En España nos hemos acostumbrado a que la Cultura no le importe a los que gobiernan. Lo demuestran con sus actos, pero también cada año con la partida que le dedican dentro de los Presupuestos Generales del Estado. Aunque griten a los cuatro vientos que la crisis ha acabado, eso no se demuestra en el dinero que dan al sector cultural. En 2018 se repartieron 838 millones de euros, 35 más que el año anterior, o lo que es lo mismo un incremento de un 4,4%, lo que supone el 0,2 del total de los presupuestos.
Lejos queda aquel 2009 en el que se dedicaron 1.226 millones de euros a la Cultura, también lejos quedan otros países que sí que la tienen en consideración. Siempre se pone el ejemplo de Francia como modelo perfecto al que habría que mirar, pero otros sitios como Alemania están dando una lección a Méndez de Vigo. El gobierno recién creado de Ángela Merkel está preparando sus presupuestos para este primer envite de la nueva legislatura, y la ministra de Cultura, Monika Grütters, ya ha anunciado que su área tendrá un aumento de 301 millones de euros este año, lo que pondría la cifra final por encima de los 2.000 millones de euros.
Esta subida es un incremento del 23% a una cifra que ya cumplía las demandas del sector. En Alemania suben la partida dedicada 19 puntos más que en España, y en palabras de la propia ministra, es la prueba de que el gobierno cree en “el valor de la cultura”. Señaló que al aprobar el presupuesto, Alemania enviará "un mensaje fuerte de que la cultura es la base de nuestra sociedad abierta y democrática". Desde que asumió el cargo en 2013, el presupuesto cultural de Alemania ha crecido en un 38%. Aquí, ese año se reducía un 0,7% el dinero dado desde el estado: 716,4 millones de euros.
Estos presupuestos mandan un mensaje fuerte de que la cultura es la base de nuestra sociedad abierta y democrática
Alemania tiene una población de 82 millones de habitantes, por lo que el gasto del gobierno en Cultura por cada ciudadano es de 24,23 euros por ciudadano, en España es de seis euros menos, 18 por cada uno de ellos. Si se aplicara la misma tasa, en nuestro país se deberían invertir desde las instituciones públicas 1.132 millones de euros, 300 más de lo que se prevé dar en los presupuestos pendientes de aprobación.
A pesar de ello en España se saca pecho por los presupuestos culturales. El último en hacerlo ha sido el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, que cree que la cantidad dada es una "necesidad cívica". "La inversión en Cultura es una necesidad cívica que fortalece la cohesión de nuestra sociedad y favorece el potencial creativo de nuestra pujante industria cultural y protege el patrimonio histórico, que es una riqueza común de todos los españoles", ha expresado el ministro antes de pedir el voto a favor para sacar adelante este presupuesto.
Unas cuentas que han encontrado el apoyo de Ciudadanos (y presumiblemente del PNV). Pero que han sufrido la oposición del resto de partidos. Los más duros en la discusión han sido Unidos Podemos, para los que, según su diputada Rosana Pastor, el presupuesto de Cultura "consolida una lógica perniciosa que no saca a la cultura de un ciclo presupuestario negativo".