Mauro Entrialgo: "Rafael Hernando sí que ofende a las víctimas, y no Netflix"
"Si eres de centro, dices que eres de izquierdas" / "La función de un humorista no es predicar, no es un cura" / "Ahora se pueden hacer más chistes que en 1975, pero menos que en 1986" / "La campaña de Netflix es perfecta: hacer humor de la tragedia siempre me ha parecido correcto".
23 septiembre, 2017 02:25Cuando uno dice de alguien que es un “dinosaurio”, el resto nos imaginamos a un señor prehistórico, de discurso obsoleto, que un día fue excelso pero hoy sólo es fósil, como una joya machacada por el tiempo, como un periódico del siglo pasado. Pero Mauro Entrialgo (Vitoria, 1965) encarna el antónimo de esta definición con su retrato de reptil terrible de la red. Allá que va el animal verde de fondo rojo a poner los puntos sobre las íes en Twitter con su mirada hilarante y amotinada.
Ahora hace en 140 caracteres lo que lleva haciendo toda la vida en sus cómics, que para eso es uno de los autores más prolíficos y significativos de los últimos veinte años de esta España nuestra: bromear, señalar grietas, cercar lo que le molesta en vez de dejar que el runrún le achante. Una vez visitó la Audiencia Nacional por injurias a la Corona. En otra ocasión rodó una película. También colecciona dispensadores de caramelos PEZ, escribe obras de teatro, ha fundado varias publicaciones y tocado en varios grupos de música: recordaremos siempre el tema dedicado al famoso discurso de Zapatero de "Un acuerdo para follar", entre otras perlas.
Esta charla con él es, sobre todo, una redundancia -o mejor, una aproximación-, porque parte de la publicación de Con los codos pegados al torso (Autsaider División Sesuda), un ejemplar exquisito de vida y milagros (artísticos) de Mauro Entrialgo, ahí entrevistado larga y hondamente por Kike Infame. Alzamos la copa dos veces: por Herminio Bolaxtra, por El Demonio Rojo y por Ángel Sefija. También, cómo no, por la forma de escrutar la vida a través del trazo.
¿Cuánto tiene el humor de ideología?
El humor es una forma de contar cosas y con esa herramienta podemos contar cualquier cosa. Entre esas cosas está la ideología o no. Se pueden contar cosas sin ningún tipo de ideología de forma humorística, lo que se dice humor blanco, o con toda la ideología del mundo.
¿Cómo se diferencia el humor de la apología?
El humor y la apología no son contradictorios, se pueden hacer al mismo tiempo porque la apología es hablar a favor de algo, y con el humor se puede hablar a favor y en contra de las cosas. Al fin y al cabo, insisto, según mi definición personal de humor, es una simple forma de contar cosas, lo que sucede es que esa forma de contar cosas es muy imprecisa, porque requiere que el oyente rellene piezas que faltan en esa forma de comunicación. Y, debido a eso, ideológicamente tiene el problema de que es impreciso. Un mensaje humorístico se puede interpretar de distintas formas, pero al ser entretenido, al producir cierta satisfacción… pues hace que el mensaje se distribuya con más facilidad. Todos retuiteamos antes un mensaje humorístico que uno que no lo sea, porque de algún modo nos alegramos de haber encontrado las piezas que faltaban.
¿Qué relación tiene usted con el humor, con la ideología y con la apología? ¿Cómo aborda su trabajo?
A ver, yo me dedico a esto por tres cosas: para ganarme la vida, porque me gusta y porque puedo contar cosas que me apetece contar. Entre estas cosas hay algunas de carácter político, otras de carácter social y a veces son simplemente chorradas o cosas que se me han ocurrido en relación al consumo… o relacionadas con relaciones personales. ¿Cómo estructuro yo esto para contarlo en una revista o publicación? En base al carácter que tenga la publicación a la que voy dirigido. Si estoy publicando en un dominical para chavales, como estuve haciendo durante un par de años, pues los chistes eran predominantemente de humor blanco. Cuando trabajo para TMEO, el fanzine punki que tenemos en Vitoria, soy más gamberro, más social, y le doy a cosas que tienen mayores problemas para ser publicadas en medios generalistas.
¿Dónde siente que ha tenido absoluta libertad, si es que eso existe?
En TMEO, por ejemplo, puedo publicar lo que me dé la gana, pero el problema que tiene es que no cobramos… pero por eso tenemos hecha una revista con dibujantes, para sacar lo que nos dé la gana. Estás cómodo hasta cierto punto, porque trabajar gratis no es cómodo. El Jueves también es muy cómodo, puedo contar prácticamente todo lo que me apetece.
¿De qué carácter son los límites en El Jueves?
Suelen ser económicos. No es que nada esté prohibido, pero todos sabemos que no puedes hablar de determinadas marcas comerciales que se anuncian en tu medio de comunicación, tienes que generalizar. Pero El Jueves será de los medios más libres que he conocido. Durante mucho tiempo, los casi tres años que estuve en Público, también me dejaron hacer más o menos lo que me dio la gana, pero me mandaron a tomar por saco.
¿Por qué?
