Era uno de los grandes fichajes para la presente temporada, pero Cristina Pedroche (30 años) aún no había debutado en El Hormiguero. La espera tocó a su fin este jueves, cuando la madrileña se estrenó como colaboradora del talk show de Antena 3, un programa que en esta ocasión tenía como invitado a Dani Rovira (38).
El malagueño acudía a presentar su nuevo espectáculo humorístico Odio, pero quedó eclipsado por una Cristina Pedroche que ya llamó la atención desde los primeros compases. Enfundada en un mono de color negro, participó en el baile con el que Pablo Motos (54) y su equipo dan la bienvenida. Poco después, cuando el presentador fue desgranando qué colaboradores iban a participar esta noche se detuvo en la vallecana.
Al aparecer en un segundo plano, el bailecito que se marcó Pedroche pasó un tanto desapercibido, pero ella misma se encargó de reconocer que había tenido algún problema. En su breve diálogo inicial con Motos, comentó que "lo que más nervios me da de venir aquí es el baile del comienzo, ¡casi me caigo!". Ese tropezón ya había causado reacciones en las redes sociales:
A continuación, Motos adelantó en qué va a consistir la sección que lleve la presentadora: recrear escenas históricas del cine. Lejos de lo que pudiera pensarse, esta prueba va a basarse plenamente en la improvisación por petición de la propia Pedroche: "Yo he pedido no saber nada, me gusta encontrarme las cosas de frente. He venido a jugar".
Esta intervención inicial no gustó demasiado a algunos telespectadores que acusaban a Cristina Pedroche de acaparar demasiado protagonismo:
LA HORA DE LA VERDAD
El programa siguió su curso habitual, con la entrevista a Dani Rovira, la sección de Cristina Pardo (42) con su repaso humorístico a la actualidad política y, como es habitual cuando el invitado es el humorista malagueño, hubo espacio para la adopción de perros. Muy cerca del final llegó el momento. Eran las 22:40 cuando volvió a aparecer en pantalla Cristina Pedroche.
Pedroche y Acción es el nombre con el que se ha bautizado la sección. Ataviada con un arnés para recrear una película de acción, Pedroche destacó que “como me habíais dicho que me pusiera cómoda, me he puesto este mono”. En esta ocasión, el film escogido era Misión imposible.
En el momento en el que la colocaron el arnés, Pedroche comenzó a gritar que “aquí nada fallo”. Si lo estaba haciendo con un punto de humor, esa relajación dejó paso a cierto nerviosismo cuando Pablo Motos le pasó unas tarjetas que tras leerlas se destruyeron cual petardos. Poco después fue suspendida para emular la mítica secuencia en la que Tom Cruise se deja caer hasta una vitrina para hacerse con un objeto, en este caso un flan.
"Oye, me voy a hacer caca". Ese fue el comentario de la presentadora poco antes de hacerse con el preciado tesoro. Al final logró su propósito, no sin antes haber provocado las risas de Pablo Motos y Dani Rovira. Cuando parecía que la sección había terminado, Motos quiso obsequiar a la colaboradora con un regalo, pero dentro de la caja apareció algo que no hizo demasiada gracia y acabó arrojándola al suelo tras un grito.
Fuera por los decibelios de la madrileña o por la temática de la sección, lo cierto es que los comentarios en Twitter no fueron demasiado positivos:
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