Irene Rosales (29 años) ha reaparecido en Viva la vida este domingo después de que su madre, Mayte Vázquez, falleciera el pasado 6 de febrero víctima de una grave enfermedad contra la que estuvo luchando durante varios meses.
La colaboradora se ha reencontrado con Emma García (46) en el plató del programa, donde la presentadora le ha mostrado todo su cariño en un momento tan difícil para ella. La mujer de Kiko Rivera (36) no ha podido evitar romperse al ver a su compañera: "Quiero dar las gracias porque he recibido todo vuestro apoyo", ha dicho entre lágrimas.
Emma ha dedicado unas emotivas palabras de bienvenida a Irene antes de su entrada en plató: "Seguro que tienes la fuerza de esa estrella que brilla más fuerte que nunca".
De esta manera, la nuera de Isabel Pantoja (63) trata de retomar poco a poco su vida normal tras el mazazo que ha supuesto para ella la muerte de su madre, con quien estaba muy unida. Así lo demostraba poco después de la triste noticia dedicándole unas emotivas palabras en su cuenta de Instagram: "Me vas a hacer muchísima falta pero tú me enseñaste a ser fuerte", escribía.
Días después de aquella dedicatoria, Irene Rosales volvía a acordarse de Mayte en una publicación, definiendo el momento como el peor de su vida: "Sé que llegará el momento en el que me haga a ello, pero pedirme eso ahora a mí misma es venirme abajo".
En los últimos días, Irene ha intentado dejar a un lado la tristeza y centrarse en su vida familiar y laboral, acudiendo a la despedida de soltera de una amiga y liderando la campaña en redes para que Anabel Pantoja (33) sea ganadora de El tiempo del descuento, cuya final se celebra este domingo.
Dura etapa
Antes de la triste pérdida, Irene Rosales se había mostrado especialmente triste en sus apariciones en el programa en el que trabaja. En una de ellas llegó a derrumbarse en directo, confesando los duros momentos que estaba viviendo por los problemas de salud de sus padres.
Era entonces cuando la colaboradora hablaba por primera vez de la enfermedad de su madre, desvelando que estaba "muy malita" sin poder contener las lágrimas. Para ella, su progenitora ha sido un pilar fundamental y la define como "una mujer que ha estado cuidado de todo el mundo, pendiente de todo el mundo y priorizando el bienestar de los demás por encima del suyo".
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