Creo que toqué algo que no les hizo gracia, pero nunca he conseguido saber por qué fue. Tengo mis sospechas.
¿El humorista / viñetista tiene cierta responsabilidad social si tiene gran número de adeptos?
La misma que cualquier personaje público. Es tan difícil de seccionar esto actualmente… Uno hace una pequeña declaración y de repente es trending topic y se le empieza a insultar. Hoy en día, con esto de la globalización y la comunicación mundial, es difícil saber hasta qué punto tienes responsabilidad por las cosas que dices, pero tampoco puedes decidir que en vez de un humorista eres un cura, ¿sabes?Es complicado. El problema es que, por muy claras que tengas las cosas, la función de un humorista no es la prédica, no es un cura.
¿Cuáles son los temas más sensibles de tocar en España ahora mismo?
Prácticamente cualquier cosa. Porque no existen los compartimentos estanco que existían antes en comunicación. Antes sólo te leían los lectores de la revista para la que escribías, que pertenecen a un colectivo determinado, pero ahora en cualquier momento puedes ser leído por todo el mundo. Ahora mismo, justo en este momento, si haces un chiste sobre Cataluña desde cualquier punto de vista, vas a recibir insultos, por un lado o por otro. Luego, en general, tradicionalmente los temas más conflictivos son religión, política… que son, por otra parte, los tabúes con los que en realidad los chistes nos hacen más gracia. Cuanta más gracia nos hace un chiste, más jode a otro.
¿Cree que hay cómics que se hacían antes y ahora no se pueden hacer o, si se hacen, serían linchados?
Bueno, hay tramos. Ahora se pueden hacer más chistes que en 1975 pero menos que en 1986. Es difícil de resumir, pero se basa en varios factores, y uno importantísimo es ese que te decía de los compartimentos estanco. Lo que antes hablabas con cuatro amigos de forma privada, ironías sobre cosas que no piensas en realidad, ahora empiezan a ser percibidas como una agresión. Las ironías son difíciles de utilizar en redes sociales.
Hablemos de la historia de la censura de Alter Rollo, en El País. La tira, que se llamaba Evita, las drogas (por “Es nuestra amiga Evita quien traerá las drogas”) hablaba sobre la necesidad de garantizar al ciudadano la calidad que consume mediante la legalización de estas sustancias. No hizo mucha gracia al periódico. ¿Se implantará la legalización?
(Ríe). Qué chiste más chorra y la que se montó por aquella. Ya se están legalizando. Aquí legalizaremos las drogas cuando las legalicen en EEUU, porque copiamos siempre lo que haga el líder mundial, pero allí, poco a poco, de distintas maneras, algunas con referéndum, por cierto (risas) se están legalizando. Se está aprobando la marihuana en ciertos Estados. ¿Y EEUU cuándo legaliza las drogas? Cuando sean ellos mismos los productores número uno, porque cuando económicamente no les venía bien no les apetecía.
Pienso en las viñetas de Súperniña. Eso de “he perdido las bragas”, “Supermán se corre a súpervelocidad”, etc.). Igual hoy serían mal entendidas. ¿Cree que a veces el feminismo pone el ojo y la bala en lugares que no lo merecen?
En mi defensa diré que tenía 17 años cuando dibujé Súperniña (risas). Bueno, a mí no me parece para tanto… con la represión que ha tenido siempre la mujer, que haya ahora una mirada y una repercusión contraria para advertir a al gente de lo que estaba pasando, no me parece mal. Yo personalmente nunca he tenido ningún problema con mis historietas en lo que respecta a temas que resulten agresivos para las mujeres. También es cierto que intento no hacerlo.
En el libro menciona un proyecto antiguo que consistía en imágenes de felaciones a punto de cruz y que quería comparar el papel secundario de la mujer en la sociedad tradicional y su papel (también secundario) en la sociedad digital incipiente. Cuénteme.
Pues mira, ese proyecto hoy en día habría sido muy malinterpretado, habría llegado de forma sesgada, no se habría interpretado bien la intención. Primero consistía en distintas fotografías cogidas de grupos de noticias de aquella época, de porno, de mamadas… las reduje de resolución y píxeles hasta poderlas hacer a punto de cruz, y un grupo de amigas mías las pasaron a esto, a punto de cruz. El arte es como los chistes: si lo explicas, lo frustras, pero la idea era mostrar Cosas de mujeres, que era el nombre de la expo, y hablar de que, a pesar de que la sociedad se suponía que había avanzado, el papel que había adquirido la mujer en la nueva sociedad digital no era tan diferente al que había tenido tradicionalmente en el hogar (que era dedicarse a servir al hombre, sus labores, su casita, su punto de cruz…).
En la era digital, donde se esperaba que lago cambiase, había muy pocas firmas de mujeres. Y en los únicos sitios de Internet donde te las encontrabas… era haciendo mamadas. Eso se hizo en el 97, y es verdad que ahora hay más presencia de la mujer en medios digitales, pero en ese momento era como: “¿dónde están aquí las mujeres?”.
