Se acabó la cordialidad entre María Teresa Campos (78 años) y el grupo Mediaset. Ya no se guardan las composturas entre la que un día fuera la presentadora de Qué tiempo tan feliz y la cadena de Fuencarral, pilotada por Paolo Vasile (66). El día en que expiró el contrato de larga duración de la malagueña, algo se rompió para siempre. Y con María Teresa fuera de esos muros -buscando nuevas ofertas profesionales en otras cadenas como TVE-, parece que Telecinco ha levantado todos los miramientos y las cortesías que se le dispensaban a la madre de Terelu Campos (53).
La guerra ha estallado; Teresa está molesta con la que un día fuera su empresa y esta le 'responde' con un tema espinoso: las infidelidades de Edmundo Arrocet (69) e informaciones desalentadoras sobre su relación sentimental. Lo cierto es que esta no es la primera vez que Teresa y Telecinco se baten en duelo, se retiran la palabra y rompen lazos profesionales.
El caso más reciente: marzo de 2017. En ese momento se anuncia que se cancela el 11 de abril de ese año Qué tiempo tan feliz, el último programa que presentó Teresa en Telecinco. Lo cierto es que las espadas se ponían en alto semanas antes. Antes del triste desenlace del formato, se desencadenaron sin freno los acontecimientos profesionales más duros para la presentadora malagueña. Se le quitó el domingo a Qué tiempo tan feliz, se le redujo la duración en la tarde del sábado, y perdió el directo. Además, acto seguido, la cadena anunciaba el regreso del reality Las Campos, una noticia que podría ser buena, salvo por el hecho de que comenzó a emitirse en el hueco que dejó QTTF en el domingo.
Esto provocó un golpe en la mesa por parte de María Teresa: se negó a grabar más capítulos del reality y se quejaba en la intimidad del maltrato que sufría su programa. Ante tamaño pulso, Telecinco movió ficha y, ante la negativa de grabar de María Teresa, le anunció que su programa tiene fecha de cierre: el 1 de abril. Tras esto, vinieron semanas, meses y años complicados, sin trabajo, con Terelu y Carmen Borrego (52) desfilando por los programas de Telecinco, hasta que Teresa salió para no volver.
Este es el caso más reciente al actual, pero hubo otro, de gran magnitud, por el que Campos llegó a abandonar la cadena y probar suerte en Antena 3. En 2004 la presentadora se encaró con la cúpula de la cadena. Hasta esta fecha Campos protagonizaba las mañanas con el formato Día a día, en el que cosechaba buenos datos de audiencia. Sin embargo, el mal trato que el espacio de entonces Aquí hay tomate le daba a su hija Terelu enfadó a Teresa Campos hasta límites insospechados.
Tras unas negociaciones infructuosas en las que la matriarca pedía más respeto, la presentadora salió de Telecinco y fichó por la cadena rival, Antena 3. Allí se puso al frente del matinal Cada día, convirtiéndose en la competidora de Ana Rosa Quintana, quien cogió su testigo tras su baja con AR. Fueron unas semanas complicadas en las que Teresa no conseguía la audiencia que le exigía la cadena y Telecinco aprovechaba para destacar, en contraste, los buenos datos que aglutinaba Ana Rosa en su mañana.
Esto provocó que la malagueña se cogiera un cabreo mayúsculo y se dirigiera a su exjefe, Paolo Vasile, de malos modos, llamándolo "gilipollas" en directo. Pasado el tiempo, Campos volvió a Telecinco, acogida por Vasile, quien le confesó su cariño mientras Teresa le daba las gracias "por no permitir que me haga mayor en mi casa". Pese a las buenas intenciones, esa relación estaba destinada al fracaso y, tras tiempos de vinos y rosas, llegó la oscuridad y, con ella, el 'todo vale'. Hoy Teresa ya tiene la mente, y el corazón, fuera de Mediaset.
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