Genio y figura, Omar Montes (32 años) ha pasado en poco tiempo de ganarse la vida en el humilde barrio carabanchelero de Pan Bendito (Madrid) a tener unas ganancias estratosféricas. ¿El motivo? Su fulgurante carrera en el mundo de la música y sus apariciones en televisión. En este caso es difícil saber qué fue más importante, dado que en 2015, si bien es cierto que Montes ya había firmado varios éxitos, su popularidad subió como la espuma al participar en Gran Hermano VIP 6 con la que entonces era su pareja, la hija de Isabel Pantoja (63).
Desde entonces, prensa del corazón aparte, su vida ha dado un giro de 180 grados. Artistas de la talla de Ñengo Flow o Bad Gyal (23) han colaborado en algunos de sus temas, disparando el número de reproducciones en plataformas como YouTube o Spotify y, de paso, engordando su cuenta corriente de forma notable. Este último detalle se suele notar en la apariencia de un Omar Montes que suele hacer gala de una ostentación en forma de relojes caros o coches de alta gama.
Con todos estos ingredientes, qué duda cabe de que cualquier paso que da el cantante de trap no pasa desapercibido, para bien o para mal. Sin ir más lejos, durante el confinamiento decretado con el Estado de Alarma, Montes fue noticia por haber celebrado una fiesta ilegal. Aunque trató de excusarse, días después reconoció en su visita a El Hormiguero que su actuación no había sido la correcta: "Di una imagen horrorosa", comentó.
Hilo de una historia
Al margen del mal ejemplo que suponía ese comportamiento, hay que destacar que el evento fue un riesgo para la salud del propio artista. Así ha quedado de manifiesto recientemente, tras conocerse una enfermedad que padece, aunque para conocerlo, cómo no, primero tuvo que verse envuelto en la polémica.
El pasado día 12, Omar Montes mostró la cara y la cruz de la misma moneda. Mientras por la mañana exhibía su lado más solidario al participar en un acto para el Banco de Alimentos, por la noche cancelaba una actuación prevista en el local Marenostrum. La organización lanzó un comunicado detallando que todo quedaba cancelado porque el cantante no llevaba mascarilla: "es una medida que lamentamos, principalmente por todos los seguidores del artista, que no podrán disfrutar de su música en directo, pero creemos que no se puede ser tibio con estas cuestiones ni tolerante con actitudes que perjudican a todos".
Dado que esas explicaciones no parecían convencer a sus seguidores, el propio Montes usó su perfil de Instagram para ampliar los detalles: "No me han pagado ni un duro. Yo soy una persona de riesgo, tengo la enfermedad de la polinosis. Me han llevado a un banco de alimentos y cuando he dado el cheque del dinero ha empezado a aparecer un montón de gente y le he dicho al organizador que no llevaba mascarilla, que ya se lo había avisado antes, cualquier persona me puede pegar algo".
En realidad, el madrileño sufre una variante del asma conocida como enfermedad del Heno, aunque científicamente se denomina Rinitis alérgica. Se trata de una reacción alérgica a diversos elementos, como el polen, los ácaros o la saliva de determinados animales como perros o gatos. Esto provoca que el paciente padezca síntomas parecidos a un resfriado: estornudos, secreción nasal y picor de ojos.
En este sentido, cabe recordar que los pacientes como Omar Montes que padecen asma están dentro de la población de riesgo en lo que se refiere a la Covid-19, ya que se trata de un problema respiratorio que se puede ver potenciado por el temido coronavirus.
En cuanto a su tratamiento, además de evitar la exposición a los elementos que le causan alergia, Montes debe seguir un tratamiento farmacológico que puede incluir corticoides nasales, antihistamínicos, descongestionantes e incluso corticosteroides orales.
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