Lo de los Cristos travestidos los llevamos viendo desde Madonna, o quizá antes, pero se siguen utilizando para epatar. Ahora, en una época de presunta liberación sexual, donde ya se han hecho coñas sobre todo lo tradicional (desde el poder del Antiguo Régimen del que emana la derecha a la Iglesia), ¿qué es ser transgresor hoy, cómo se hace?
(Ríe). En el momento en el que alguien no se indigne, la gente dejará de hacerlo. Si sigue indignando, es que es transgresor. Cuando ves un tebeo de Quino, no dices “ah, esto no es transgresor...”, si dices esa frase de algo es porque lo es.
Es una transgresión tradicional, valga el oxímoron.
Tal vez, pero tampoco es la parte más importante de mi trabajo, no es el tema que más me interesa… la transgresión me interesa por las reacciones que causa y en TMEO jugamos mucho a eso. Me hace gracia molestar.
¿Qué es el extremocentrismo?
¿Y por qué me lo preguntas a mí?
Porque es un concepto que está saliendo recurrentemente en el debate social y quiero saber qué entiende usted cuando lo escucha.
A ver, el extremocentrista es una persona de derechas que no se da cuenta de que lo es.
¿Y por qué no se da cuenta?
Por distintas razones. Normalmente porque, aunque todos tendemos a percibirnos en el centro del espectro político, ellos lo sienten todavía más para no reconocer la realidad.
¿Por qué los extremocentristas son de derechas y no de izquierdas?
Suele pasar que, si eres de centro, dices que eres de izquierdas (risas).
¿Qué caras le vienen cuando le digo “extremocentrista”?
(Risas). No me metas ahí…
¿Por qué no? Tampoco es un insulto… ¿no?
Sí es un insulto, porque habla de tu incapacidad de percibir la realidad. Todos nos percibimos distinto a como nos percibe la gente, pero en el caso del “extremocentrista” es excesivo y ha originado todo esto…
El extremocentrismo es perfecto para la promoción, ¿no? Por ejemplo, en el caso de los novelistas.
La identificación con ciertas posturas te puede dar un éxito momentáneo relativo. Pero también produce el cachondeo de unos cuantos.
¿Qué periódico hay que leer y qué programa de televisión hay que ver para pensar bien?
Hay que quitarse de la cabeza lo de que hay que leer un periódico o ver un programa de televisión determinado, porque así no avanzamos a la hora de percibir una realidad. Si nos basamos en pocos medios de comunicación no podemos tener una imagen de la realidad aproximada… ya no te digo correcta. Yo, de todas formas, casi no veo televisión y casi no leo periódicos de papel, supongo que es lo que hacemos todos. Nos informamos saltando de un periódico a otro en internet y leyendo lo que llega a nuestras manos. Está desfasado lo de salir por las mañanas a comprar el periódico y a las nueve ver un telediario concreto.
¿Qué le parece la última campaña de Netflix? La que promociona Fe de etarras, de Cobeaga; la de “yo soy español, español, español”. No sé si sabe que la Fiscalía ha admitido a trámite la denuncia de la asociación de guardias civiles.
¿Qué quieres que te diga? La campaña es perfecta. Es perfecta porque ha conseguido lo que quería, repercusión terrible, y que los jueces quieran darle castigo me parece una barbaridad. Además no van a conseguir nada, porque es una chorrada. Hacer humor de la tragedia siempre me ha parecido correcto e incluso muy interesante en algunas ocasiones. Cualquiera que haya visto la película de Negociador, que es la mejor de Cobeaga, sabe que no hay interés en ofender a ninguna víctima.
¿Cómo cree que está siendo la actuación del Gobierno respecto al conflicto independentista?
Uf… el tema de Cataluña no me apetece… En general, la actuación del Gobierno siempre me parece mal.
¿Cataluña tiene derecho a referéndum?
Sí, tienen derecho a referéndum.
¿En qué condiciones?
(Risas). No me machaques.
He estado antes cotilleándole el Twitter. ¿Por qué cree que Rafael Hernando está tan obsesionado con su propia imagen?
¡No lo sé! Pero me parece fascinante. Ha batido su propio récord. 39 fotos de su propia cara en un mismo día. No había sucedido nunca, no tiene precedente alguno, ¡ni siquiera cuando en los medios hablan de las instagramer de moda…! Y las llaman ególatras. Desafío a cualquiera a que encuentre una instagramer que haya subido 39 fotos de ella misma en un día. Hernando es la mejor.
¿Es la instagramer de la política?
Sí.
¿Es nuestro Dorian Grey?
Eso tiene ya más connotaciones. Existe la posibilidad de que no lleve su propio Twitter, pero no sucede muchas veces... Los políticos ahora quieren presumir de estar cerca de las personas diciendo que llevan su propio Twitter, pero luego, si pasa algo, dicen “yo no lo escribí”. Recordemos ese de Rosa Díez, que fue de las primeras que se metió en redes sociales, y decía que estaba siempre ahí pendiente de la gente… y tuiteó mientras le hacían una entrevista en directo. Se fue de las redes muchos años. Pero Hernando es superior. Da las condolencias a México con cuatro fotos de su cara. Es un poco dramático. Hernando sí que ofende a las víctimas, y no Netflix.