Marta López, una semana 'desaparecida': el curioso detalle estilístico que presagió su despido

La semana pasada sorprendió la repentina desaparición de Carlota Corredera (46 años) y de los colaboradores titulares de Sálvame - como Antonio David Flores (), Lydia Lozano (49) o Gema López (49) entre otros - así como la ausencia de los presentadores de Ya es mediodía, Marc Calderó y Verónica Dulanto, de los programas de Telecinco. Este movimiento hizo saltar todas las alarmas y desató todos los rumores. Mediaset había activado el protocolo de seguridad al notificarse un positivo por coronavirus entre sus empleados.

Rápidamente se hacía público que la persona señalada era Marta López (46), rostro habitual en la parrilla de la cadena en los últimos meses. Y es que su presencia se intensificó notablemente en Sálvame y Ya es mediodía a raíz del Merlo Place.

Marta, que días antes había asistido a una fiesta privada en Marbella donde no llevó la mascarilla obligatoria ni mantuvo la distancia de seguridad con el resto de asistentes- entre los que se encontraba Makoke (49)- fue despedida de forma fulminante por Mediaset. La cadena hacía público un comunicado en el que censuraba la actitud irresponsable de la colaboradora y anunciaba que a partir de ese momento prescindían de ella.

Esto fue el pasado jueves 20 de agosto y ya ha pasado una semana desde uno de los peores días en la vida mediática de Marta López. La colaboradora compartía poco antes de conocerse su despido una foto en su cuenta de Instagram -la última hasta el momento- con un vestido negro, un detalle que miles de usuarios han señalado como "un presagio de lo que se avecinaba", una vestimenta de 'luto' por el adiós de la ex gran hermana de la plantilla de Telecinco.

Efrén Reyero, con el que ha iniciado una relación hace 20 días, le ha mostrado su apoyo públicamente. Por lo demás, existe un silencio absoluto desde el entorno de la empresaria y ex colaboradora.

Diferentes fuentes aseguran que está pasando por uno de sus peores momentos y que, hundida, no puede dejar de llorar. Sin embargo, Marta prefiere, por el momento, seguir desaparecida y mantener un perfil bajo una semana después de su inesperado despido.

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