Antonio Resines (65 años) ha abierto este viernes la puerta de su casa a Bertín Osborne (65) para su programa Mi casa es la tuya. A pesar de que Jesús Bonilla (64), actor que le acompañó durante años en la serie Los Serrano, también estaba presente en la mesa de comensales, quien mayor protagonismo acaparó fue el expresidente de la Academia de Cine.
Bertín llegaba al gran y luminoso apartamento de Resines para charlar durante horas y conocerle más a fondo. Y es que la trayectoria laboral del actor es archiconocida por el público pero su vida personal siempre ha permanecido bien oculta hasta que Telecinco ha conseguido adentrarse en su privacidad y conocer aspectos de su vida más íntima contados por él mismo.
Quien fuera el marido de Belén Rueda (54) en la ficción comenzaba hablando de su infancia y adolescencia: "Era un estudiante apañao, no de los buenos pero cerca de los mejores". Empezó estudiando Derecho por seguir "la estela de su padre", pero descubrió gracias a unas tutorías la facultad de Ciencias de la Información Audiovisual "y me encantó".
Creció y llegó el momento de hacer la mili. "Yo era el cargador de carros de combate y estuve a punto de ir a Sahara", ha comentado, al mismo tiempo que revelaba por primera vez que tuvo un trato difícil durante el servicio militar debido a sus antecedentes penales.
En la época franquista le detuvieron por ir contra el orden establecido. "Encabecé una manifestación en la que gritamos 'Rector, bastardo, que te has vendido al Pardo'. Nos juntamos muchísima gente y teníamos que ir a Plaza de Castilla y para ir hasta allí no se nos ocurrió otra cosa que secuestrar un autobús que resulta que estaba lleno de policías. Me detuvieron y mi padre tuvo que pagar 100.000 pesetas de fianza", narra.
"En la mili estaba siempre en el calabozo porque tenía esos antecedentes penales" pero "cuando murió Franco los antecedentes desaparecieron porque en realidad no había hecho nada malo, no era un delincuente".
Avanzaron los años y tuvo que labrarse un futuro. "Mi padre me colocó en la construcción mientras me buscaba la vida en el mundillo de la interpretación. Comencé a hacer mis primeros cortometrajes y obras de teatro, ganaba en total mis 14.000 pelas, era capitán general, vivía en casa de mis padres así que no gastaba nada", cuenta recordando sus primeros pasos.
Ana, su mujer: así se conocieron
"Nos encontramos en un semáforo, ella iba con una amiga, y yo con un amigo. Ellas ligaron con nosotros y fuimos a tomar algo y hasta ahora. No cuento nada más, que lo cuente ella", comenzaba a relatar Antonio Resines.
Enseguida la propia Ana quiso matizar y extender la historia: "Yo iba con mi amiga y me dijo de repente: 'Nos siguen'. Así que le dije: 'Vamos a separarnos, tú vete hacia tu casa y vemos qué hacen'. Y efectivamente nos seguían. Así que me pinté el ojo y los labios por si acaso. Y esa noche quedamos. Luego no le volví a verle hasta tres meses después porque no apuntó mi teléfono. Y me lo encontré un día por sorpresa en Sol y le dije '¿sabes quién soy?' y me dijo: 'Estoy harto de que cada vez que nos encontramos me preguntes eso. Eres Ana'. Y ese sábado me llamó, quedamos y hasta ahora".
Lo curioso de todo es que duermen separados en habitaciones separadas, y lo hacen así desde casi el principio. "¿Cómo has conseguido que durmáis en cuartos separados?", preguntaba interesado Bertín. "A ver, es que soy asmática...", decía Ana, "Es que ronca", decía él.
Entonces Ana decidió explicarse: "Te cuento. Un día fuimos a Córdoba de viaje romántica. Cenamos en un restaurante genial, caminamos del brazo....todo muy romántico. Nos acostamos la primera noche. Me duermo y me despierto y le oigo llorar. ¿Qué pasa? ¡Nada! ¡Duérmete! Es que roncas tanto que no soy capaz de dormirme, estoy agotado".
Resines quiso intervenir para terminar la historia: "Nos volvimos a Madrid y le dije: 'A partir de ahora en mi puta vida vuelvo a dormir contigo'. Y lo peor es que eso nos sale carísimo porque cuando vamos a los hoteles hay que coger dos habitaciones separadas, y que no estén comunicadas porque también se oye".
Su hijo Ricardo, el 'anónimo'
Antonio Resines tuvo un hijo de su anterior relación con Marisol de Mateo. "Yo me quedé con mi hijo desde los 8 años hasta que se fue de casa. No soy el mejor ni el peor padre, he estado mucho tiempo fuera. Nos hemos peleado pero he sido un padre normal", ha explicado.
Ricardo también está metido en el mundo artístico, trabaja en dirección, pero se ha labrado su camino sin el impulso de presentarse ante el mundo como 'el hijo de'. "Nunca he contado que es hijo mío, él es Fernández, que ese es mi verdadero primer apellido, Resines lo lleva de tercero", desvela el actor.
Su problema de salud en 2015
No fue un problema, fue "un problemón", según cuenta el propio Resines. "Un día me aplasté la mano y fui al médico. Y no sé cómo de repente el doctor me dijo: 'Tú tienes anemia'. Yo no me sentía mal ni nada pero me hicieron una colonoscopia porque estaba perdiendo sangre y me detectaron un cáncer, en la zona colorrectal, me operaron y me lo pillaron justo a tiempo".
Pero lo peor llegó días antes de la operación oncológica: "En las pruebas preoperatorias el anestesista me preguntó si me ahogaba cuando subía un segundo tramo de escaleras y en esa época me ocurría eso. Así que me soltó: "Tú tienes una angina de pecho'. Me metieron en el quirófano directamente. Tuve una suerte de cojones, me lo pillaron justo a tiempo y muy localizado", ha revelado ante la atenta mirada de Bertín.
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