Chiquito de la Calzada, se dan ustedes cuen, era un poeta surrealista, un académico punki del lenguaje, un antropólogo ibérico dispuesto a diseccionar el hambre, el paro, las autonomías y el sexo, todo por la gloria de su madre. Cuando falleció en noviembre de 2017, a Méndez de Vigo, por entonces ministro de Cultura, se le olvidó mostrar sus condolencias -quizá por dejadez o sólo por esnobismo-, y poco después quiso arreglar el entuerto concediéndole póstumamente la Medalla de las Bellas Artes a un hombre brillante al que los honores y las remuneraciones siempre le llegaron tarde. Pero son muchos los que no lo olvidan, los que viven atravesados por su fenómeno, por su ingenio entre cubista y costumbrista, qué cosas. Por eso la Asociación de Humorismo Español (Ashumes) anda preparando una intervención callejera: una estatua de bronce del cómico para homenajearle en alguna plaza menos alegre que él.
“Ya tenemos un boceto de 80 centímetros que ha hecho en plastilina el escultor Ramón Chaparro, que es el autor de figuras de la catedral de la Almudena”, explica a este periódico Toni Antonio, el presidente de la fundación, que trabajó dos años con Chiquito en la COPE con Antonio Herrero. “Es un genio, y lo ha hecho desinteresadamente. Pero para pasarlo a bronce necesitamos ayuda. Desde la asociación, y por la convicción de llevarlo adelante, hicimos un festival en Alcobendas para destinar sus fondos a esta causa. Pero del festival sacas 1.000 euros… la cosa está muy mal. Necesitamos apoyo institucional”.
Cuenta Toni Antonio que la idea surgió “porque hay un pueblo en Lugo, San Pedro de Mor, que no tiene nada que ver con él pero por el tema de ‘Mor’ hicieron la ruta del Chiquito y la gente iba de bar en bar”: “Sacaron provecho. Hasta el alcalde salió en el anuncio de Campofrío de este año. Así que vinieron a Fitur y nos dijeron de hacerlo allí en el pueblo, que ellos ponían la plaza y la ambientaban… pero al final nada, ya sabes, por problemas políticos de derecha e izquierda, y eso que a Chiquito le adoraba todo el mundo”, resopla. “Nos gustaría hacerlo en Málaga, por ser la ciudad natal de Chiquito. Vamos a intentar que nos cedan una plaza y que el ayuntamiento colabore”.
Podría haber costado 100.000 euros
Explica el humorista que la escultura podría llegar a costar entre 80.000 y 100.000 euros, pero que “gracias a la generosidad de Ramón Chaparro, con 35.000-40.000 euros ya lo tenemos, porque él no nos ha cobrado nada”: “El busto primero se hace en silicona, luego en escayola y luego en bronce. Luego sí que necesitaríamos ver cuánto vale el traslado”, comenta.
¿Qué le parece a Toni Antonio que Méndez de Vigo no diese las condolencias por la muerte de Chiquito? ¿Qué pasa si esa dejadez institucional tiene su eco ahora, con la petición de la estatua? “Bueno, pero en su entierro había mucha gente… estaban todos los políticos andaluces. No sabía lo del ministro, pero sería por temas de agenda, como siempre dicen ellos”, guiña. “Es broma. Lo de las medallas póstumas siempre es así, por desgracia. En vida es difícil que te reconozcan”.
Dice Toni Antonio que ellos hicieron una misa en diciembre, y fue el hermano y los tres sobrinos de Chiquito: “Cuando el hermano vio el boceto, se puso a llorar. Es que está hablando. Es la cara de Chiquito, hasta con su pie levantado. No hay que hacerle un monumento, habría que hacerle varios por toda España, porque es el hombre que nos cambió el humor. Era un precursor, una persona entrañable y cariñosa, una figura sobrenatural”.