Chelo García Cortés (68 años) vuelve a jugar este miércoles en ¡Quiero dinero!, el nuevo concurso que Sálvame ha estrenado para sus colaboradores y cuyo objetivo es poner a prueba a los tertulianos a través de preguntas y retos extremos. Siempre que acepten todos los desafíos podrán conseguir 5.000 euros por tarde y la posibilidad de pasar a la siguiente fase el próximo día. Tal y como ha ocurrido con la gallega que este martes asumió todos los retos sin temor y más atrevida que nunca. El televisivo podrá participar en tantas fases como sea capaz de resistir.

Antes de que Chelo García Cortés iniciara con la dinámica, Jorge Javier Vázquez (50) explicó la mecánica del concurso. De acuerdo con el presentador de Sálvame, cada día se presentan cinco retos, ocultos en las cinco caras que tiene un diamante -símbolo del lujo y la riqueza- que ponen a prueba las habilidades de los colaboradores. Pero esto no es todo. Los desafíos también incluyen preguntas comprometidas que tienen que responder los tertulianos y que pueden afectar a otros de sus compañeros. El valor de cada uno varía en función de su dificultad: color verde, 100 euros; azul, 400; amarillo, 1.000; naranja, 1.500; y rojo, 2.000. 

Para corroborar la veracidad de las respuestas, Sálvame utiliza Kopérnica, "el método más avanzado para detectar si alguien miente o dice la verdad", según explicó este martes Jorge Javier Vázquez. Se trata de un sistema de inteligencia artificial, capaz de medir las emociones humanas, a través del reconocimiento facial, y dictaminar si los tertulianos son sinceros. Pero ¿cómo lo hace?

Kopérnica capta más de 30 emociones complejas como el remordimiento, la culpa, la vergüenza, la ira, la sorpresa, la indignación, la envidia o cualquier reacción de quien se somete a la prueba. Es una revolucionaria herramienta que analiza minuciosamente cualquier gesto, movimiento o reacción del rostro humano. Según explicaron en el programa de la tarde de Telecinco, consigue destapar las emociones de los concursantes mediante una cámara que mapea el rostro, lleva los datos a un ordenador muy avanzado que y en base a una serie de algoritmos traduce la información en emociones concretas. Esta herramienta es la única que permitirá saber de primera mano qué piensan, qué sienten y qué miedos tienen los tertulianos. 

"Una de las virtudes de este sistema es que con una profunda base científica de muchos estudios ya desarrollados en este campo es capaz de detectar el grado de veracidad del discurso una persona", explicaba en Sálvame Juan Graña, experto en Neuromarketing. "Lo que hace Kopérnica es detectar el rostro humano y jugar con las variables de ese rostro: el ceño, la mirada, el parpadeo, la dirección de la mirada... Todo eso combinado es un aprendizaje profundo que tiene la red neuronal y que puede interpretar para darnos ese tipo de datos emocionales", añadía antes que Chelo García Cortés se pusiera a prueba. 

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