Las lágrimas de Pilar Rubio, la mujer pez: más de 4 minutos sin respirar dentro del agua
La presentadora batió en directo en 'El Hormiguero' su récord de apnea.
3 septiembre, 2019 23:34Noticias relacionadas
Este martes El Hormiguero vivía su segundo programa de la temporada, con Ona Carbonell (29 años) como invitada. Sin embargo, la gran protagonista de la noche no iba a ser la nadadora barcelonesa, sino una de las colaboradoras habituales del talk show: Pilar Rubio (41).
Después de la entrevista con Ona Carbonell llegó el momento más esperado del programa de la mano de Pilar Rubio, quien iba a intentar batir su propio récord de apnea: 2 minutos y 31 segundos. La presentadora reconoció haber estado entrenando durante todo el verano y que incluso había mantenido un pequeño pique con Pablo Motos (54) para tratar de superar sus marcas.
Parece que tanta preparación dio sus frutos, ya que Rubio logró su objetivo, superando su registro anterior con creces. Su nueva marca se quedó en 4 minutos y 8 segundos. Visiblemente emocionada, la madrileña se lo quiso dedicar a todos sus seguidores, al equipo de El Hormiguero y “mi querido número cuatro, mi marido Sergio (33)”.
Entrevista
Pero antes de todo esto, los focos se centraron en Ona Carbonell, quien se convirtió este verano en la mujer que más medallas (23) ha logrado en la historia de los Mundiales de natación. Es una leyenda viva de la sincronizada y, por si su popularidad no alcanzaba las cotas dignas de sus logros deportivos, hace unos meses se coronaba en MasterChef Celebrity.
Vestida con un conjunto de chaqueta y pantalón blancos, Carbonell comenzó la entrevista realizada por Pablo Motos valorando lo logrado en Corea del Sur: "Ahora después de las vacaciones lo estoy empezando a asimilar. Cuando estás ahí sí que notas la presión. Nadie del equipo sabía lo del récord, así que cuando lo logramos mucha gente en la Villa Olímpica se puso a aplaudir".
A pesar de esas medallas, uno de los aspectos más comentados fue la recepción oficial en el Palacio de la Zarzuela por parte de los reyes Felipe (51) y Letizia (46). Ona Carbonell lo explicó en su visita a El Hormiguero: "Miré por la tarde en Instagram y vi los comentarios sobre el protocolo. Yo iba muy emocionada, me fui súper contenta pero después vi que la había cagado un poquito", reconoció.
Volviendo a la faceta deportiva, una de las últimas preseas que se colgó la barcelonesa no tuvo una canción de fondo como suele ser habitual, sino un conmovedor discurso de Nelson Mandela. "Era mi séptimo Mundial y trataba de innovar. Mandela siempre ha estado muy conectado al deporte y cuando vi su discurso en los premios Laureus pensé que era una buena idea. Era muy arriesgado, porque hay jueces mayores y no las tenía todas conmigo porque estaba innovando".
Pero detrás de todos los premios y reconocimientos hay una labor muy ingrata, incluso dentro de la misma competición. "Cuando acabas las finales, si logras medalla, tienes control antidopaje, que puedes pasar muchísimas horas. Además no les vale cualquier orina. Por ejemplo, si es muy blanco, es decir, que hay mucha agua, no lo dan por válido. A veces te tienen que sacar sangre, y eso es un problema porque a mí en ocasiones no me sale nada. Luego llegas al hotel, tienes que cenar y quitar lo que llevamos en el pelo, que es un horror. Y si puedes debes hacer contrastes entre agua fría y caliente. Todo eso hace que te acuestes muy tarde y al día siguiente tienes competición, otra vez".
Problemas
De lo que no queda ninguna duda es de que para llegar esas cotas hacen falta muchas horas de preparación. En el caso de Ona Carbonell, ella misma calcula que "llevo seis años dentro del agua, pero es que ese es mi mundo, el acuático". En relación a esto, Pablo Motos preguntó a la nadadora sobre los problemas que le acarrea una práctica tan intensa en la vida normal: "Fuera del agua somos las más patosas y nos duele todo, estamos tantas horas en ingravidez que afecta a nuestras articulaciones. Cuando voy a un museo o de compras y paso mucho tiempo de pie, me duele la espalda rápidamente".
Sin embargo, estos problemas y el desgaste de tantos años al primer nivel no impiden que Carbonell ya mire con optimismo a la próxima cita veraniega: los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. "Primero hay que ir al Preolímpico, tocaré madera para que todo vaya bien. Encima son en Japón, que es un país que me encanta, así que lo daré todo por estar allí".
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