Son muchos los programas de televisión que se están haciendo eco del 'escándalo Cantora', especialmente en Telecinco. Este viernes Ana Rosa Quintana (64 años) dedicaba, como ha sido habitual durante toda la semana, gran parte de su sección de corazón al conflicto que existe entre Kiko Rivera (36) e Isabel Pantoja (64). Motivo por el que una de sus reporteras se ha desplazado hasta la casa del dj, en Castilleja de la Cuesta (Sevilla), para recoger sus últimas reacciones. Labor que parece haber incomodado al protagonista de la polémica a juzgar por la manera en la que ha tratado a la periodista.
La joven reportera ha preguntado al hijo de la tonadillera cómo se encuentra ante la inminente presencia de su tía, Teresa Rivera, en televisión y cómo está afrontando la presión mediática de los últimos días. Cuestiones a las que Kiko ha hecho caso omiso sin soltar una sola palabra ni mirar durante un segundo a la periodista de El programa de Ana Rosa, que pese a ser ninguneada le ha dado las gracias antes de entrar a su casa. Una situación que no ha gustado nada a la 'reina de las mañanas'.
"¿Pero para qué le das las gracias? a ver, Leticia, que eres educadísima y maravillosa, pero no sé para que le das las gracias, si ni siquiera te ha mirado", ha dicho la presentadora, añadiendo su opinión al respecto: "A ver... Kiko si no es con la hucha no habla". Estas palabras han sido contradichas por uno de sus colaboradores, Miguel Ángel Nicolás, que justificaba al hijo de Isabel Pantoja argumentando que este había hecho algunas declaraciones sin cobrar para el programa Sálvame.
"Mira, Kiko puede tener toda la razón del mundo. Pero ser educado no cuesta nada", respondía Ana Rosa, que no ha podido ocultar su visible enfado. "Kiko y cualquier persona tienen todo el derecho a no decir nada, porque nadie está obligado a decir nada, pero qué menos que decir buenos días y muchas gracias", ha afirmado la veterana conductora de televisión, que ha demostrado defender a sus trabajadores públicamente ante situaciones que considera injustas.
"Estas criaturas llevan cuatro días en la puerta de esa casa, así que... ¡Chico, este melón no lo hemos inventado nosotros, lo has abierto tú", ha añadido, para después dejar clara cuál es la labor de su reportera enviada a Sevilla: "La obligación de Leticia es preguntar. Él tiene el derecho de no responder, pero ser educado no tiene nada que ver con esto". Una defensa con la que ha dejado en evidencia la actitud de Kiko Rivera, que si bien este viernes no ha querido soltar una palabra, el pasado miércoles tras su visita a Barbate junto a sus hermanos, Fran (46) y Cayetano Rivera (43), a su tío no tuvo inconvenientes en relatar a los reporteros allí presentes cómo había sido el entrañable encuentro.
Tensiones a un lado, lo cierto es que el dj se encuentra en el objetivo de toda la prensa del corazón en estos momentos. Una realidad que viene gestándose desde hace ya varias semanas y cuyo efecto ha aumentado exponencialmente después de que el pasado viernes acudiera a la cadena grande de Mediaset para acusar a su madre por, supuestamente, haber gestionado de manera malintencionada la herencia que le dejó su padre.
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