El año que la libertad de expresión salió derrotada
El músico Cesar Strawberry, la estudiante de Historia Cassandra Vera, el rapero Valtonyc y el colectivo La Insurgencia han sido condenados este año a cárcel por delitos como injurias al Rey o enaltecimiento del terrorismo mientras alegaban libertad de expresión y de creación.
23 diciembre, 2017 02:38A España le agobia la libertad de expresión: anda medio hipocondríaca con la enfermedad de la opinión ajena, con el humor de los otros, con sus ironías y sus juegos de palabras. Todo acomete a España, todo la agrede, ya hasta las canciones de los grupos patrios. Anda tan pendiente del oprobio que parece que lo proyecta. En el Estado de la Histeria, 2017 ha sido un año grande para la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo y no han dejado títere con cabeza, como ya advirtió 2016 cuando en febrero un juez metió durante cinco días en la cárcel a dos jóvenes por representar una obra de marionetas en la que se mostraba el cartel "Gora Alka-ETA". Por enaltecimiento al terrorismo.
Decía a este periódico el filósofo Carlos Fernández Liria -que fue guionista de La bola de cristal junto a Santiago Alba Rico- que hoy un programa así sería "imposible de emitir", porque estarían "todos imputados". Él marcaba el 15-M como un hito en el que todo cambió y el Gobierno adquirió nuevas autoridades para reprimir las manifestaciones de las libertades. Para Fernández Liria, el Estado de Derecho está seriamente amenazado debido a actuaciones como la de la Fiscalía, convertida en una herramienta gubernamental sin control. “El bloque bipartidista ha enloquecido porque hay dos actores políticos nuevos”.
Hay un retroceso en los derechos civiles si se compara con los primeros años de este siglo, sostiene Garcés
Tal vez se trate, como apuntaba Joan Garcés -autor de Soberanos e intervenidos (Siglo XXI) y reconocido por sus contribuciones al derecho internacional en la lucha contra la impunidad de las dictaduras- de una reacción dinámica: a más protestas, menos libertades y más represión. "Hay un retroceso en los derechos civiles si se compara con los primeros años de este siglo", sostenía Garcés. "En estos momentos se está reprimiendo en España más que hace cinco años. En este tiempo se han aprobado normas y prácticas que refuerzan la capacidad de la Administración para reprimir. Esta disminución de libertades se debe a la crisis de legitimidad del sistema y al aumento de la protesta social". Aquí los cuatro hits del año en la guerra del Estado contra la libertad de expresión.
César Strawberry
A Strawberry, líder de Def con Dos, le ocurre como a Sísifo: no le dejan escapar a su condena. La Audiencia Nacional absolvió al cantante del delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación de las víctimas del terrorismo que se le imputaba por publicar seis comentarios en Twitter. Comentarios como "A Ortega Lara habría que secuestrarle ahora", "el fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre me hace añorar hasta a los GRAPO" o "Franco, Serrano Suñer, Arias Navarro, Fraga, Blas Piñar... Si no les das lo que a Carrero Blanco, la longevidad se pone siempre de su lado". Ahí la Justicia aclaró que ni humor negro ni la libertad de expresión del creador -ni siquiera su mal gusto- son delitos tipificados en la Constitución española.
Pero en enero de 2017, el Tribunal Supremo contradijo al anterior organismo y dictó sentencia en su contra, condenándolo a un año de cárcel. El TS estimó el recurso de la fiscalía y anuló la absolución porque considera que los mensajes de humillación y burla “alimentan el discurso del odio, legitiman el terrorismo como fórmula de solución de los conflictos sociales y, lo que es más importante, obligan a la víctima al recuerdo de la lacerante vivencia de la amenaza, el secuestro o el asesinato de un familiar cercano”.
César Strawberry expresó a este periódico que "la sentencia del Tribunal Supremo pone en peligro la democracia", y que "con resoluciones como ésta, Tip y Coll estarían hoy en Soto del Real". Señaló la vulneración de la "separación de poderes" y aseguró que "la autocensura es el principio del totalitarismo". El cantante cree que "El Estado lo maneja gente que no ha sido elegida democráticamente" y, lo más preocupante de todo para una sociedad democrática, que "con Franco había más libertad de expresión".
Cassandra
En marzo de 2017, la Audiencia Nacional condenó a un año de prisión a Cassandra, una estudiante de Historia, por los 13 tuits que escribió burlándose del ex jefe del Gobierno durante la última etapa franquista, Luis Carrero Blanco, asesinado por ETA. Los tuits considerados delictivos bromeaban así: "ETA impulsó una política contra los coches oficiales combinada con un programa espacial", "Película: 'A tres metros sobre el cielo'. Producción: ETA films. Director: Argala. Protagonista: Carrero Blanco. Género: Carrera espacial" o "Contigo quiero volar/para poder verte desde el cielo/en busca de lo imposible/que se escapa entre mis dedos" (junto con una imagen del atentado contra el expresidente del Gobierno con Franco).
