¿Se está agotando la fórmula secreta de Sálvame? Esta cuestión es la que posiblemente se esté barajando en los despachos de Mediaset y en la mente de Paolo Vasile (67) respecto al programa que durante más de una década tantas alegrías les ha dado. Desde que en el año 2009 incursionara en la pequeña pantalla, el formato captó de inmediato la atención de la audiencia y creó en sí mismo una nueva manera de hacer televisión.
Los colaboradores del espacio que ocupa las tardes de Telecinco se convirtieron en personajes con peso propio en la prensa del corazón, y sus tramas personales eran comentadas en todos los rincones del país como si de celebrities se tratase. Un fenómeno de masas del que no muchos programas pueden presumir y que ahora parece desvanecerse.
El estreno de Pasapalabra en Antena 3, en mayo del 2020, tras 12 años de emisión en Telecinco, no asustó en un primer momento a la cadena de Fuencarral. Los discretos datos que en un comienzo cosechó Roberto Leal (41 años) en el concurso hizo pensar que la batalla estaba ganada por la cadena de Vasile. Una sensación efímera, dado que muy pronto comenzaron a cambiarse las tornas. El formato, ahora presentado por el sevillano, entró en competencia y desde Sálvame han intentado estos meses apostar fuerte para mantener intacto su trono en las tardes. Estrategia que no está generando el resultado esperado.
Ambos formatos han estado muy igualados en lo que a audiencia se refiere desde el mes de mayo, tónica que ha acabado rompiéndose durante las dos primeras semanas de agosto. El pasado viernes 21, Pasapalabra conseguía distanciarse de su máximo competidor tres puntos de share, cosechando así un 18,2% de cuota de pantalla. Cifra que no deja en buen lugar al que hasta ahora había sido el buque insignia de Mediaset.
Las razones de esta caída son muchas y de distinta naturaleza, y es que es evidente que Sálvame no atraviesa su mejor momento. El positivo en Covid de Marta López (46) -último fichaje estrella del programa tras el escándalo del Merlos Place- provocó su fulminante despido de la cadena, que aludió a la conducta irresponsable de la colaboradora por acudir a su puesto de trabajo mientras esperaba los resultados de una prueba. Todo ello, tras exponerse públicamente en redes mientras se saltaba toda las medidas de seguridad que la normativa especifica actualmente para frenar la propagación del virus.
Este hecho ha provocado que los estandartes más importantes del programa, que coincidieron con ella estando infectada hayan tenido que confinarse durante unos días para así asegurar el no contagio a más personas del equipo. Medida desesperada que ha dejado a Sálvame sin algunos de sus colaboradores más fuertes, como Gema López (49), Antonio David Flores (44), Lydia Lozano (59), Antonio Montero (57) o Jesús Manuel Ruiz (43).
A esta lista de nombres, que hace más de una semana que no pisan el plató de Telecinco, se le suman los de Belén Esteban (46) y María Patiño (49), que han estado disfrutando de sus vacaciones estivales, el de Kiko Matamoros (63), que ha permanecido ingresado tres semanas a consecuencia de tener una serie de complicaciones tras pasar por quirófano para extraerse la vesícula biliar, y el de Mila Ximénez (68), que está inmersa en su lucha contra el cáncer. Personajes que suelen generar muchas tramas a su alrededor y que habitualmente llaman la atención de los televidentes.
Como consecuencia de este hecho, el formato ha tenido que echar mano de otros colaboradores menos mediáticos y generar con ellos una serie de conflictos que parecen no haber cuajado en la audiencia. Son muchos los usuarios de las redes sociales que diariamente señalan lo "falso" que resultan muchas de las discusiones que se general en el programa últimamente. Momentos de tensión con los que el espectador cada día le cuesta más empatizar por su sospechosa veracidad.
Por otro lado, el extraño verano que estamos viviendo a consecuencia de la pandemia, provoca que los personajes de la prensa rosa no estén tan activos como en otros años. Algo que propicia que otros de menos nivel, e interés, sean protagonistas. La boda ficticia entre Fani Carbajo (35) y Christofer Guzmán (28) el pasado martes ejemplariza este hecho. El empeño de vestir de novia a la participante de La Isla de las tentaciones tras cancelar su matrimonio,no logró el impacto esperado por Sálvame, que generó un 15,9% de share con 1.415.000 espectadores en la edición Tomate, frente al 18,7% de share y 1.654.000 espectadores de Pasapalabra. Ambos en la misma franja horaria.
En las diferentes temporadas de programa a lo largo de los 11 años que lleva en emisión, varios personajes se han convertido en las estrellas del formato a consecuencia de los sucesos acontecidos en sus vidas. Belén Esteban ha sido posiblemente la persona que más veces ha vivido esa experiencia, que ha traído consigo unos excepcionales datos de audiencia, pero también cabe destacar otros colaboradores como Kiko Matamoros, Rosa Benito (63), Terelu Campos (54) o Gustavo González (54). Personajes que han ocupado horas de televisión revelando detalles íntimos de su parcela más personal, y que ya les queda poco más que contar. Motivo por el que Sálvame, quizás, tenga que volver abrir sus miras para buscar otro filón del que sacar provecho.
Los datos son evidentes y la crisis más que notoria, hecho que puede provocar grandes cambios en el formato o inclusive en la parrilla del alma máter de Mediaset. Decisiones con las que intentar seguir reinando en las tardes mediante el interés del público, destinatarios que parecen haberse cansado de la carencia de credibilidad y de la incesante repetición de historias que últimamente brinda el programa.
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