Concha Velasco (80 años), la gran dama de la escena, se ha sincerado y ha hecho repaso de su vida en el programa de Telecinco, Mi casa es la tuya, presentado por Bertín Osborne (65). La artista le ha abierto las puertas del ayuntamiento de Valladolid, su tierra natal, a Osborne. Velasco adora Valladolid, ciudad de la que se fue a los 4 años porque toda la familia se trasladó a Marruecos, como relata la protagonista: "Me fui de aquí con 4 años, pero he seguido viniendo. Aquí me han tratado con cariño y respeto, sean de las ideologías que sean".
Y añade, con nostalgia: "No me importaría vivir ahora aquí". Nacida el 29 de noviembre 1939, acababa de terminar la Guerra Civil. "Éramos tan pobres que mi madre me hacía zapatos de cartón y me pintaba las suelas. No teníamos nada. Papá era el asistente de Franco y mi madre era republicana. Mi madre era la oveja negra. Se casaron el 14 de abril. Él era alto, ojos verdes. Mi madre republicana, pero muy religiosa. Se miraron y se enamoraron", ha asegurado Velasco. Eso sí, no esconde que su padre "le daba mala vida a mamá".
Todos se fueron a Marruecos. "Enseguida nos fuimos a vivir a Marruecos, porque a mi padre le gustaba más una mora que nada. Allí viví de los 4 hasta los 10. Tengo recuerdos maravillosos. Era una época en la que la convivencia era bonita; moros, judíos y cristianos. Soy tolerante por eso, por la época que viví en Marruecos". Nunca olvidará su Primera Comunión: "Allí hice la Primera Comunión. Fue muy triste para mí. Tenía a mi hermano con ganglios, mi padre con úlcera de estómago y a mi madre ya le dio el primer infarto, porque soportar a papá... Entonces, ella pidió un traje a una tía mía, porque no teníamos dinero, y me fui sola a hacer la Comunión. Nunca comprendí de mi madre cómo me mandó sola a hacer la Comunión".
Regresó a Madrid con 10 años. "Me encontré con un Madrid muy triste. Llovía". Se hizo amiga de Augusto Algueró: "Lo conocí en el conservatorio. Era un virtuoso del piano. Nos hicimos íntimos amigos. Yo quería ser bailarina, y tuve una beca de honor para estudiar en Inglaterra. Soy Doña Matrícula de Honor". Recuerda que en esa época parte de su familia, la más adinerada, nunca trató bien a su madre, la pobretona. Con respecto a sus padres, una de sus confesiones más sorprendentes ha tenido que ver con el fallecimiento de su padre, ya que, según relata Concha, murió un día como consecuencia de un empacho de fabada: "Se bajó del caballo, se tomó una fabada y una botella de vino tinto y se quedó en el sitio. Murió de un ataque de fabada".
Católica practicante, Concha sostiene que reza un Padrenuestro todos los días: "Lo peor que he llevado este confinamiento es que no he podido ir el Domingo de Ramos a comulgar. Soy católica practicante. He sido socialista, aunque ahora no soy nada porque no quiero serlo, y católica. La gente no entendía que fuera socialista y religiosa". Confiesa que con 80 años ya casi no peca: "Quiero pecar cada vez menos, como sé que me queda poco... Estoy preparada. He decidido que no quiero odiar a nadie. Bueno, a algunos. Pero quiero ser mejor persona".
La pregunta incómoda de Bertín
En relación con los novios, Concha asegura: "No he tenido muchos novios. Yo no he sido Mata Hari, he tenido tres. He tenido novio, amante y marido. José Luis Sáenz de Heredia fue mi primer novio. Era un señor inteligente, culto y preparado. Pasé de él a Juan Diego. Solo me casé con Paco Marsó". En ese punto, Bertín Osborne le ha preguntado por la identidad del padre de su hijo Manuel, algo que ha incomodado ligera y visiblemente a Velasco, quien ha argumentado: "A Manuel ya lo tenía cuando conocí a Paco. Fue duro ser madre soltera. Recuerdo que estaba rodando una película y me desmayaba mucho, y no lo sabía nadie. No quise decir quién era el padre, no. Es una cosa que no queremos... Marsó hizo de padre, un padre maravilloso y adorable. Y ya está. Hasta ahí te puedo contar".
