Noche de robos en MasterChef Celebrity. Bueno, de robos y de tuits indiscretos por parte del programa que estoy convencido que postea alguien con mucha mala baba y al que un tirón de orejas no le vendría mal. Resulta que durante la primera prueba los aspirantes debían ejercer de 'ladrones' quitando hasta 10 productos de las cestas de alguno de sus compañeros, algo que siempre despierta no pocas suspicacias y rifirrafes en cada edición. Hasta ahí, todo normal y nada nuevo.
Eso sí, los enfados rápidamente afloran, como es lógico, cuando tu lista de ingredientes se ve recortada por esos compañeros que se dejan llevar por la avaricia y, por qué no, por la sed de venganza. Es lo que les ha pasado a muchos de los concursantes de esta quinta edición vip, que, entre broma y broma, han arrasado con los ingredientes del que tienen al lado, enfrente y detrás. Que se lo digan a Gonzalo Miró (39), al cual le han vaciado/saqueado/esquilmado la cesta de la compra, y literalmente. Se conoce que a él, que tenía hasta esta noche de martes el pin de la inmunidad, no lo soporta nadie y esta noche se lo han dejado bien claro. ¡Le han hecho bullying todos al pobre hombre!, partiendo de la base de que son una suerte de alumnos por aquello de aspirantes, ya saben.
No, no es justo lo que ha tenido que soportar Miró. ¡Envidiosos, desalmados! Con la diferencia de que Gonzalo se lo ha tomado con sentido del humor, cosa que no ha hecho Celia Villalobos (71), la cascarrabias Villalobos, como la llamo yo. Ella no conoce el humor, no para de quejarse por las supuestas malas artes de sus compañeros, según ella. Los trae de cabeza. Ve fantasmas y enemigos por todos sitios. Este martes, como no podía ser de otro modo, su cesta también se ha visto seriamente mermada por los amantes de lo ajeno, en concreto por La Terremoto de Alcorcón (49). Sabida es la tensa y difícil relación que existe entre ellas desde el minuto uno del primer programa -la Terre y Lucía Dominguín (63) son las enemigas públicas de Celia-, pero este martes ha quedado más clara que nunca la rivalidad que libran la de Alcorcón y Villalobos. La Terre la ha dejado seca de ingredientes, y Celia se ha mosqueado mucho.
"Es una prueba en la que todos dan su verdadera cara, sin saber que les están viendo", ha dicho, muy seria y picada, Villalobos. Con cara de malas pulgas. Solo ha tenido la mujer para cocinar cebolletas, hierbas y flores. Así estaba entre fogones: trinando. Con esos ingredientes ha hecho diferentes texturas; a la sal, al horno y pochada. Pero el rapapolvo se lo ha llevado igualmente La Terre, delante de sus compañeros. Tras la refriega, Celia se ha acercado a ella para pedirle perdón. "Dame la mano, mi amor", le ha dicho la expolítica.
Algo que las redes han catalogado de pura estrategia y de mucha falsedad. El problema es que no solo las redes han dictado sentencia, también la propia cuenta de MasterChef Celebrity en Twitter se ha dejado llevar demasiado dando su opinión real, y ha publicado un tuit un tanto indiscreto, partidista y muy personal, dejando en evidencia la poca sintonía del programa con Villalobos. ¡Dónde queda esa objetividad! Porque claro, yo no sé ustedes, pero yo interpreto de una cuenta oficial que todo lo que se publica en ella es, valga la redundancia, oficial. Por tanto, casado, aprobado y consensuado. Así, puedo colegir sin miedo que para los que hacen MasterChef Celebrity Villalobos es una "falsa".
"Osea, la falsedad de 'dame la mano, mi amor' de Celia es muy fuerte", han sido las palabras que se han posteado desde esa cuenta. Algo que, personalmente, no veo nada bien, ya que se está tomando claramente posición y partido en contra de Villalobos, cuando el programa no debería hacer eso. Sí bien es cierto que los mensajes que se cuelgan en esa cuenta casi siempre están cargados de sentido del humor y de mucha ironía, pero aquí, lo siento mucho, yo no veo nada de eso: atisbo verdad, cuando no animadversión. ¿Ganada a pulso? Sí. Pero no está justificada. Hay mucha verdad. Casi tanta como cuando La Terre se ha planteado robarle hasta la cesta a Villalobos. ¡Yo lo hubiera hecho!
