Los errores de restauración han llegado a la Muralla china. La región de Suizhong ha utilizado cemento para arreglar un tramo de este monumento con más de 700 años de antiguedad, según la agencia Sina.
Las reparaciones, que se han realizado bajo las directrices de la Oficina de Conservación Cultural regional, fueron realizadas en 2014 pero se han conocido ahora.
Los tramos, cerca de la frontera entre Liaoning y Hebei, se han convertido en una carretera que no está abierta al público, en un intento por reparar lo que se encontraba en muy mal estado tras haberse caído varios ladrillos y muros.
Las fotos del tramo restaurado han levantado las críticas en todo el país y las redes sociales han estallado contra este ataque artístico: "Por suerte la Venus de Milo no está en China, si no alguien le conseguiría un nuevo brazo", se lamentaba un usuario según recoge la CNN.
El director de la Sociedad de la Gran Muralla de China, Dong Yaohui, ha reconocido que la restauración se ha hecho "muy mal" y "se ha dañado el aspecto original de la Gran muralla, llevándose la historia del pueblo" por delante.
Dong aclaró que es muy importante que el gobierno chino regule y racionalice los esfuerzos de restauración de la Gran Muralla y controle lo que hacen los gobiernos locales para evitar estos desastres.
Las autoridades chinas han abierto una investigación para establecer responsabilidades en los posibles daños causados con este fragmento pavimentado con cemento.
El tramo de la Gran Muralla en cuestión fue construido durante la dinastía Ming (1368-1644) y debido a los problemas de preservación que presentaba se sometió a una restauración entre 2013 y 2014.