No hace demasiado tiempo que visitaron El Hormiguero pero, curiosamente, en ambos casos lo hicieron acompañados. En el caso de Pablo Alborán (30 años) corría el mes de noviembre cuando presentaba en el talk show un nuevo single junto a Ava Max (26). Por su parte, Anna Castillo (26) lo hacía en enero junto a Luis Tosar (48) para hablar de la película ADU. Este lunes, los dos volvieron a ser invitados al programa de Pablo Motos (54), pero esta vez de forma individual y a través de la videollamada, el recurso al que se están aferrando numerosos programas de televisión para dar cabida a entrevistas en directo en esta crisis del coronavirus.
Pero antes de ello, Motos, como viene siendo costumbre, se marcó un monólogo con consejos para sobrellevar el confinamiento: "Quería pensar un momento en voz alta en el punto en el que estamos ahora mismo: estamos sufriendo un trauma colectivo. Encima no nos podemos abrazar que es lo que más calma a una persona cuando está en un trauma. Lo mejor es pensar en el día a día, no ver las noticias todo el día, en casa estar en paz, elegir la paz en lugar de la razón. Por ejemplo, yo con mi socio, Jorge Salvador, tenemos una bandera blanca que ahora sacamos de vez en cuando. Otro consejo es olvidar el calendario. La cifra de muertos va a bajar pero va a haber que seguir en casa, por lo que el bicho del aburrimiento vas a tener que matarlo haciendo algo. Y, por último, recordar una frase: el pájaro no es feliz porque canta, canta porque es feliz".
Cocina y cámara
Tras el speech de turno y la conversación informal con Marron (40), El Monaguillo (46) y Luis Piedrahita (43), llegó el momento dar paso a la primera entrevista, con Anna Castillo, marcada por los problemas de conexión de la videollamada. Antes de ello, la actriz se mostró muy contenta de ver a los miembros del programa: "Ojalá me dejaran ir”, aseguró. Uno de los pasatiempos de la actriz barcelonesa está siendo la gastronomía: “Tengo de todo, estoy cocinando cosas sanas que salen ricas, otras que no están muy allá y algunas que son pasables. Mi tope ha sido unas carrilleras, me lo curré mazo, estuve tres horas haciéndolas a fuego lento. Luego intenté hacer una pizza con base de coliflor y me quedó fatal, la tuve que comer con cuchara".
Una de las curiosas de estos días que desveló Pablo Motos es que Castillo está grabando un vídeo diario para que las próximas generaciones sepan cómo ha sido esta etapa: "Tengo una cámara de los 90 y estamos grabando cada día un poquito, aunque hago trampas, porque los momentos malos no lo estoy grabando. Tengo momentos de bajón en general, aunque tengo la suerte de que mi familia está bien".
Tras el primer fallo de conexión, contó que el día anterior había visto A ghost story y le hizo llorar mucho. Otro nuevo problema precedió a la pregunta sobre la serie La línea invisible, de Movistar+. Una vez recuperadea la conexión, la actriz explicó que "cuando empecé la serie no tenía ni idea de cómo había sido el origen de ETA y es muy interesante. Nos ha salido una serie bastante guay, creo que es interesante de ver, también por conocer. Mi personaje existió en la realidad. No pude documentarme con ella, pero sí que pude hablar con gente que la conoció y cuentan que entró siendo muy joven y era la novia de uno de ellos. Hemos llegado a la conclusión de que era una chica que tenía poco que perder, muy idealista. Luego le pasaron cosas, que se ven en la serie, que le hicieron replantearse cosas".
Antes de despedirse, la actriz quiso "mandar un abrazo gigante a todos, que saldremos muy pronto de esta y que si tienen un tiempo vean la serie. Ojalá nos veamos pronto en persona".
Acordes solidarios
El otro gran momento de la noche llegó con la entrevista a Pablo Alborán. En el caso del artista malagueño, además de conocer cómo está pasando este confinamiento, la invitación no podía llegar en mejor momento, puesto que acaba de lanzar un nuevo tema, Cuando estés aquí, que apela a los sentimientos derivados de la situación actual y lo hace, además, con un trasfondo solidario: los beneficios recaudados serán destinados a UNICEF.
"Ahora estoy feliz, os llevo viendo un rato y hacéis feliz a la gente. Estoy pasando el confinamiento en Málaga, con mis padres, tengo esa suerte de estar acompañado, que al final es un privilegio enorme". Comentó el cantante, quien justo después de esa presentación habló del single en cuestión: "Es un mensaje de reflexión y perspectiva, empecé a escribirla en el inicio del confinamiento, cuando veíamos la histeria pero también la solidaridad. Surgió la inspiración y compuse esta canción, que creo que manda un mensaje de esperanza". Tras esa descripción, Motos pidió al autor que cantara un poco ese tema. El malagueño estaba preparado, y guitarra en mano, se arrancó en directo a cantarla:
Tras ello, Pablo Motos quiso saber si durante el proceso de composición ya sabe si está haciendo una canción buena: "Las canciones no son buenas o malas. Sobre el juicio sobre mí, soy muy raro, me gusta dejar reposar las cosas y me canso si siento que hago lo mismo. A veces hay un motor que notas. Por ejemplo, este tema salió del tirón. También me ha pasado que he compuesto una canción por la noche que creo que es buenísima y por la mañana me parece horrible", describió.
El que no pudo salir en cámara es su perro: "Es espídico, he tratado de tenerle aquí, pero es imposible, lo destroza todo. Los animales no salvan la vida en muchas ocasiones y pido por favor que no los abandonen".
Para acabar respondió a la pregunta sobre dónde le gustaría dar el primer concierto después de esta crisis: "En cualquier lugar. Todo el mundo está pensando cómo lo vamos a hacer para los conciertos, para mí el hecho de que me dejéis cantar aquí ya es bueno. Prefiero pensar en el hoy que en lo de mañana, que es incierto. Te diría que Málaga, porque es mi tierra y fue mi primer público, pero allá donde pueda haber gente".
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