Noche intensa en la final de Supervivientes 2020. Este jueves se ha fundido a negro el reality estrella de Telecinco y lo ha hecho de una manera muy especial, ya que este 2020 ha sido la edición más larga y extrema de su historia. Ana María Aldón (42 años), Hugo Sierra (45), Jorge Pérez (37) y Rocío Flores (23) se han disputado el premio de 200.000 euros en una gala cargada de nervios, emociones y reencuentros. Finalmente, el ganador ha sido Jorge Pérez con un 81,6 por ciento. El porcentaje más alto de todos los ganadores. Lo ha proclamado Jorge Javier Vázquez (49) entre una gran emoción. Se ha tratado de una gala trepidante en la que, como viene siendo habitual, se han celebrado dos pruebas y un televoto.
El duelo a cuatro terminaba cuando el televoto ha dictaminado que debía ser Hugo Sierra quien abandonaba el concurso como el menos votado de la audiencia en su duelo con Jorge. La expareja de Adara Molinero no lo ha encajado nada bien: "Eso me pasa por tener la boca grande, a veces por mi forma de ser, muy visceral, muy polémico y no callarme nada. Porque de eso se trata, de ser real, pero eso la gente no lo entiende. Lo ve como un defecto y no como una virtud". Unas declaraciones que han despertado controversia en las redes, pero la decisión estaba tomada. Él no era el favorito.
Pero ahí no acababa la cosa. Todavía les quedaba a los concursantes Ana María y Jorge -tras caer Rocío Flores en la primera prueba-, batirse en duelo en la apnea, algo que superaba la mujer de Ortega Cano de manera sobrada. Por tanto, se convertía en finalista. Quedaba el último televoto entre Rocío y Jorge con el final que todos conocen.
Lo cierto es que hasta este jueves ni los espectadores del programa ni los más experimentados colaboradores de Mediaset habían llegado a un consenso sobre quién tenía más opciones al título, pues cada uno de los cuatro concursantes aterrizaba en Honduras con un perfil, una evolución y un punto fuerte distinto. Sea como fuere, han sido cerca de 15 semanas de concurso en las que los hondureños han demostrado su capacidad de supervivencia y de convivencia, su pericia para pescar y superar las pruebas. Días de hambre, de peleas, de climatología adversa.
En concreto, Jorge Pérez era, sin duda, el más desconocido para el gran público, más allá de esa foto, vestido de Guardia Civil, que se hizo viral en la redes. Han pasado dos años desde que su rostro se hiciera viral por las redes, pero su popularidad ha seguido creciendo. El concurso ha sido su primer contacto con la televisión. Muchos lo han calificado como el guerrero silencioso de la edición. Proclamado como el concursante menos polémico de la edición y a pesar de ser acusado de 'no mojarse', Jorge siempre ha defendido otro tipo de concurso, basado más en la supervivencia que en el conflicto.
No obstante, Jorge ha hecho de todo en el reality: ha pescado, ha ganado pruebas, ha hablado de su vida personal cuando ha tocado y, para muchos, ha sido el concursante que ha aportado estabilidad y paz en Honduras. Es cierto que sus méritos para estar donde está han sido otros e igual de válidos. Desde su comienzo, se convirtió en el eterno nominado por sus compañeros, quienes, sin embargo, fueron abandonando uno a uno su experiencia en la isla con cada salvación del guardia civil debido al gran cariño que ha sabido ganarse entre la audiencia.
El guardia civil es la prueba viviente de que se puede destacar en un reality sin entrar en polémicas y se ha salvado de la expulsión hasta en siete ocasiones, contra rivales que a priori tenían más opciones de permanecer en la isla. Días antes de la gran final, Jorge hablaba así de su autenticidad en el concurso: "Es una satisfacción poder haber mantenido mis valores y mis principios". Y no solo eso. Confesaba no cambiar tampoco nada de su paso por el programa, ni los 17 kilos que ha perdido en tres meses.
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