Aunque últimamente El Hormiguero había apostado por juntar (aunque sea a través de videollamadas) a invitados del mismo ámbito, este martes el programa de Pablo Motos (54 años) rompía esa ley no escrita, ya que estuvieron charlando con una actriz, Carmen Maura (74), y un piloto de motociclismo, Marc Márquez (27).
Lo que no varió fue la estructura del talk show, comenzando por el consejo de Motos, este martes centrando en el discurso mental que solemos hacer con nosotros mismos: "Si esas conversaciones las viéramos en otra persona pensaríamos que es un maltratador. Hay otro yo que está continuamente diciendo cosas y es destructiva, te dice que no eres el mejor en muchas cosas. ¿Cómo controlamos ese bicho? Tienes que hacerte amigo de él. Si lo logras, cuando acabe la cuarentena te irá mucho mejor. Yo, personalmente, lo enfoqué en una persona a la que siempre le hablo bien, incluso cuando hace cosas mal, y traté de adaptarlo a mí. Cuando lo haces durante un tiempo, tienes unos resultados increíbles: no te martirizas con los errores y te das cuenta de que eres más valiente de lo que piensas", explicó.
Posteriormente, ya durante la tertulia, Yibing contó cómo será el fin del confinamiento en Wuhan: "La gente no podrá salir de casa más de dos horas cada día. Si rompes esa norma, te dejarán salir solo una vez cada tres días". En relación a esto, Cristina Pardo (42) valoraba que "es brutal pensar que se acaba la cuarentena y que solo pueda salir una persona de cada familia durante dos horas". En el terreno de la salud, la colaboradora china enfatizó que "personas que hayan tenido síntomas leves de coronavirus sí que pueden volver a dar positivo". Además, se están haciendo leyes para prohibir comer animales salvajes.
Rivales, codo a codo
Tras algunos comentarios más relacionados con la actualidad donde Cristina Pardo tuvo protagonismo, llegó el momento de entrevistar a Marc Márquez. El piloto de Cervera contó que estaba en su localidad natal "con mi familia, con mi hermano, que es compañero de equipo, ya nos hemos zurrado como buenos hermanos". "Hay normas, no se puede llegar a las manos, vale cojín y otros objetos, pero son menos fuertes que cuando éramos pequeños", recordó.
Precisamente eso, el hecho de ser compañeros de equipo, hace que este año la convivencia con su hermano Álex (23) sea un poco más competitiva: "Si uno entrena, el otro tiene que hacer una abdominal más o una flexión más". En este sentido, Pablo Motos bromeó con que hace pocos días Álex había ganado una carrera virtual en la que Marc había quedado quinto: "Este fin de semana tenemos otra y te aseguro que me va a volver a ganar. La PlayStation es para gente que tiene mucho tiempo libre. El asfalto es otra cosa, es ahí donde importa, aunque en el videojuego se va un poco más rápido".
En las anécdotas sobre la convivencia, el ocho veces campeón del mundo contó sus limitaciones culinarias: "Podría sobrevivir si estuviera solo, aunque no cocino mucho hago algo a la plancha, un poco de pasta…". Este confinamiento se le está haciendo un poco más duro a Márquez que lleva sin coger una moto "desde el viernes que empezó la cuarentena". "Ahora estoy haciendo solo mantenimiento porque no sabemos cuándo volverá esto. Tenemos la misma información que puedas tener tú o cualquier aficionado, aparte de lo deportivo deseo que todo vuelva a la normalidad en lo referente al mundo", detalló.
Por último, y a modo de moraleja para todos los telespectadores, Motos quiso saber cómo se recupera Marc Márquez cuando le sale algo mal: "Lo primero es estudiar por qué ha ido mal para tratar de que no vuelva a suceder. Luego hay acción-reacción, si ha habido un golpe, ponerte hielo para que no duela más". Este comentario llevó a hablar de una de las situaciones que ha marcado la trayectoria reciente del piloto: "Con el hombro sigo dale que te pego. Me operaron en noviembre, la operación de este año ha ido peor que la del anterior, tocaron el deltoides, no se paralizó del todo pero costó que se activara. Han sido cuatro meses duros pero se está recuperando bien el hombro".
En soledad
Poco después llegó el turno de Carmen Maura, que apareció acompañada de su perro y una sonrisa, aunque la profesión, como demostró acto seguido, iba por dentro: "No tengo el cuerpo para jotas, la verdad. No soy muy negativa, hago muchas cosas pero estamos ya en la cuarta semana…He seguido tus consejos, me dio un tirón por bailar como dijiste. Creo que hay que cuidarse mucho, sobre todo los que estamos solos. Aparte de la gimnasia, hay que tener mucho cuidado con la cabeza. Hay días que te levantas y te parece que todo esto no es verdad".
Ante tanta actividad que se está buscando la sociedad durante la cuarentena, la actriz también quiso valorar que "hay días de la semana que hay cogérselo como ‘día pijama’, si te apetece no hacer nada, no pasa nada, o puedes hacer limpieza si te apetece".
Pero sin duda, el punto donde se vio la tristeza que acompaña a Carmen Maura fue a la hora de hablar del fin del confinamiento: "Luego hay otra cosa fuerte, que como tienes más de 70 años eres población de riesgo. Al parecer, han propuesto que cuando se comience a dejar salir a la calle, nosotros iríamos los últimos".
Para rematar, ante los problemas de conexión que estaba experimentado la actriz, Maura se despidió contando que tiene "dos proyectos bonitos: la obra La golondrina que lo voy a hacer en francés, y un papel para una serie que me ha gustado".
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