Manuela Carmena ha incluido la imagen de la poeta en su postal navideña; como la de la Reina Maga pagana y definitiva. Sus poemas llevan luciendo en las marquesinas de Madrid todo el año, avalados por el Ayuntamiento. Hace cien años que nació, Fuertes, y las editoriales andan temblorosas de recuerdo: Blackie Books ha publicado El libro de Gloria Fuertes con más de 300 poemas, algunos inéditos, 80 fotografías y dibujos y una cuidada investigación sobre su vida a cargo de Jorge de Cascante. Ahí se recoge una oda a su poesía adulta, porque el pecado de España hacia Gloria Fuertes fue infantilizarla no sólo toda su vida, sino toda su posteridad: se le extirpó el sexo para convertirla en un producto para todas las edades, se la encerró en sus cuentos como a una niña grande amable e inofensiva.
Desde esa trinchera núbil, ella peleó su dignidad sin tregua: lo hizo desde aquellas míticas historias -tiernas y ácidas a la vez- editadas por Susaeta: su La pata mete la pata, su Versos fritos, su Un pulpo en un garaje. Sacaba los pies del tiesto como podía. Por ejemplo, con sus Tres Reinas Magas, fábula feminista infantil donde las haya: las tres mujeres se encargan de llevarle al Niño el regalo porque sus maridos están en la guerra y ellas sólo buscan la paz. Sin embargo, Gloria era mucho más que eso: a todos se les olvidó que bebía vino con pasión, que tiraba la ceniza al suelo, que ligaba con las taquilleras del metro cada vez que pensaba en lanzarse a las vías, que a los catorce la pilló la guerra y a los quince se murió su madre, que trabajó de contable y secretaria mientras, en secreto, construía poemitas colosales.
A la senda de su reivindicación adulta inaugurada por Blackie Books se han unido editoriales como Nórdica (Geografía humana y otros poemas, prologada por Luis Antonio de Villena) o Reservoir Books con la antología Me crece la barba
"Trabajo en un periódico / pude ser secretaria del jefe / y sólo soy mujer de la limpieza. / Sé escribir, pero en mi pueblo / no dejan escribir a las mujeres. / Mi vida es sin sustancia, / no hago nada malo. / Vivo pobre. / Duermo en casa", escribió, madura y herida. Decía en otro poema que por la tarde le crecía la barba de tristeza. "La gente no nota nada. / ¡Qué alegre es Gloria!- dicen al paso. / Sólo mi espejo sabe que tengo / pena de Cristo / barba de Cristo resucitado".
Fue niña de la posguerra, Gloria, y ahí la dejaron: la primera vez fue pisó una Universidad fue para dar clases en ella. Ni siquiera hizo gala nunca de su lesbianismo porque temía que los padres de los niños para los que escribía la rechazaran por ello. Gloria Fuertes era una hembra total llena de amargura y de matices, no sólo de canturreos y alegrías. Por eso a la senda de su reivindicación adulta inaugurada por Blackie Books -que también se ha acordado de su poesía infantil con El libro de Gloria Fuertes para niñas y niños- se han unido editoriales como Nórdica (Geografía humana y otros poemas, prologada por Luis Antonio de Villena) o Reservoir Books con la antología Me crece la barba.
¿Y en los colegios?
Le han dedicado exposiciones (ahí la del Centro Cultural Fernando Fernán Gómez organizada desde la fundación de la poeta) e incluso discos de rap: la rapera Eskarnia le ha puesto base a la "poesía desconocida, adulta" de Gloria Fuertes y la ha recuperado como lanza contra el amor romántico, la pobreza y la marginalidad de las escritoras. Recoge todo ese poso en su disco Sola en la sala. Hasta los Reyes se llevaron uno de los ejemplares que rememoraba a Gloria en su visita a la Feria del Libro: ante la ausencia del titular del ministerio de Cultura, Méndez de vigo, fue Fernando Benzo quien obsequió a la reina con Geografía humana y otros poemas.
¿Calan todas estas movilizaciones literarias -desde editoriales, ayuntamientos, sellos discográficos, casas de exposiciones- si no se incluye a la poeta en los planes de estudio?
Pero, ¿calan todas estas movilizaciones literarias -desde editoriales, ayuntamientos, sellos discográficos, casas de exposiciones- si no se incluye a la poeta en los planes de estudio? ¿Es el aplauso de Gloria Fuertes una moda transitoria o una apuesta trascendente? Cuando este periódico acudió a la Feria del Libro 2017 a preguntar a los transeúntes cuánto sabían de la autora, las respuestas fueron pobres, desde el “no sé quién es” al “está muy pasada” pasando por los entrevistados que sólo la recordaban por sus programas de televisión. Sólo una profesora subrayo su nombre, agradecida, y contó que siempre la incluía en los títulos de recomendaciones -infantiles- de sus alumnos. “Es la única manera de acercársela”.
Los profesores la integran, la programación no
En charla con algunos profesores de colegios, cuentan a EL ESPAÑOL que este año han desarrollado diferentes actividades y proyectos para dar a conocer a la poeta, pero siempre por iniciativa propia, porque no aparece como obligatoria en el temario. “Para empezar, apenas se da literatura femenina. En tercero de ESO se da de la Edad Media al Barroco y aparece Santa Teresa de Jesús, y en cuarto, que se estudia desde el Romanticismo hasta el siglo XX, posguerra y algo más, aparecen Rosalía de Castro en el Romanticismo y Pardo Bazán en el Realismo”, cuenta María, profesora del Instituto Iñaki Ochoa de Olza, en Navarra. “En cada centro, los profesores pueden impulsar proyectos como ‘poesía femenina de tal siglo’, o reivindicar un acontecimiento o efeméride, pero la literatura femenina sigue excluida de los planes de estudio”.
En cada centro, los profesores pueden impulsar proyectos como ‘poesía femenina de tal siglo’, o reivindicar un acontecimiento o efeméride, pero la literatura femenina sigue excluida de los planes de estudio
“En el siglo XX y XXI hay más escritoras reconocidas, pero como esas épocas no se ven… no llegan a los alumnos”, relata. “Yo creo que a Gloria Fuertes se le sigue considerando una poeta menor, en el sentido de que se la vincula siempre a literatura infantil. En Primaria leerán algún poema de Gloria Fuertes o se la nombrará como ejemplo cuando estudian figuras literarias, pero no creo que eso sea suficiente para que cale”. María asegura que es complicado llegar a todo: dar todo el temario obligatorio que les corresponde y, además, fomentar iniciativas par dar a conocer a autoras. “El temario es impresionante, y lo que viene en la programación es lo que tienes que hacer. ¿Cómo nos las apañamos para, además de eso, incluir otras cosas que no aparecen en el temario y nos parecen interesantes?”.
María cree que “para hacer leyes y programaciones no cuentan con los profesores”. Mientras tanto, de Juan Ramón Jiménez y Machado tendrá que vivir el niño. Cuando sea hombre, Gloria Fuertes no le sonará ni de pasada.