La Plaza de España ya no será lo que era. El Ayuntamiento puso en manos de los madrileños su posible cambio a través de una encuesta, que han completado tan sólo 28.249 personas -26.961 de forma válida. Como adelantó este periódico, la participación supone un 1% de la población y es vinculante. El 68,58% de los participantes ha dicho sí al cambio y la gran mayoría -más del 80%- ha pedido un espacio verde y mantener el monumento a Cervantes (otro 68%).
El concejal de transparencia del Consistorio, Pablo Soto, ha asegurado que estos resultados serán "vinculantes" y que los resultados muestran que la gente "sabe decidir" y que no hay que tener miedo a "su participación".
Ahora, se abre un concurso internacional que acogerá los proyectos de remodelación de la plaza que tengan en cuenta lo expresado por estas casi 27.000 personas. Un jurado hará una selección y los madrileños volverán a votar, "en referéndum popular, entre el uno de agosto y el quince de septiembre para decidir el ganador”.
En "octubre o noviembre", el Ayuntamiento tendrá "el proyecto ganador", pero las obras tardarán en llegar porque para esa fecha sólo se contará con las líneas básicas del mismo.
Sin embargo, en ningún momento se ha explicado por qué es necesario este cambio. Desde la web del Ayuntamiento se inducía a la reforma: “Contamos contigo para que decidas rellenando una pequeña encuesta cómo quieres que sea este nuevo espacio en tu ciudad”. No se había decidido si se debía reformar, pero se hablaba de “nuevo” espacio. Las asociaciones vecinales han criticado que no se resolviera la pregunta inicial: “¿qué razones hay para reformar el espacio?”. La respuesta tampoco está entre los documentos aportados por el equipo de Manuela Carmena.
Una plaza verde
El 81,84% de los votantes han pedido que se haga un "uso verde" de la Plaza de España. En una pregunta más amplia, otra vez más del 80% ha asegurado que le gustaría que el lugar fuera "principalmente verde". Los madrileños que rellenaron el cuestionario quieren un espacio de "acceso abierto, de permanencia y ocio, diáfano y principalmente con sombra".
Además, casi un 80% cree que la Plaza de España debería formar parte de "una red verde que llegara desde la Casa de Campo y el Parque del Oeste al centro de la ciudad".
También es previsible que aumenten los árboles en la plaza, ya que así lo han votado los participantes. Esta visión ecologista de la plaza viene refrendada por el 75% de los menos de 30.000 ciudadanos participantes, que consideran que la obra debería realizarse reduciendo al máximo el impacto ambiental, aunque ello suponga un incremento de los costes.
Proceso oscuro
La convocatoria el pasado diciembre por parte de las áreas de Participación ciudadana y Transparencia y de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible incluyó a nueve asociaciones y grupos vecinales. Su cometido era desarrollar el cuestionario del proyecto piloto del protocolo de intervención ciudadana en el futuro. Sin embargo, todas las asociaciones abandonaron el proceso, “hartas” de un “proceso de participación falso”.
Consideraron que al Ayuntamiento sólo le interesa su voz y su voto para legitimar una operación que todavía no ha justificado con ningún informe que confirme la necesidad de invertir más de 43 millones de euros. En ningún momento el Ayuntamiento ha aclarado por qué debe reformarse el espacio. Las asociaciones han definido el protocolo como “ni representativo ni democrático”.