La académica de la RAE y escritora Soledad Puértolas ha defendido la necesidad de la institución de estar al tanto de los nuevos hallazgos del español, como "finde", "pagafantas", "postureo" o "machirulo", palabras que "entran en nuestra lengua con aire festivo, mientras que las importadas del inglés ("barbarismos") resultan opacas y su música es discordante a veces".
La Comisión de Neologismos de la Real Academia Española (RAE) está en estudiando la introducción de la palabra “machirulo” en el Diccionario. La académica Soledad Puértolas ha declarado que la propuesta se llevó a cabo hace un mes y considera que “llegará a buen puerto”. Soledad Puértolas ha añadido que “tiene una carga irónica que creo que se adecuaba más a una actitud de igualdad entre hombres y mujeres, sustituye la idea de macho alfa que es muy poderosa. ‘Machirulo’ parece una versión más irónica y familiar de la desigualdad entre el hombre y la mujer".
La profesional también ha declarado ante los medios su "optimismo" en cuanto a la incorporación del vocablo. "Yo creo que va a salir adelante como ocurre con las palabras que vienen del español si se utilizan. Yo la he escuchado mucho", ha rematado. Puértolas ha formado parte hoy del debate que la Academia de la Publicidad ha llevado a cabo para reconocer que la globalización y la búsqueda de mensajes de alcance internacional, imponen eslóganes en inglés que, no obstante, dejan fuera a buena parte de la población hispanohablante.
Contra los anglicismos
Para los publicistas es más "cool" ser "influencer", un refresco parece que sabe mejor si es "tasty", el coche supuestamente se vende más con el eslogan "das auto" y nos invitan a hacer deporte sin pensar, "just do it". El mundo de la publicidad está lleno de barbarismos y contra ellos se ha rebelado hoy la Real Academia.
La RAE ha organizado hoy junto a la Academia de la Publicidad una mesa de debate, en la que han participado el director de la Academia, Darío Villanueva, y los académicos Soledad Puértolas y José María Merino, en la que se ha reconocido que la globalización y la búsqueda de mensajes de alcance internacional imponen eslóganes en inglés que, no obstante, se dejan fuera a buena parte de la población hispanohablante.
¿Qué cala más en la gente: 'summer time' o 'ya es primavera en El Corte Inglés'", se ha preguntado el publicitario Félix Muñoz
"¿Qué cala más en la gente: 'summer time' o 'ya es primavera en El Corte Inglés'", se ha preguntado el publicitario Félix Muñoz, quien ha recordado que uno de los grandes mensajes comerciales de Coca Cola, "la chispa de la vida", fue producto de una traducción y sigue en la mente de muchos pese a que se lanzó en 1971 y sólo se utilizó durante ocho años. El sector publicitario ha reconocido que se comunican internamente en una "jerga" en la que dominan los anglicismos -"marketing, briefing, prime time, target, packaging..."- pero ha apelado a la "responsabilidad" en el uso externo del idioma, "la vía de comunicación de las empresas con el cliente, que tiene una enorme influencia".
El valor del español
Muñoz ha recordado que la ciudadanía "incorpora palabras sin esperar a que aparezcan en el diccionario, como wasapear o tuitear", pero ha pedido ser "críticos" y "ayudar a mantener el valor del español", también porque al corazón se llega con la lengua materna y ése es uno de los instrumentos de la publicidad para vender un producto. "A veces está justificado el uso de palabras extranjeras, pero la mayoría no reporta ningún beneficio y degrada nuestro idioma", ha apostillado.
En ello ha coincidido el filólogo y director de Planificación de Arena Media Alfonso González, quien ha recordado eslóganes que han quedado en la memoria colectiva como "póntelo, pónselo" o "si da, no da, frente a una tendencia a "usar el inglés para casi todo porque dicen que suena mejor, especialmente en una profesión que inventaron los ingleses". Ha recordado que los publicistas tienen en la palabra y la imagen sus principales herramientas, por lo que ha reivindicado "el potencial creativo del español" y ha pedido a sus colegas que manejen la lengua "con rigor y responsabilidad".
Los mensajes en inglés llegan antes de que puedan traducirlos: la población adoptó 'selfie' antes de que se tradujera. Es difícil ir contra esta rapidez
González ha reconocido que las grandes empresas españolas son las más cuidadosas con nuestra lengua a la hora de escoger sus campañas publicitarias, por lo que ha pedido a las anunciadoras que "exijan a sus agencias que se dejen de esnobismos idiomáticos" porque para el mercado español nuestro idioma tiene "mayor poder de persuasión que voces extranjeras". Carlos Sanz, director creativo y socio de Darwin Social Noise, ha abogado por hacer un buen uso del lenguaje en la publicidad, pero ha defendido "como recurso creativo" recurrir a extranjerismos, porque a fin de cuentas los publicistas no son "los responsables finales de que el uso del lenguaje sea el adecuado".
"Los mensajes en inglés llegan antes de que puedan traducirlos: la población adoptó 'selfie' antes de que se tradujera. Es difícil ir contra esta rapidez, vamos detrás. Y el castellano se ha creado a lo largo de muchos siglos, tenemos influencias de romanos o árabes y ahora nos ocupa la cultura anglosajona, que no viene con hachas sino con teléfonos móviles y ratones", ha añadido.
El "aire festivo" de las palabras
La académica de la RAE y escritora Soledad Puértolas ha defendido la necesidad de la institución de estar al tanto de los nuevos hallazgos del español, como "finde", "pagafantas", "postureo" o "machirulo", palabras que "entran en nuestra lengua con aire festivo, mientras que las importadas del inglés ("barbarismos") resultan opacas y su música es discordante a veces".
En este punto ha pedido Félix Muñoz la colaboración de los hispanohablantes, que ahora "aplauden que te saltes las reglas del lenguaje porque introducir 'palabros' es moderno. ¿Portavoza? ¡Si la voz es femenino! La sociedad aplaude esas nuevas palabras, que se hable mal, que se maltrate el idioma, y el anunciante se deja llevar". Por ello, y haciendo un homenaje a su padre, el presidente de la Academia de Publicidad, el argentino Pablo Alzugaray, ha exclamado: "¡No seamos 'bolas tristes' (tontos) y hagamos publicidad en español!".