Este sábado se celebra una nueva edición de la gala de los Goya, unos premios que en 2007 dieron a conocer al gran público a Quim Gutiérrez (38 años). Trece años después, el actor barcelonés tiene un currículum de lo más amplio, sumando una comedia, Te quiero, imbécil, que protagoniza junto a Natalia Tena (35).
Por ese motivo, ambos visitaron este martes El Hormiguero, donde Tena comenzó copando el protagonismo por algo tan singular como su lugar de residencia: "Ahora mismo vivo en Londres, en un barco", explicó como si nada. Pablo Motos (54) se quedó tan descolocado que no dudó en preguntar cuál es la principal ventaja de vivir ahí. Natalia Tena lo tiene claro: "Eres un capitán. Tienes una sensación de comunidad con tus vecinos, algo que no pasa normalmente en Londres”. Lejos de cortar el tema, el presentador de El Hormiguero quería saber qué ocurre cuando llegas a esa casa y vas borracho: "Si te pones pedo no se nota mucho, porque el barco es bastante ancho", matizó la invitada.
Después de esa curiosa introducción, Quim Gutiérrez dio algunas pinceladas del personaje que interpreta en Te quiero, imbécil: "Este imbécil molaba con 15 años, pero un día se echó la siesta y cuando se despertó se había quedado igual. Lo pierde todo, el trabajo, la novia… Y hace de guía por la galería de los horrores de todo lo que se supone que hay que hacer ahora para ser moderno. Se me da muy bien hacer el imbécil", bromeó.
Regreso al pasado
Y de esa manera salió el tema de ligar y cómo ha cambiado con el paso de los años. "Cuando empezaron a salir las apps para ligar eran para raros, y ahora todo el mundo está metido, ¿qué os parecen?", introdujo Pablo Motos. Para Quim Gutiérrez: "Hay gente que te dice que se ha perdido la magia, pero, ¿dónde está la magia a las 6 de la mañana cuando te estás tambaleando? Acorta mucho los pasos y es más fácil de acertar que en una discoteca".
Después de ver el trailer de la película, Gutiérrez confesó que a los 16 años llevaba el pelo exactamente igual que el personaje que interpreta. Pablo Motos subió el nivel contando que "parecía un miembro de Locomía", pero ninguno de ellos logró superar a Natalia Tena: "Yo es que tenía piojos, de verdad, tenía rastas, piercings que se me caían jugando al fútbol… No ligué nada. Me tuve que rapar el pelo, tenía un look muy feo".
No sería la única perla que dejaría la londinense. Tras explicar una teoría sobre que no pasa los castings si está obsesionada con el papel, contó cómo se presentó al proceso de selección para Juego de Tronos: "Había venido de un festival y había cogido una corona de flores y un vestido marrón. Llevaba unas esposas. Pensarían que estaba loca y creo que les gustó. Lo visualizaba a ese personaje como un mapache”.
Confesiones
Antes de dar paso a las hormigas, la actriz aseguró que no robó nada del atrezzo de Harry Potter, aunque lo intentó: "Traté de llevarme un acordeón, pero me dio cague”.
Después de la entrevista, llegó la sección de Nuria Roca (47) que se descolgó con una confesión: “Mi propósito de este nuevo año es correr un maratón y me lo he tomado tan en serio que voy a participar en el de Nueva York". A colación de este mensaje, Pablo Motos también reveló que en este 2020 está introduciendo un alimento que hasta ahora no estaba en su dieta: el pescado. "Me daba cosa el olor del pez y la textura en la boca".
Tras ese inciso, Nuria Roca volvió a centrar el protagonismo. Explicó que se había sometido a una prueba de esfuerzo para descartar cualquier problema físico para preparar el maratón, aunque parte con un pequeño hándicap: "Del verano a acá se me ha ido la mano con el queso, cuando me subí a la báscula casi me caigo del susto". A pesar de ello, parece que su propósito va en serio: "He visto unos billetes baratos y me he ido a Nueva York para conocer el recorrido y visualizarme cruzando la meta".
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