Cuando ligar se lo dejamos a la tele

Ya casi nadie se acuerda de cuando dejó una notita en la mesa de la biblioteca de la persona que le gustaba con su número de teléfono. Ni de cuando en el metro vio a la mujer o al hombre de sus sueños y sudó ríos hasta conseguir entablar una conversación. Ya no se liga como antes pero se encuentra el amor en todas partes: en el móvil, en el ordenador, en la televisión. Aparatos que están siempre con nosotros son los que nos ayudan en el Siglo XXI a buscar amor más allá de las tradiciones perdidas.

Y como parece que somos tímidos o tenemos problemas para entablar nosotros solos conversaciones con la persona que nos gusta, la televisión se ha encargado durante muchos años de ayudar a los corazones solitarios a no sentirse tan solos.

Esta noche, Antena 3 y Mediaset recuperan la rivalidad de la década de los noventa destinando al prime time los estrenos de dos de sus programas estrella. Uno, que ha desvirtuado la base que le llevó al éxito; y otro que busca meterse en el bolsillo a los tróspidos fieles a Cuatro y que difícilmente conseguirá. Un príncipe para tres princesas se estrena en Cuatro a las 22.30 horas y Casados a primera vista hace lo propio en Antena 3 a la misma hora.

Un príncipe para… consiguió ser una revolución con Corina, la primera princesa. Se acuñó el término tróspido para referirse a los personajes que aparecían. La manera en la que editan los vídeos son ya un género propio. De ello se encarga la productora Eyeworks, también autora de Quién quiere casarse con mi hijo o Adán y Eva.

Pero mucho antes de que Luján Argüelles se erigiera como la ‘Cupido’ televisiva por excelencia, otros tantos lanzaron sus flechas a lo largo de la historia de la televisión para ayudar a hacer subir el índice demográfico en España.

De 1990 hasta hoy

Si el amor fuera persona tendría cara de Isabel Gemio. Ella fue la precursora de Lo que necesitas es amor, cuya sintonía hemos tarareado hasta la saciedad. Luego fue sustituida por Jesús Puente y su mítica Caravana del amor. Hablamos de la década de los 90, un tiempo en el que proliferaron programas para buscar el amor como Vivan los novios, de Andoni Ferreño y Arancha del Sol.

Andoni Ferreño y Natalia Estrada

El adonis Bertín también fue uno de los cupidos de la década. En Contacto con tacto, la versión española de la americana Studs, Osborne ponía a prueba la memoria de los tronistas en base a los recuerdos de una cita previa. "¿Tú eres capaz de saciar el apetito de un hombre?", preguntaba Bertín a una de las pretendientas de la época en el polémico programa.

Hasta Anabel Alonso condujo uno de estos dating shows que publicitaba con el eslogan "te ahorro los pasos previos". De una tacada se esfumaban el gusanillo, las mariposas en el estómago y los nervios previos al primer encuentro. Se llamaba Estoy por ti y gracias a las audiencias no duró mucho. 

Y pasaron los años, cambiamos de siglo, y las dos cadenas siempre enfrentadas vuelven de la Navidad con las flechas afiladas para buscar el amor en forma de share. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre hoy, aquellos que recorrían los platós lo hacían por la convicción de que allí encontrarían el amor o al menos pasar un buen rato en la cama a costa del programa. Ahora, gracias a la proliferación de shows como Mujeres, Hombres y Viceversa (en antena desde 2008), Granjero busca esposa o Adán y Eva, esa búsqueda del amor se ha convertido en el aro por el que pasan todos aquellos que buscan convertirse en famosillo de la temporada.

En la Jungla somos muy fans de los tróspidos, pero no lo llamemos amor cuando en realidad queremos decir famoseo.