Hagan memoria por unos instantes. ¿Cuántos de ustedes podrían nombrar a varios concursantes de una edición de Gran Hermano? Seguro que solo los más adictos a la televisión responderían satisfactoriamente, sobre todo si nos remontamos a la undécima temporada del reality de Telecinco.
Hasta aquel ya lejano 2010 miramos, no para recordar al ganador del concurso, más bien para hablar de la concursante más polémica, no solo de aquella edición, sino de toda la historia que ha forjado este concurso en nuestro país. Nagore Robles (37 años) se quedó a las puertas de la final, pero eso no significa que la audiencia estuviera con ella, de hecho llegó a recibir un 95% de los votos para ser expulsada.
Ya en esos momentos, la de Basauri exhibió buena parte del carácter arrollador que tiene. Esa característica ha hecho que Telecinco recurra en varias ocasiones a ella para darle más vidilla a ciertos programas, como ahora ocurre con La isla de las tentaciones, además de hablar de algunos aspectos de su vida privada, como su relación con Sandra Barneda (45), flamante finalista del Premio Planeta.
Por todos los aspectos detallados en las líneas precedentes, cada paso que da Nagore Robles genera debate. Basta cualquier contenido en sus stories de Instagram para que corran ríos de tinta en las redes. Sin ir más lejos, el pasado 10 de octubre, con motivo del Día de la Salud Mental, subió una foto a la que acompañaba el siguiente texto: "Quería compartir esta foto y mostrar que las lágrimas son tan necesarias como las risas, y en la redes también. Así me quedé después de llorar, de llorarte y llorarme. Estoy bien, solo que a veces necesito desahogarme y soltar lo que suelo dejar en el fondo con peso, para que no suba a la superficie. A veces porque no tengo tiempo y otras porque no es el momento", reivindicó.
En la pequeña pantalla
Sin embargo, esto no significa que Nagore tenga algún problema relacionado con la depresión. El asunto que hoy nos lleva a hablar de la vizcaína es otro hecho que hizo público a través de Instagram: Nagore Robles es intolerante a la lactosa. Sin embargo, para ser fieles a la verdad, esta circunstancia ya era conocida, cómo no, gracias a un programa de televisión, Ven a cenar conmigo. "Soy intolerante a la leche, a la lactosa y a Miguel Temprano. Es lo más cromañón que me he encontrado", explotó en una de sus emisiones tras un comentario de tintes machistas del reportero gráfico. Nagore en su pura esencia.
Estamos hablando de un asunto que cada vez es menos desconocido para la opinión pública, aunque según un estudio, más del 90% de las personas que padecen este trastorno considera que no existe suficiente concienciación por parte de la sociedad sobre este problema de salud. Pero ¿qué es en realidad la intolerancia a la lactosa? La leche tiene varios componentes, uno de ellos es un azúcar denominado lactosa, que está presente tanto en la leche desnatada como en la entera.
El problema para este sector de la población al que pertenece Nagore Robles tiene que ver con una enzima, la lactasa, que desdobla la lactosa en dos azúcares para que el intestino los absorba. Si la producción de lactasa es insuficiente, aparecen síntomas como las náuseas o el vómito.
La aparición de este problema puede tener varios orígenes. Por un lado, el hereditario, que ocurre en pocas ocasiones, por otro, como consecuencia de una enfermedad intestinal y, por último, el denominado déficit primario adquirido de lactosa, el más habitual en los pacientes y que hace que, aunque en la época infantil no se hayan desarrollado síntomas, a la edad adulta no se puedan tomar alimentos lácteos.
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