A El Hormiguero le llegaba el turno de poner el broche a una nueva semana de su particular desescalada y para ello apostó por dos personajes de dos ámbitos recurrentes: la música y el cine, emulando al programa del día anterior. En esta ocasión, los invitados de forma virtual fueron Ricardo Darín (63 años) y Niña Pastori (42).
Antes de que los entrevistados coparan el protagonismo, había cierta incertidumbre sobre saber qué tema trataría Pablo Motos (54) en su monólogo. Hicieron falta pocos minutos para salir de dudas: “Hoy quería comenzar hablando de los corruptos, de los ladrones. Nos gusta pensar que nuestra conducta es intachable, pero puede que todos seamos un poco chorizos. Un economista del comportamiento hizo experimentos sobre cómo falla nuestro sistema moral. Dio a unos alumnos un examen con 20 problemas y muy poco tiempo para resolverlo. Les daría un dólar por cada problema resuelto. La media de aciertos fue cuatro”.
El presentador de El Hormiguero siguió contando la historia: “Después les dijo que, en otro examen, rompieran el folio y dijeran de viva voz cuántos problemas habían resuelto. La media subió a siete. El último extremo fue decirle a los alumnos que al final del pasillo había un tarro con todo el dinero, que cada uno cogiera lo que le correspondiera. El resultado fue similar. Por todo ello, se puede decir que el dinero crea una frontera objetiva en la moral. Todos somos un poco deshonestos”, concluyó.
Mucho arte
La primera en someterse al cuestionario de Pablo Motos fue Niña Pastori, quien ha pasado el confinamiento con su marido y sus dos hijas: “Son niñas muy obedientes y estaban pendientes de lo que estaba pasando. Son también muy caseras, como nosotros. Ha sido para ellas fácil estar en casa, les ha costado ahora salir, sobre todo a la pequeña, María. Hemos ido a comer un día fuera, antes de eso salió con nosotros a comprar y fue muy difícil, a pesar de tener la playa al lado. También es verdad que mi marido y yo somos muy cagones. En el confinamiento solo ha salido Chaboli, él hacía la compra”.
Durante este tiempo, la gaditana ha aprovechado el tiempo: “Hemos estado componiendo y comiendo, voy a dar un reventón, Pablo de mi vida. Mi debilidad es el jamón, me vuelve loca, el marisco también me gusta mucho. Me he puesto morada. Había momentos que era una locura, entre preparar el disco y las niñas con el cole”.
Antes de seguir contando algunos aspectos de sus últimos meses, Niña Pastori quiso mandar “un mensaje de cariño para toda la gente que ha sufrido esta enfermedad. Los ciudadanos hemos sido un ejemplo, creo que somos el país más bonito del mundo. Ver a la gente volcada con los sanitarios… ¡Olé nosotros!”.
El fruto de todo el trabajo comentado anteriormente se verá en breve. Para ir abriendo boca, la artista gaditana contó algunos detalles de ese nuevo LP: “Quiero dar un disco con alegría, porque somos gente que creo que pasamos página y es lo que hay que hacer ahora. Hay alguna cosita que te puede salir relacionada con esto, también porque el primer mes fue muy fuerte, pero luego fuimos remontando y quiero hacer un disco alegre, que la gente baile y cante”.
Antes de despedirse, y a petición de Pablo Motos, Pastori se arrancó a capella para cantar su famoso tema ‘Cai’.
Otra visión
Y desde Cádiz hasta Argentina para entrevistar a Ricardo Darín, quien está en Buenos Aires. “Yo llevo cuatro años y medio aquí encerrado”, dijo con sorna. En realidad son ya 85 los días que lleva confinado el actor. “Hay un dato muy importante: el estado anímico tiene que estar alto porque afecta al sistema inmunológico”, enfatizó.
Sobre cómo está viviendo su país esta crisis, Darín contó que “lamentablemente estamos entrando en el invierno, está haciendo frío. Cuando comenzó esta locura teníamos un clima agradable. La segunda buena medida fue tomar el aislamiento de forma temprana. Eso hizo que se ganara tiempo respecto a la famosa curva. Ahora estamos en un momento complicado, porque los contagios han crecido, sobre todo en zonas vulnerables. La preocupación es cómo controlar eso”.
En relación al futuro a corto plazo desea que “ojalá nunca lleguemos al pico, pero las noticias nos dicen que los próximos 15 días serán los más duros. Es complicado. Pero hay lugares en Latinoamérica, como Brasil o Perú, que lo están pasando peor que nosotros. Dicho con el respeto a las familias que han perdido seres queridos, como ha sucedido en España”.
Preguntado por qué labores estaba realizando en este tiempo que estaba en casa, Darín fue sincero: “No soy muy bueno en nada. Intento cosas. Trato de incorporar conocimientos y como todos hemos recuperado el valor de la tarea titánica que suponen las labores domésticas. Hay que dar un aplauso a las amas de casa”.
Durante un tiempo, el piso de Ricardo Darín contó con dos inquilinos de excepción, su hijo Chino (31) y su pareja Úrsula Corberó (30). “Fue intenso, pero en el mejor de los sentidos. Fue una suerte que a los dos los pillara la pandemia aquí. En realidad Úrsula quedó atrapada aquí, porque se cancelaron todos los vuelos. Y a Chino le pasó algo similar. Estuvieron con nosotros dos meses y fueron una gran compañía. Nos ayudaron con las tareas y tuvimos la oportunidad de conocernos más en profundidad. No sé si todo el mundo estaba preparado para convivir tanto tiempo con la familia. Nos hemos llevado muy bien, y ahora les estamos echando de menos”.
La entrevista se cerró con una profunda reflexión de Ricardo Darín a partir de una máxima de la persona que le dirigió en la película ‘Nueve reinas’, Fabián Bielinsky: “No solo fue un gran director, sino uno de mis mejores amigos, uno de los tipos más honestos y derechos que yo haya conocido. Tomé esa frase, vivir para aprender, porque cuando uno se cree que lo sabe todo se equivoca. Se puede aplicar perfectamente a esto que estamos viviendo. El conocimiento es poder”.