Uno de los elementos más importantes en un programa de televisión es la conexión en directo y cada uno de esos espacios cuenta con sus reporteros, siempre al quite, apostados estratégicamente en los puntos de máximo interés informativo: en el Congreso de los Diputados, en el lugar de un accidente o de una reyerta, en los juzgados de Plaza de Castilla... En definitiva, hay miles de profesionales asfálticos -como se los denomina en el gremio- que cada día dan el parte de lo que ocurre en nuestro país a todos los niveles: social, económico y político.
No obstante, de entre todos esos rostros, cada mañana hay una profesional de la información que se cuela en las casas de los espectadores de El programa de Ana Rosa y que informa, pero también entretiene a partes iguales: esa es Mayka Navarro. Ella es periodista, como reza su Instagram, que "escribe, cuenta y retrata historias". Con el micrófono en mano, se lanza a la calle en busca de la verdad, donde sea y cuando sea, le pille como le pille; a Mayka le importa la información, la noticia, a veces no tanto la imagen.
Ella es alguien natural, espontánea y sincera, que le da valor a la palabra, no a la estética; se resiste a lo políticamente correcto y ese carácter también se imprime en su forma de vestir en determinados momentos: informal. Sin embargo, la cámara la quiere y el público también. Durante los años que lleva como reportera de Ana Rosa Quintana (63 años) han sido varias las anécdotas que ha protagonizado, los chascarrillos y los descuidos.
Vive tanto la información que cuando Ana Rosa, a eso de las nueve de la mañana, le da paso para un avance sucinto, ella suelta su apasionada perorata de cuatro minutos hasta que la Quintana la corta: "Luego volveremos al tema, que no te va a quedar nada por decir. Esto era un avance, Mayka". En ese momento, Navarro pone cara de póquer y resuelve divertida: "Ah, ¡que era un avance! Ay, me va a matar Óscar". A lo que Ana Rosa responde entre risas: "No, te voy a matar yo con mis propias manos".
Otro momento para enmarcar: es principio de verano y Mayka está hablando con un mantero en una playa de España sobre sus ventas diarias, cuando de pronto aparece, de repente, un joven en estado de embriaguez con una botella en la mano. Ella intenta esquivarlo, pero termina apareciendo en cámara tambaleándose, y la reportera le da un consejo que corrió por las redes sociales: "A ver, chavalito, vete a dormir". Pero ahí no terminan sus momentos desternillantes en directo; Mayka también da clases de cocina a la audiencia. Durante una conexión en directo, Ana Rosa la previene: "Mayka, ya, que se te van a enfriar los canelones en la moto". Apunte: Mayka se mueve en moto.
Y ella sale al paso con su habitual desparpajo: "Los tengo congelados. Aquí cerca tengo un pakistaní abierto porque me falta el queso para gratinarlos. Me he exiliado de la casa de mi madre, pero con los canelones conmigo, dos bandejitas. Están ahí en la moto, os invitaría a todos, ¿eh?". Así es Mayka, la cual un día también perdió su moto. Bueno, se la robaron. La periodista alertaba de lo sucedido publicando una imagen del vehículo en cuestión y dando todo tipo de detalles: "Me podéis echar una mano... Me han robado la moto en Santa Coloma de Gramenet. Ya no lleva manta de invierno. Piaggio".
En medio de la búsqueda, la propia Ana Rosa le hizo ver, en tono de chanza, que no se preocupara que cuando el ladrón se diera cuenta de que la moto era suya, se la devolvería. Otra escena histórica de Navarro: fractura política en Cataluña a causa del independentismo y Mayka en una conexión tira de humor: "Tengo que decir que a mí me han dejado hace quince días y no por temas políticos".
Como su faceta de reportera le ocupa bastante tiempo, Mayka tampoco ha desaprovechado el tiempo para 'ligar' en directo si la ocasión lo requería. Así lo hizo con Albert Cavallé, el conocido como 'estafador del amor'. En un momento dado del directo a las puertas del juzgado, Navarro le llega a pedir al joven que le invite a un aperitivo, lo que Quintana, desde plató, zanjó advirtiendo a Mayka que cuidase de su bolso, que no le perdiera ojo.
Y para terminar, a Mayka la han imitado en su arte. Y no uno cualquiera, no: Florentino Fernández (46). Con una peluca rubia, su mismo outfit y con las mismas expresiones y gestos, un día Mayka conoció a su otro yo en El programa de Ana Rosa. "Si yo me presento en tu casa a comer, tus padres se piensan que eres tú", le suelta Flo y recoge Navarro: "Pues hay migas este domingo". Mayka Navarro, genio y figura.
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