Y, bueno, qué decir más de esta noche. Pues que ha contado con la visita de Santiago Segura (55), y que me ha parecido igual de divertida como caótica y frenética. La primera prueba, en concreto, me ha servido para comprobar que, efectivamente, Gonzalo Miró y Flo (48) no se pueden ni ver. Se hacen la vida imposible y ya dije la semana pasada que ahí no hay un gramo de teatro: lo suyo va en serio. "Le tengo ganas a Flo por estar malmetiendo con casi todo el mundo", dice Gonzalo. Ni que lo digas, hijo, ni que lo digas. Esto de los robos de ingredientes también ha provocado otra enemistad desconocida: la de Miró con Josie (40). El hijo de Pilar Miró ha llegado a catalogar a Josie como "rata de cloaca" por haberle birlado.
La verdad es que ha sido la peor noche para Gonzalo Miró, que al no tener ingredientes con los que cocinar, se ha quedado sin hacerlo. En lo que respecta a las catas del jurado, Ainhoa Arteta (56) ha salido escaldada. Su plato, Los pícaros de playa con su bañador hortera, ha recibido calificaciones como "sucio" y "no me interesa nada". Claro que el peor, con diferencia, ha sido el de Flo. "Montón de mierda", "crudo", "repugnante", "incapaz de probarlo", han sido algunas de las críticas del jurado. Los mejores de la primera prueba han sido Nicolás Coronado (32) y La Terre, quienes se han convertido en capitanes de la noche de exteriores más caótica de esta edición.
El desastre y el caos en exteriores
Tanto, que han ido todos, los nueve, a la prueba de eliminación. Para el desarrollo de la prueba de exteriores el programa ha viajado esta vez a la localidad asturiana de Ribadesella. Allí, divididos como siempre por equipos, han tenido que cocinar dos menús diseñados por Pedro y Marcos Morán -padre e hijo, al frente de unos de los mejores restaurantes de Asturias: Casa Gerardo, premiado con una estrella Michelin-. El pescado y el marisco han sido los productos estrella de dichos menús. Todo un reto que no ha estado exento de polémica. Descontrol, falta de concentración y de elaboración. Un caos que ha provocado que los jueces hayan destituido a los capitanes, tomando las riendas para que la cocina saliese a punto.
Pepe Rodríguez (52) ha cogido las riendas del equipo azul y Jordi Cruz (42), del equipo rojo. Ambos chefs se han puesto las chaquetillas y han dirigido las cocinas. "Ha sido una prueba que nos ha superado a todos", ha asegurado Nicolás Coronado, uno de los pocos que ha reconocido, sin fisuras y con humildad, que el problema ha venido por parte de ellos, de los concursantes. Los demás se han cargado de razones absurdas para escurrir el bulto. Pese a que los nueve han hecho un desastroso trabajo, Ainhoa Artera ha sido la mejor entre los peores, y por eso ha podido donar los 4.000 euros a Cáritas. Al menos, alguien ha salido ganando de este desastre sin precedentes.
"No sé muy bien qué es lo que os sorprende de este momento. Imagino que no esperaríais recibir un regalo después de lo que nos habéis hecho currar a Pepe, a Saúl y a mí", manifestaba Jordi Cruz tras exteriores. Y añadía: "Por si alguno no lo ha entendido, sí, los 9 vais a eliminación. Os lo habéis ganado a pulso. Ambos habéis cometido dos fallos básicos: mala organización y una lentitud pasmosa. No estoy ni un poquito de broma, porque si yo no entro no hubieseis salido. Hora y media de cocinado y no lo teníais ni planteado".
"Veía que ibais mal, pero al nivel de faltar elaboraciones no me lo esperaba", ha incidido en la llaga Jordi, a la que se ha sumado Pepe: "Hemos tenido que entrar dos cocineros, Saúl y yo. Las cigalas cocidas, las berzas sobrecocidas y dos horas limpiando pescado. El reloj ha sido vuestro peor enemigo y la capitana tampoco ha estado brillante. No os extraña que hayamos tenido que entrar a ayudar. El ritmo que necesitaba esta prueba no lo habéis tenido. Falsa garra". ¡La peor prueba de exteriores de toda la edición!
Expulsada (de nuevo): Lucía Dominguín
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