El IVA del cine bajará del 21 al 10% en los Presupuestos de 2018 según ha anunciado el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo. En declaraciones a Cope ha asegurado que "las cosas en nuestra economía están yendo bien y, por tanto, cumplimos nuestra palabra en un primer momento con los espectáculos en vivo", explica Benzo, para que quien "ahora llega el momento de seguir cumpliendo nuestra palabra con el IVA para el cine".
Ha añadido que "eso se va a cumplir en un plazo muy reducido"."Antes de que termine el 2018 lo veremos. Yo creo que lo veremos en los próximos Presupuestos", ha afirmado. El pasado abril Méndez de Vigo defendió que el IVA siguiese en el 21%, alegando que "por 60 céntimos no cierran 300 salas". En junio, en el Boletín de Presupuestos Generales del Estado para 2017, se publicó la bajada del IVA cultural del 21 al 10 por ciento.
La tasa más alta de Europa
Con la promesa de Fernando Benzo de que quizá a finales de 2018 podría haber una bajada del 21 al 10% en las tasas contra las entradas del cine, la más alta de Europa desde hace cinco años, la industria del cine podría volver a respirar. A pesar de haber negado la existencia del “IVA cultural”, hoy, la mañana después de la noche más larga en el Parlament de Catalunya para aprobar el referéndum, el equipo de Cultura, y no el de Hacienda, anuncia la fecha reclamada por el sector desde hace años.
“No es cierto que la fiscalidad sea tan fuerte como para evitarlo. Mire cómo sube la venta de entradas de cine y la taquilla del cine español, gracias a la recuperación económica”, respondía Montoro ante una pregunta de Alberto Garzón en el Congreso de los Diputados el pasado febrero. Estaba aprovechando el éxito del cine español para justificar una decisión personal, que ha mantenido inquebrantable incluso en el pacto de gobierno con Ciudadanos.
El público regresó a los cines para apoyar a producciones como 'Un monstruo viene a verme', la saga de 'Ocho apellidos vascos' y sorpresas como 'Kiki
El cine español salía a flote. Dejó atrás aquel fatídico día de 2012, en el que Montoro tomó la decisión de sangrar las cuentas a los de la ceja. En 2013 se notó la subida de los precios en taquilla y la industria tocó fondo. A partir de entonces, el público regresó a los cines para apoyar a producciones como Un monstruo viene a verme, la saga de Ocho apellidos vascos y sorpresas como Kiki, que superaron el millón de espectadores. En 2016, por tercer año consecutivo, el cine consiguió superar, con las ruedas empaladas, la barrera de los 100 millones de euros de recaudación.
España vive fuera de Europa con un IVA cultural del cine al 21%. Es el sector más perjudicado de toda Europa, muy lejos del 0% de Noruega y del 5,5% de Francia, pero también del 6,5% de Grecia y del 10% de Italia, dos de los países europeos más castigados por la crisis, que sin embargo han apostado por un impuesto reducido para proteger su industria cultural. El mundo de la cultura ha protestado desde entonces para que se corrigiera una medida que considera mortal, pero desde Hacienda insistieron en mantenerse. Hasta hoy, el día en que Cataluña se desenchufa.