Este jueves La casa fuerte 2 no ha podido estar más... fuerte. ¡La que se ha liado en un momento! Que menos mal, ¿eh? Porque me he dado cuenta de que la noche que no hay nada que enseñarle a Isa Pantoja (25 años) sobre la guerra de su madre y su hermano, el interés decae sobremanera. Al menos, el mío. Pero ahí estaba Marta Peñate (29), la agitadora Marta, para azuzar el avispero como solo ella sabe hacerlo. Está desequilibrada, no es alguien normal. Esto también hay que decirlo: desde La isla de las tentaciones y su ruptura con Lester, la niña quedó mal.
Pobrecita Marta, pero qué buena es la jodía en un reality. Dice que su familia le ha afeado su paso por televisión. Normal, hija, normal, y más si, como dices, vienes de abolengo pudiente. Yo tengo un familiar como tú y también torcería el morro. Como bien dice siempre Jorge Javier (50), esos perfiles tan polémicos son ideales para un concurso, pero insoportables para tenerlos en la vida diaria, normal, corriente y vulgar. Resulta que Marta odia con todas sus fuerzas a Samira. Hasta ahí, nada nuevo bajo el sol.
El problema ha venido cuando Peñate ha insinuado que Samira la quiso invitar a un viaje a Dubái con fines, digamos, aviesos, cuando no pecuniarios. Vamos, para que me entiendan, en castellano: Marta ha sugerido que Samira quería llevarla a Dubái para pasarlo bien con hombres. Ya ustedes saben. De hecho, de la propia boca de Samira ha salido la siguiente frase: "No tengo nada que esconder, no le he escrito a Marta ni para que se venda ni para comprarla". Ojo, entrecomillado. Ya ustedes, listos como son, sacan sus conclusiones. Y, claro, ante semejante misil se ha liado una bien parda en La casa fuerte 2.
Marta llorando, Samira con un ataque de ansiedad, Tom Brusse (27) haciéndose el héroe defendiendo a Marta... y suman y siguen. ¿Que cual ha sido el origen del conflicto? Cuando Marta, cegada por el odio, ha elegido a Samira y Antonio Pavón (38) para que el público los vote y abandonen su zona de residentes y se conviertan en acampados. Algo que ha sentado muy mal a Samira. "El karma vuelve y tú, como eres un poco maléfica, te ha vuelto", le ha soltado Marta a bocajarro. "Te lo llevas a lo personal, y esto es un juego", le ha respondido Samira.
Tras un intenso rifirrafe, en el que Samira ha asegurado que invitó a Marta a Dubái para conocer a un amigo suyo y ha atacado a su familia, Marta se ha puesto como un basilisco: "No voy a entrar en el juego sucio, yo perdí las formas porque ella nombró a mi familia. La familia no se toca. En la vida haría eso, sé por dónde puedo dañarle a Samira. Le digo dos palabras y sale llorando otra vez. Me parece rastrero usar a mi familia, ella no entra en este juego". Y en ese momento, ha salido el tema de la noche: la sucia insinuación sobre Dubái. Marta habla: "Ella me dijo unas cosas que luego no resultaron ser así. Ella me propuso una cosa y luego resultó ser otra".
Y añade: "No sé para qué era ese viaje a Dubái, cada uno puede interpretarlo como quiera. Sí, tengo una ligera sospecha. Yo no le dije nada de su amigo buenorro, como ha dicho. Sí es cierto que como se me planteó todo, pues si tenía un amigo guapo en Dubái... Pero solo dijo la verdad en eso. Lo demás, no era como se me había planteado". Y Samira se defiende: "La insinuación es a veces más dañina que decirlo directamente. Nunca le he planteado nada malo, yo no hago cosas que se puedan malinterpretar. Yo voy a pasar las vacaciones, voy a Dubái como voy a Alicante. Lo que a ella le pase por su cabeza... Yo no le hice ninguna insinuación de nada. No me quiero exaltar por no quedar mal delante del público. Yo me voy de vacaciones donde me dé la gana y cuando me dé la gana".
Toda la razón del mundo, Samira. En esta guerra estoy contigo. Marta Peñate es una señorita que saca el feminismo a desfilar cuando le interesa. Practica a la perfección la teoría del embudo ancho y el embudo estrecho. Es deleznable su actitud. A todo este tinglado se han sumado más concursantes, como Cristini Couto, que como odia a Samira, se ha posicionado del bando de Marta: "Marta puede contar que hay mensajes y pruebas de la negociación de este viaje".
Samira se ha reiterado. No saben los demás que están diciendo una auténtica barbaridad, y que Samira tiene todas las de ganar en un juzgado: "No tengo nada que esconder, no le he escrito ni para que se venda ni para comprarla. No tengo problema ninguno. Has venido a fusilarme sin más. Te enfadaste porque no te conté que venía aquí, a La casa fuerte. Yo no te juzgo para nada". Esta última frase se la ha tomado a la tremenda Marta, quien ha aprovechado para victimizarse sobre su papel en La isla de las tentaciones. Y sí, una vez más ha sacado el tema que más le gusta: ese que dice que estamos en el siglo XXI. Lo repite como un mantra, no sé si a los demás o a sí misma.
Casi convulsionando de dolor y lágrimas, Peñate ha hecho el mejor papel de su vida: "¡Que estamos en el siglo XXI! Que me he acostado con un hombre solo tras La isla, y me tienen que lapidar por eso. ¿Soy una sucia por eso?". Samira, sin entrar en su juego, se ha defendido con su mejor arma: "Me dio un ataque de ansiedad porque yo también tengo familia y tengo hermanos. Pido de verdad que si hay algo que lo enseñe".
Y entremedias Marta ha atacado a Antonio Pavón, y este la ha llamado golfa, para disculparse al segundo, porque, claro, estamos en el siglo XXI: "Ha estado fuera de lugar y ha estado incorrecto. Pido disculpas, me he visto atacado y he sacado los dientes". Y por si esto fuera poco, Tom Brusse ha estallado en lágrimas al escuchar cómo Pavón llamaba golfa a Peñate. ¿Que por qué? Porque, según él, fueron tantos los insultos que recibieron en esa línea a la salida de La isla de las tentaciones... Eso, según él. Mi teoría es que está haciendo el papel de su vida porque sabe que fuera tiene una imagen nefasta. En fin, una noche intensa y, como ven, muy elegante.
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