“Siempre he creído en las familias numerosas: cada mujer debería tener al menos tres esposos”. Si en algo fue especialista Zsa Zsa Gabor fue en coleccionar maridos, nada menos que nueve. Esta femme fatal rubia e icono del glamour de los años dorados de Hollywood los engatusaba con su despampanante figura, su elegancia y su arrolladora personalidad. Ninguno, excepto el último, el presunto barón alemán Frédéric Prinz von Anhalt, le duró demasiado. Pero a ella no le importó. Todos y cada uno contribuyeron a convertirla en la primera celebrity moderna, una mujer famosa únicamente por ser famosa.
Además de seductora, la Gabor fue una mujer de armas tomar, y 1968 su año más tumultuoso: agredió al botones de un hotel de Londres, fue desalojada de un avión con destino a Mallorca por pagar con un cheque sin fondos y se enfrentó a cargos judiciales acusada de robar más de 3.000 dólares en ropa. Por si fuera poco, aún tuvo tiempo para hacer campaña a favor de Richard Nixon, al que no dudó en calificar como “el presidente más inteligente de todos los tiempos”, y dar una dramática rueda de prensa en la que aseguró que alguien quería asesinarla. Incluso fue capaz de parar un rodaje durante 45 minutos sólo porque se le había roto una uña. Todo en sólo doce meses.
Agredió al botones de un hotel de Londres, fue desalojada de un avión con destino a Mallorca por pagar con un cheque sin fondos y se enfrentó a cargos judiciales acusada de robar más de 3.000 dólares en ropa
Pero su incidente más popular tuvo lugar en 1989, con un policía de tráfico de Los Ángeles como protagonista. Zsa Zsa Gabor pasó tres días en la cárcel de El Segundo por abofetear al oficial Paul Kramer cuando la multó por una maniobra incorrecta. La diva aseguró que simplemente se defendió de un agente que se dirigió a ella de manera obscena. A pesar de ser declarada culpable y condenada a pagar una multa de 13.000 dólares, sacó a relucir su excelente sentido del humor y caricaturizó el incidente en la película Agárralo como puedas 2 ½ y la serie de televisión El Príncipe de Bel Air, además de protagonizar el documental El Pueblo contra Zsa Zsa Gabor.
Más fotos que premios
A lo largo de su carrera, participó en cerca de 40 películas. Aunque algunas tuvieron éxito, como Moulin Rouge (1952), junto a Mel Ferrel, y Sed de Mal (1958), con Orson Welles, la interpretación nunca fue el gran talento de la Gabor. De hecho, la delirante fantasía de ciencia-ficción La reina del espacio Exterior (1958) se convirtió, con el tiempo, en una de sus obras más populares. Con ella entró en el salón de la fama del cine de serie B, algo de lo que presumía con ese tono irónico que tan popular la hizo entre la jet set hollywoodiense. Lo importante siempre fueron los focos y las cámaras de fotos, no los premios.
Con la fama como único leiv motiv, Gabor emigró a Estados Unidos a comienzos de la década de los 40. Cambio su verdadero nombre, Sari, por uno más picante, Zsa Zsa, y acuñó su saludo, “dahlink” –el vocablo inglés darling pronunciado con un exceso de sensualidad–, que se convirtió en su inconfundible sello y una trampa para hombres. Antes de convertirse en un torbellino en la Meca del cine, ya se había proclamado Miss Hungría, en 1936, contraído matrimonio con su primer marido, el diplomático turco Burhan Asaf Belge, y seducido al presidente del país Kemal Ataturk, con quien tuvo una aventura.
Cambió su nombre, Sari, por uno más picante, Zsa Zsa, y acuñó su saludo, “dahlink” –el vocablo inglés darling pronunciado con un exceso de sensualidad–
Ya en Hollywood, persiguió la popularidad y tuvo tanto éxito como con los hombres. En 1942, se casó con el magnate de los hoteles Conrad Hilton, que le triplicaba la edad. El matrimonio con el bisabuelo de Paris y Nikki Hilton fue un auténtico filón para los paparazzi de la época, con una presunta violación incluida, de la que nació su única hija, Francesca Hilton.
Maridos y amantes
Este segundo matrimonio, que duró sólo cinco años, fue una de las experiencias más amargas de Zsa Zsa. Sin embargo, conocida por su agudo ingenio y su predilección por las joyas, la oxigenada rubia que quiso rivalizar con Marilyn Monroe en los 50 recordaba aquella etapa asegurando que nunca había odiado “lo suficiente a un hombre como para devolverle sus diamantes”.
Tras Hilton, Gabor paso por el altar de nuevo con el actor George Sanders, el empresario Herbert Hutner y Josua Cosden. También sucumbieron ante sus encantos Jack Ryan, Michael O’Hara y el mexicano Felipe de Alba. Matrimonios que salteó con un buen número de amantes.
Recordaba aquella etapa asegurando que nunca había odiado “lo suficiente a un hombre como para devolverle sus diamantes”
Alejada ya de las superproducciones de los estudios, la actriz buscó mantener su popularidad con pequeñas apariciones en series de televisión como Mr. Ed, Bonanza o Vacaciones en el Mar. Así hasta que, en 1986, se cruzó en su vida Frederic Prinz von Anhalt, su marido más duradero y el último. En total nueve matrimonios, dos más que la mismísima Elizabeth Taylor. Un récord que la sarcástica actriz consiguió gracias a “tener un magnífico pecho”.
En 2005, con 88 años, consiguió escapar por poco de la muerte. Sobrevivió a un aparatoso accidente de coche que la dejó casi paralítica. Recluida desde entonces en su mansión de Beverly Hills, construida por Howard Hughes y que compró al mismísimo Elvis Presley en 1974, Zsa Zsa Gabor apenas se dejaba ver en público.
El 7 de julio de 2010 se cayó de la cama intentando alcanzar su silla de ruedas y se rompió la cadera. Fue el principio del fin. Tras la intervención para reemplazarle los huesos rotos en la caída, complicaciones en el postoperatorio debilitaron su salud e incluso se llegó a especular con su fallecimiento. Sin embargo, no fue hasta la pasada madrugada cuando su corazón se paró definitivamente, marcando el final de un reality show que ha durado casi 100 años y que llenará por última vez las portadas de revistas del corazón.