Darío Villanueva Prieto (Villalba, Lugo, 1950) no volverá a presidir la Real Academia Española (RAE). El director de la Academia de la Lengua ha hecho este anuncio durante el primer pleno de la institución tras el verano, en el que se ha leído la memoria y se ha hecho balance del curso anterior.
Con su renuncia queda abierto el puesto a una nueva elección, que en principio tendrá lugar el próximo jueves 13 de diciembre. A partir de ahora comienza una batalla entre los académicos que integran esta institución para suceder a Villanueva en el cargo.
Se retira porque considera que es el momento de designar a un director con un perfil más experto en gestión, dejando atrás la etapa de los filólogos o expertos en literatura. Asimismo, ha reconocido a los miembros de la RAE que su intención de no renovar como director ha sido una decisión muy meditada.
Villanueva es director de la RAE desde el 10 de diciembre de 2014, institución de la que fue secretario desde 2009. En 2007 fue elegido académico por el sillón D, la vacante que había dejado Alonso Zamora Vicente
El director de la Academia de la Lengua ha hecho este anuncio durante el primer pleno de la institución tras el verano, en el que se ha leído la memoria y se ha hecho balance del curso anterior.
Mal momento para la RAE
A finales de agosto, en una entrevista con Efe, Villanueva reconocía que los recursos de la RAE habían caído en los últimos años debido a cuatro crisis que enumera su director: en primer lugar, la crisis editorial, que ha hecho a la institución resentirse por el descenso de ventas de sus diccionarios y gramáticas. Así ha ocurrido con los malos resultados de las ventas previstas del Diccionario de la RAE cuya 23 edición, editada en 2014 sobre los criterios de la anterior, de 2001, han causado un "agujero considerable".
En segundo lugar, el descenso en un 60 por ciento del Estado a la RAE desde 2008, y que en la actualidad se sitúa en 1,6 millones de euros, casi un 20 por ciento del presupuesto total de la institución, de 7 millones de euros.
A esto se unen el descenso del rendimiento de capital de la Fundación Pro RAE y el efecto de la crisis en los patrocinadores, que han retraído las aportaciones a la cultura, según el actual director de la Real Academia.