajes que desfilan por el programa del ente público, pero con una sutil diferencia: de forma paulatina, y silenciosa, poco a poco han incrustado en sus vídeos personajes de otro calado, como Omar Montes (30) y Asraf, ex y actual pareja de Isa Pantoja. Si bien es cierto que durante la media hora que dura el programa diario al contenido 'casposo' se le otorga el menor tiempo posible, ya es costumbre ver las aventuras y desventuras del 'universo Cantora' o el altercado que han protagonizado Kiko Jiménez y Sofía Suescun con la policía marbellí hace unos días.
Cada día hay un 'parte' de las vivencias de estos famosos que llevan acompañado el 'de' como currículum. En este punto, hay que hablar de un elemento fundamental en la 'salud' de los programas: la guerra por la audiencia y la cuota de pantalla. Teniendo en cuenta que TVE cerró la temporada con un mínimo histórico de audiencia, y su, por tanto, consiguiente necesidad imperiosa de espectadores, no sería de extrañar que detrás de este cambio de contenido se escondiera una estrategia para arañar audiencia en uno de sus espacios buque insignia: Corazón.
Anne, la superviviente de la pública
Igartiburu se mantiene como uno de los rostros más característicos de la Televisión Española, así, con mayúsculas. De hecho, se podría hablar de ella como la gran superviviente de la pública, en una época en la que los años de vida laboral de los presentadores parecen peligrar a causa del periodo convulso que vive TVE. Hablar de 'la clave de su éxito' es casi misión imposible. Pero en su caso, su rutina diaria de trabajo, entre otras cosas, es lo que avala su durabilidad.
Según pudo conocer JALEOS hace unos meses por parte de una fuente interna del programa, en el espacio que presenta desde hace más de 20 años es la propia Anne quien, por ejemplo, cada mañana se encarga de crear sus propias entradillas. Para quien no conozca este concepto tan televisivo, se trata de las palabras que, más tarde, la presentadora verbaliza en el directo para dar paso a los vídeos que se suceden en el mismo. Ella se preocupa y ocupa de que esas líneas le sean cómodas para leerlas.
Así, se deslizaba que su implicación en el programa es máxima, y que el hecho de que Igartiburu se vuelque tan de lleno en esas funciones habla mucho de su profesionalidad. En otra línea, se apuntaba que, en el trato humano, la vizcaína mantiene un trato de apoyo y cariño hacia los miembros de la redacción, y confía, sin fisuras, en la información de sus redactores. Eso sí, supervisa el trabajo que previamente hacen sus compañeros para encontrar la manera más interesante de introducir las noticias.
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