La sentencia incluye siete años de inhabilitación, lo que retrasaría la intención de la estudiante de Historia de dedicarse a la docencia. Si quiere dar clases en instituciones públicas, requiere del funcionariado. Si se decide por la privada, el hecho de tener antecedentes penales puede dinamitar su proceso de selección. En una entrevista con EL ESPAÑOL, Vera aseguró que "el delito de enaltecimiento del terrorismo es necesario, pero ahora contra el yihadismo": "No se debe enaltecer a ETA, pero ETA está derrotada. No tiene sentido que se hiciera un pacto antiyihadista y ahora el delito de enaltecimiento de terrorismo se esté usando para otra cosa". La chica espera, al menos, que en el Tribunal Supremo "no me traten con transfobia, como sí hicieron en la Audiencia Nacional" cuando se refirieron a ella por su nombre anterior, masculino.
Valtonyc
Al rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, conocido como Valtónyc, lo ha condenado la Audiencia Nacional a nada más y nada menos que a tres años y medio de prisión por los delitos de enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas relacionadas con una de sus canciones, en la que se refería al Rey Juan Carlos. Valtonyc reconoció durante el juicio que compuso el tema musical a petición del líder de Podemos, Pablo Iglesias, para su programa La Tuerka. Letras como “Ni tú ni nadie me hará cambiar de opinión, cabrón, fusilaré al Borbón”, “Mutilaré a De Cospedal” o “España es un disparate, mientras moría gente en el 11-M, Letizia follaba en un yate" han levantado las ampollas de la Justicia.
El rapero explicó, en una entrevista a a este periódico, que "las amenazas son tan exageradas para que no sean tomadas en serio" y que "el arte debe ser provocativo: para hacer canciones de amor ya están Andy y Lucas". Cree que "el movimiento revolucionario cada vez está más desarrollado" y que "el Estado fascista cada vez aplica más represión": "Pero eso siempre ha pasado en la historia", sostiene. "Ahora hay internet, los chavales se enteran de las cosas que pasan, estamos todos al tanto de la Ley Mordaza, hay más quejas... claro, tienen que parar esto de alguna forma, y esa forma es la represión".
Valtonyc lanzó dos preguntas interesanets: "¿Qué van a decir a partir de ahora de las películas de Tarantino? ¿Van a censurar también el cuadro antifascista de Picasso, el Guernica, por ser provocativo?".
La Insurgencia
También los doce chicos del colectivo de rap La Insurgencia han tenido este año problemas con la Justicia por sus letras: han sido condenados a dos años y un día de presión y a pagar una multa de 4.800 euros por un delito de enaltecimiento del terrorismo. No podrán optar a ningún empleo público ni a ayudas del Estado durante 9 años. Ni votar durante el tiempo de condena.
La Audiencia Nacional ha tomado esta decisión por letras como "yo soy un romántico de la lucha armada, chico, te lo explico, revolución o nada", "asaltaremos bancos como Amadeu Casellas", "me haría muy feliz ver cómo atracan un banco, cerca del barranco, pero me sigo sonriendo sobre todo con chistes de Carrero Blanco", "a los del frente Atlético, tres tiros de escopeta", o "feliz, feliz, feliz, cuando ajusticien en la plaza del pueblo a Letizia Ortiz".
Contó a este periódico uno de los miembros del colectivo, Saúl, que su defensa se ha basado no ya en la salvaguarda de la libertad de expresión -"sabemos que tiene límites en determinados casos"-, sino en "la libertad de creación artística": "Lo que hacemos nosotros no es un mitin, no es un argumentario, no es un libro de texto. Son canciones que tienen retórica, rima, metáfora. Se han juzgado nuestras canciones como si estuviésemos en la plaza del pueblo hablando en prosa, pero son versos y se han mostrado descontextualizados", relató.
Subrayó Saúl que el fiscal dijo en el juicio que eran "como yihadistas", pero "que en vez de adorar a Alá, adoramos la lucha sindical y obrera", resopla. "Ese es el nivel. Y no lo dice de broma, no es su trabajo exagerar, es que yo pienso firmemente que los jueces y fiscales piensan eso de nosotros, o al menos nos sentimos así, porque nos tratan como a yihadistas, como a terroristas asesinos que van por ahí matando. Pero nuestras madres, nuestras familias y amigos, nuestros barrios, saben de sobra lo que somos".