El PP acaba de aprobar una Comisión de Igualdad en el ámbito de la Cultura, pero Gloria Fuertes sigue sin caerle en gracia. El partido del Gobierno dejó pasar, sin gloria ni pena, el año del centenario del nacimiento de la poeta, 2017, a pesar de sus promesas parlamentarias. Muchos mordieron la excusa de la efeméride para reivindicarla, para recuperar su poesía adulta y su relieve como mujer, no como niña grande e inofensiva: lejos del infantilismo al que se la condenó, Gloria Fuertes bebía vino con pasión, tiraba la ceniza en el suelo, encajaba -estoica- las cornadas de la vida, ligaba con las taquilleras del metro cada vez que pensaba en lanzarse a las vías y escribía para los muertos de amor que continúan yendo a la oficina.
Editoriales, casas de exposiciones y hasta sellos discográficos se volcaron en su homenaje. Se la celebró en las librerías y se la recordó en las calles -aunque se la siguió ignorando en las aulas-. Hasta Manuela Carmena incluyó su imagen en su postal navideña, como la Reina Maga paga y definitiva. También sus poemas lucieron en las marquesinas de Madrid todo el año, avalados por el Ayuntamiento. El PP guardó silencio ante la fiesta a ese espíritu salvaje y tierno, esa hembra que aplaudía al vagabundo y condenaba la guerra, esa autora llana y sensible para escrutar la posguerra española. No la entiende. Le chirría. Rajoy no la ha usado ni para darse un lavado de cara cultural: no ha hecho de ella un Eduardo Mendoza, ni un Fernando Aramburu, ni un Mario Vargas Llosa, ni una Dolores Redondo.
Ciudadanos y PSOE instaron al Gobierno a colaborar y participar en los diferentes actos conmemorativos de Gloria Fuertes: lo aprobaron conjuntamente, y el PP no ha cumplido
No es devoción, tampoco, de Méndez de Vigo. Recuerden ese episodio de la Feria del Libro 2017, en el que, ante la ausencia del titular del ministerio de Cultura, fue Fernando Benzo el único que tuvo un detalle y obsequió a la reina Letizia con Geografía humana y otros poemas (Nórdica). No obstante, y según la iniciativa parlamentaria registrada por Ciudadanos, en abril de 2017 se presentaron dos Proposiciones No de Ley en la Comisión de Cultura. Una por Ciudadanos y otra por el PSOE, en las que se instaba al Gobierno a colaborar y participar en los diferentes actos conmemorativos de Gloria Fuertes. Las proposiciones se debatieron conjuntamente y fueron aprobadas por mayoría tras las “modificaciones pertinentes que se admitieron en el debate”.
El PP no cumple lo pactado
Tras ese debate, se aprobó el texto que sigue: “El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a colaborar con la Fundación Gloria Fuertes, las Comunidades Autónomas y las corporaciones locales, en los programas y las actuaciones previstas para la conmemoración del centenario del nacimiento de Gloria Fuertes, en coherencia con la importancia de su figura para la literatura española. Además, el Congreso de los Diputados insta al Gobierno a: 1. Promover (…) el conocimiento y la lectura de la obra de Gloria Fuertes en escuelas y colegios, incidiendo en las etapas de infantil y primaria, en el curso 2017 / 2018. 2. Otorgar a Gloria Fuertes a título póstumo la condecoración, medalla o galardón oportuno en reconocimiento no sólo de su labor como poeta sino como pionera en la lucha por la igualdad. 3. Honrar la memoria de Gloria Fuertes y su especial relación con la infancia y la juventud otorgando su nombre a alguna biblioteca de contenido literario infantil”.
Hasta ahí lo acordado, pero, ¿dónde está lo cumplido? Ahora Félix Álvarez Palleiro, Marta Rivera de la Cruz y Guillermo Díaz Gómez, diputados de Ciudadanos, han lanzado hasta cinco preguntas al PP ante su ausencia de gestión y solicitan respuesta por escrito: preguntan por el presupuesto destinado a estos actos de conmemoración, por el número de actos celebrados, por qué medidas se han tomado para dar a conocer la obra de Fuertes en colegios. Oigan, y dónde está la medalla, y dónde está el nombre de esa biblioteca.
El PP tendrá que explicar por qué no le interesa la idea de Gloria Fuertes erigida como símbolo de la marginalidad de las escritoras y de lanza contra el amor romántico. ¿Se trata de un choque ideológico? "Trabajo en un periódico / pude ser secretaria del jefe / y sólo soy mujer de la limpieza. / Sé escribir, pero en mi pueblo / no dejan escribir a las mujeres. / Mi vida es sin sustancia, / no hago nada malo. / Vivo pobre. / Duermo en casa", escribía en uno de sus poemas, siempre recordando los obstáculos laborales que ha sufrido históricamente la mujer. En cualquier caso, Fuertes lo tendría claro: “Gracias, amor, por tu imbécil comportamiento / me hiciste saber que no era verdad eso de poesía eres tú / ¡poesía soy yo!”.