Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition ha vuelto a la parrilla de Cuatro tras un tiempo en barbecho. Y lo ha hecho por la puerta grande, con un plantel de concursantes de altura. Ahí, la magna Lucía Bosé (88 años) acompañada de Pablo Carbonell (57), Antonio David Flores (43) y Cósima Ramírez (29). La noche prometía desde el minuto uno. No era para menos; abría las puertas de su casa la matriarca Bosé. Recibía en su masía de Brieva a sus invitados y lo hacía con la vitalidad de siempre y su pelo azulísimo. Eléctrico. Para aquellos que no conozcan el mecanismo del espacio, es sencillo: concursan para ganar 3.000 euros de premio.
Lucía la rebelde ha inaugurado la noche. Antes de la cena, se ha confesado. Ha narrado su lado indómito, ese resorte precoz de luchar contra la normalidad impuesta. Ella pugnaba desde bien chica por lo diferente; por eso, en cuanto vio trenzas y lazos en su colegio, quiso cambiarse el look. Se cortó el pelo y fue Bimba Bosé quien le inoculó el deseo de ponerle color al cabello como principio del cambio. Ahora, tras tantos años de batalla interna, Lucía está de vuelta de todo: "Tras 50 películas, ya no trabajo más. A los 80 me retiré y no quiero trabajar más". Ahora quiere cuidar de sus gallinas y poco más. La placidez es esa.
Hay que decir que no ha sido la noche de Bosé en cuanto al menú de su cena. De entrada, ha indignado sobremanera a la audiencia el hecho de que Lucía haya dispuesto de un pinche en su cocina, cuando normalmente los concursantes cocinan solos. Sin ayuda. "Es algo extraño e injusto", ha dicho un internauta.
Al menos, si se tienen en cuenta las opiniones de sus comensales. De entrante ha preparado Capelli d’angeli, un pastel de espaguetis con quesos gorgonzola y parmesano y salsa de queso con nueces. Algo que no ha terminado de gustar, sobre todo para Carbonell y Antonio David. "Decepcionante", "bazofia", "plato humilde" han sido algunas de sus duras críticas. "Le ha salido mal la pasta, estaba muy dura", ha apostillado el exguardia civil. Lucía lo ha encajado con señorío: "Yo creo que no han entendido el plato".
En medio de varias conversaciones sobre la libertad de las mujeres, las relaciones sentimentales y las polémicas que giran en torno al mundo catódico, hay que decir que, entre medias de la elaboración del primer plató, ha irrumpido una totémica Antonia Dell'Atte (59) que ha querido darle una sorpresa a la anfitriona. Como anécdotas al aire, el momento en que Cósima no ha terminado de reconocer del todo a Lucía Bosé a bote pronto y esta no sabía cómo se llamaba Antonio David. Un apunte: este no ha gustado nada a la audiencia, demasiado "sobrado" y "creíble". El pueblo habla:
Como plato principal, ha servido unas Perlas del Mediterráneo: albóndigas de pavo y pollo fritas con puré de castañas y cebolla caramelizada. Y si el entrante ya era contundente, el plato principal no se quedó atrás con su dosis de fritura…. Eso sí, la buena pinta no se la ha quitado nadie. "Esta mujer tiene un estómago de hierro", ha valorado Carbonell. "Cemento para los ladrillos", ha remachado Antonio David. Total, la noche se ha saldado con una valoración un tanto a la baja para Lucía Bosé. De momento, ella acumula 16 puntos. La semana que viene le toca a Pablo Carbonell, a tenor de sus críticas puntillosas habrá que ver si su menú está a la altura.
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