Un grafiti alusivo a la banda de rock estadounidense Kiss aparecida hoy en una de las figuras de piedra de acceso a la Catedral de Santiago de Compostela ha preocupado a las autoridades civiles y religiosas, por el actual momento de la restauración y limpieza del templo cristiano.
El daño a la figura no parece grave y podría ser eliminado en cuestión de horas mediante láser, según el director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, entidad encargada de preservar ese monumento.
Se trata de una pintada en rotulador azul alrededor de los ojos, en la nariz y las mejillas de una escultura románica en mármol labrada en la fachada de la puerta de la plaza de las Platerías y de una inscripción con el mismo color en el pecho de la palabra "Kiss", alusiva a un célebre grupo musical que actuó precisamente en julio pasado en un festival en la localidad lucense de Viveiro.
No obstante, ha suscitado el temor de que pueda repetirse este tipo de actos cuando se lleva a cabo un ambicioso programa de restauración y limpieza de fachadas e interiores con vistas a la celebración del año jacobeo, en 2021.
Las autoridades están revisando las cámaras del entorno de ese enclave del casco histórico de la capital gallega y han pedido la colaboración ciudadana para tratar de identificar y hallar indicios del autor o autores de esas pintadas en la catedral, ante las que estos días de agolpan colas de cientos de visitantes y peregrinos del Camino de Santiago para acceder a su interior.
El alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, ha lamentado ese acto vandálico al resaltar que esta catedral, consagrada hace más de ocho siglos, forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
"Si atacan nuestro patrimonio, nos atacan a todos", ha subrayado el regidor de la capital gallega en un acto acompañado del conselleiro de Cultura de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, y del director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, entidad encargada de preservar ese monumento.
El representante del Gobierno autonómico ha abogado por "aplicar con toda contundencia" las sanciones previstas en la Ley de Patrimonio, que establece multas de 6.000 a 150.000 euros para este tipo de agresiones, al considerar que es un "auténtico atentado cultural".
El citado programa, de un coste de unos 20 millones de euros, de los cuales 17 millones han sido aportados por el Gobierno central y otros 3 millones por la privada Fundación Barrié, ha permitido rehacer las cubiertas, rehabilitar la fachada de la plaza del Obradoiro y recuperar parte de los colores del Pórtico de la Gloria, uno de los principales tesoros románicos de ese templo cristiano, obra del maestro Mateo.