Ninguno de los intentos de Mediaset por salvar del abismo al programa Mujeres y Hombres y Viceversa está siendo efectivo. En noviembre del año pasado, la compañía de Paolo Vasile (66 años) daba un golpe de efecto intercambiando a Emma García (46) y Toñi Moreno (46) en sus respectivos espacios: la vasca pasaría a presentar Viva la Vida los fines de semana, mientras que la andaluza sería la encargada de tratar de dar un giro al dating show matinal y mejorar sus audiencias.
Pese a la leve mejoría inicial, las cifras de los 'viceversos' no remontan tras casi un año con Toñi Moreno al frente. Ni siquiera les ha valido rescatar a viejas glorias del programa como Efrén Reyero, cuya final ostenta el récord de la historia del programa con 3,2 millones de personas (por aquel entonces se emitía en las tardes de Telecinco).
El último intento desesperado del programa de citas por sobrevivir en la parrilla de Cuatro ha sido subirse al carro del éxito de Gran Hermano VIP. Como ya hiciera con Supervivientes 2019, el espacio ha restado protagonismo a las tramas internas de tronistas y pretendientes para comentar -con entregas emitidas en directo- la última hora sobre el reality show que está arrasando una edición más.
La llegada de los VIP a Guadalix daba un soplo de aire fresco al programa de Toñi Moreno, que el viernes 13 de septiembre, tras el doble estreno del reality, anotaba un excelente 6,6% de share y 366.000 espectadores, una cifra muy superior a la media de la cadena, salvando el caso de los martes, cuando la cuota se dispara gracias a la emisión del Límite 48 horas.
A pesar a las buenas sensaciones que despertó aquel buen dato, Mujeres y Hombres y Viceversa volvía a golpearse de lleno contra la realidad en las siguientes entregas, perdiendo 153.000 televidentes el lunes posterior al estreno del reality.
El pasado viernes 4 de octubre, 275.000 personas eran testigos en directo de la reacción de Sofía Suescun al ver, en primicia, la imágenes de Kiko Jiménez (27) y Estela Grande (23) juntos en la cama. Sin embargo, el drama de la de Pamplona no logró superar la cifra de audiencia del 27 de septiembre, cuando la final del tronista Miguel mantuvo expectantes a 300.000 espectadores, cosechando su segundo mejor dato del mes.
A las discretas cifras hay que sumar otra preocupación: la estrategia de apostar por GH VIP está suscitando críticas entre los fieles del programa, que reclaman que se recupere la dinámica anterior y se hable de las citas.
Pese a todo, Mediaset sigue manteniendo el programa en su parrilla 11 años después de su estreno. La sombra de la cancelación lleva años sobrevolando al formato, pero los directivos siguen apostando por el mismo.
Esa supervivencia puede estar cimentada en los buenos datos que el espacio obtiene más allá de las cifras de audiencia: lidera el consumo online de vídeos de la cadena y es el programa español con más seguidores en Instagram (más de 800.000). Además, muchos de sus tronistas y pretendientes acaban convirtiéndose en personajes recurrentes que nutren de contenidos la programación de Mediaset, participando en sus realities, abriendo canales en la plataforma Mtmad o rellenando con sus polémicas las cinco horas que ya dura Sálvame.
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