En el debate de La isla de las tentaciones de este martes, presentado por el magnífico Carlos Sobera (60 años) -este hombre hace bien todo lo que le pongan- el único interés que existía para mí era conocer quién había pedido la hoguera de confrontación y, claro, como buenos zorros de la tele que son, lo desvelaron a las mil, bien entrada la noche. Un grupo de WhatsApp ardiendo: ¿será Mayka (28)? ¿será Melodie? ¿será Patricia, la nueva, que lo ha pedido, suplicado, rogado, chillado hasta la saciedad, la cansina? Pues no, la ha pedido, la confrontación, la que yo propuse, pin para mí: ¡Melyssa (28)!
Si allí existe alguien que necesita y se merece una hoguera, de verdad, esa es Melyssa. La pobre me da una pena horrible; tiene un umbral de sufrimiento casi tan gigante como los cuernos que ha de llevar a cuestas. Tom Brusse (27) es un ser despreciable. Bueno, matizo: es alguien deplorable y carente de valores para tenerlo como pareja en cualquier vida normal y corriente, pero un concursante brillante para un reality como Tentaciones. Lo está demostrando con Sandra, la pobre Sandra, que menuda hostia de realidad le espera. Confieso que con él he pasado por muchas etapas desde que se emite este percal.
Lo he insultado, lo he llamado de todo, me ha llegado a chirriar su tono de voz, su español chapurreado. Pero ya no: ahora estoy en otro proceso. Tom es un profesional, Tom ha ido allí a ganarse el pan. No me creo que Melyssa no conociese al Brusse que ve en las hogueras. Es imposible que alguien que es así en esencia no asome la patita en algún momento. Lo que pasa es que el amor nos ciega, nos vuelve tarumbas. Y lo que es peor: creemos que las personas cambian. Y no, no lo hacen. Melyssa se ha dado cuenta. Por fin ha abierto los ojos. Por eso ha pedido la hoguera de confrontación.
"Una de vuestras novias no pudo más y ha pedido una hoguera de confrontación", avanzaba Sandra Barneda (44) en el último programa. Y esa chica es Melyssa. "Si no aparece abandonaré pero no quiero que vuelva a tener ningún tipo de contacto conmigo", advierte ella. Y añade, la pobriña: "Necesito una respuesta y una explicación, sea la que sea: si se ha enamorado, si se ha vengado... pero necesito saber el por qué porque creo que no me merezco esto".
Ahora bien, aquí el debate es otro. ¿Qué nos espera esta noche? ¿Qué puede pasar en la hoguera? Las hipótesis son miles: desde que Tom no se presente y Melyssa tenga que volverse a España sola, hasta que sí lo haga y entone el mea culpa con ese timbre de voz de meapilas que sabe poner tan bien cuando le interesa. Dios, ya me muerdo las uñas. ¿Le cantará las cuarenta Melyssa por haber contado Tom esa infidelidad que ella cometió, cuando le hizo prometer entonces que jamás lo haría? ¿Le pedirá explicaciones por haber reconocido que sí tuvo algo con Liseth en aquella discoteca? ¿Le hará sonrojar por haberse besado y dejado tocar por Sandra?
Dios mío, son tantas las cosas y los escenarios que pueden ocurrir... Eso sí, yo paso por aquí a mojarme. Yo creo que ambos continuarán en el reality. Se dirán de todo, se chillarán, pero terminarán llorando y prometiéndose una segunda oportunidad. ¿Que por qué lo creo esto? Por dos poderosas razones: por un lado, porque ambos, para lo bueno y para lo malo, son dos tótem allí, la pareja más polémica, la más conflictva, la que más agita las redes -perdóname, Marta Peñate, no te fustigues por esto-, la que no pasa indiferente. Esto es así, y el programa lo sabe. Y conviene que se queden. No podemos dejar escapar a la gallina de los huevos de oro. Ellos tampoco son tontos: saben que esto pasa una vez en la vida, y aquí hemos venido a jugar. El dolor es elástico, flexible, laxo.
Eso es lo que yo creo. Ahora, también os digo que estos no duran más allá del reality. De hecho, no lo terminan ni juntos. Anoche, en el debate, entró por teléfono el padre de Tom y habló en varias ocasiones en pasado. En todo momento, de hecho. Melyssa fue la pareja de su hijo, Melyssa fue una estupenda nuera, Melyssa era buena niña. Pasado, pasado... ¡y nadie le dijo nada! Rollo: 'señor, ¡está haciéndole usted un spoiler a España entera!' Por tanto, hay que dejar muy claro que Tom Brusse y Melyssa Pinto no están juntos en la actualidad. Otra cosa es que salgan ilesos de la hoguera que se emite esta noche. Habrá que ver qué pesa más, si el amor o el show televisivo. Yo me decanto más por lo segundo. Esta noche, seguiremos informando.
[Más información: Tom Brusse, el cornudo vengativo de La isla de las tentaciones y Barneda, la dama de hierro con Melyssa]