El concierto de Enrique Iglesias anoche en Santander despertó críticas furibundas entre muchos de los asistentes, por lo escaso del repertorio, por la mala calidad del sonido y por el retraso respecto a horario previsto, entre otras. El espectáculo, que congregó a 30.000 personas, terminó con una sonora pitada al cantante, que se marchó sin despedirse del público.

"I like it" fue la última canción del repertorio, tras la que Iglesias abandonó las tablas y la luz se hizo en los campos de sport de El Sardinero, con todo el público esperando a otras conocidas canciones del artista.

Pero el cantante no regresó al escenario, lo que desató la indignación entre los miles de seguidores que comenzaron a pitar la ausencia del intérprete.





Algo menos de 90 minutos de actuación



Muchos criticaron su actuación, que duró algo menos de 90 minutos, y en parte del recinto se comenzó a ver a gente levantando sus manos y diciendo: "Manos arriba, esto es un atraco" o "fuera, fuera".

Los minutos pasaban y los responsables de producción comenzaron a desmontar el escenario, mientras la gente se preguntaba cómo Iglesias se había podido ir sin despedirse ni siquiera presentar a su banda.