Rápidamente, Bertín le ha interpelado por su matrimonio con Marsó, cambiando de tema. "Me enamoré locamente de Paco. Vi un día a Paco y me quedé muerta. Yo me casé y el día de la boda ya no vino a dormir. Llamé a la madre de Paco y me dijo: 'hija, ya te acostumbrarás'. Se conoce que quiso marcar el territorio. Lo que daría ahora por que estuviese vivo, lo nombro tanto. Era tan simpático. Él solo se portó mal conmigo. Mis hijos no permiten que hable mal de Paco. Ha sido muy buen padre. Solo le ponía malo que yo quisiera trabajar tanto. Le echo mucho de menos. Ha comprado pisos a todo el mundo y ha ayudado a todo el mundo".
Su amor por Manolo Escobar
Y remata la cuestión Marsó con sentido del humor: "Se portaba bien con todo el mundo menos conmigo. Tardé mucho en divorciarme, para mí lo más importante eran mis hijos y no quería darles un disgusto". Y después de Paco, ¿hubo alguien? "Después he estado enamoradísima de un señor, ese es Manolo Escobar. Todo el mundo se piensa que nos acostamos. Qué va. Anita -su mujer- y yo nos hicimos amigas. Me gustaba un huevo, pero pensé que no merecía la pena destrozar un matrimonio. En el funeral de Manolo estábamos Anita y yo en la primera fila. Le dijimos a Anita que nos gustábamos, pero decidimos ser amigos. ¿Dónde íbamos a ir él y yo?".
Franco y Hacienda
Pedro Masó le dio su primera oportunidad con Las chicas de la cruz roja. "Me pagaron 25.000 pesetas y le compré a mi madre una nevera", recuerda. Presentadora de Cine de Barrio, sustituyó a Carmen Sevilla (89), de la que guarda bonitos recuerdos. Además, rememora las épocas en las que visitaba a Franco en El Pardo y tomaba café con doña Carmen: "Todos y todas hemos ido al Pardo. Me llevó Tony Leblanc el primer año. A doña Carmen le he tenido mucho cariño y hemos comido en El Ritz. Le tenía mucho cariño, esa es mi vida y no me tengo que esconder". A Franco, sostiene, le llegó a cantar La chica ye yé.
Relajada con Bertín -"estoy siendo por primera vez yo contigo, nunca soy yo, miento mucho, engaño mucho"- confiesa que ya no tiene problemas con Hacienda: "Soy de las pocas que no debo nada a Hacienda. Nada, por eso cuando veo que alguien debe me pongo loca. He vendido mi casa, mis joyas, todo para pagar. Un año Pedro Sánchez (48) me felicitó por mi cumpleaños y le dije que ya puede estar orgulloso de mí".
En otro orden de cosas, ella es socialista de pro y recuerda su relación con Pedro Zerolo: "Zerolo y yo firmamos el matrimonio homosexual. Defendí ese matrimonio porque creo que había que hacerlo. Nos tiraron piedras y huevos. La gente me ha borrado a mí de eso. El marido de Zerolo me sigue llamando todos los días. Me siento identificada con Felipe González (78)".
En un momento dado de la entrevista, ha aparecido Manuel en escena, el hijo de Concha. Bertín le ha preguntado por Paco Marsó: "Era divertido, generoso, era un niño grande. Era como un hermano mayor, pero pequeño". Y reconoce: "Lo echo de menos, porque estaría disfrutando de esta comida, de todo lo que hemos hecho juntos". Cuando Marsó y su madre comenzaron a llevarse mal, Manuel ha asegurado que ni él ni su hermano, Paco, tomaron partido: "Lo pasamos mal, no se lleva bien cuando eres público, además". "Estoy convencido de que si Paco viviese, ahora se llevaría bien con Concha", ha aseverado.
Para terminar la entrevista, Concha ha reconocido que está "molesta" por no haber recibido ningún Goya; ha hablado del acoso laboral que ha sufrido -"los dos que me han acosado están muertos y de los muertos no se habla. Con uno, muy famoso, me tuve que tirar de un balcón para que me dejara en paz"-, y reconoce que Marujita Díaz la "ponía verde" en los platós: "A Marujita Díaz le dio por ponerme verde en los programas. La pagarían, o no sé por qué. Pero un día me llamó para pedirme perdón cuando estuve mala y le hice un emotivo programa en Cine de barrio".
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