Un grupo de arqueólogos ha hallado lo que creen que es el barco hundido e intacto más antiguo jamás encontrado. El navío, perteneciente a la época de la Antigua Grecia, ha sido descubierto en el fondo de Mar Negro, donde se calcula que ha permanecido desde hace más de 2.400 años, y presenta una longitud de 23 metros. A pesar de todos los siglos que lleva bajo el agua, el mástil, los bancos de remo y el timón están enteros.
Los científicos británicos del Black Sea Maritime Archeological Project, que han encontrado la embarcación gracias a un submarino por control remoto, han asegurado que su localización, a unos 80 kilómetros de la costa de Bulgaria, revela cómo de lejos llegaron a internarse los comerciantes griegos en alta mar. La escasez de oxígeno a esas profundidades, explican, es la causa del buen estado del barco.
"Un barco del mundo clásico sobreviviendo intacto es algo que nunca me hubiera imaginado posible", ha asegurado el profesor John Adams, el cabecilla del proyecto. "Este hallazgo va a cambiar nuestro entendimiento de la construcción de barcos y los viajes marítimos del mundo antiguo".
Pero lo que más ha llamado la atención a los investigadores es la similitud que presenta el barco con el pintado en la Siren Vase, un jarrón de vino de la Antigua Grecia en el que se representa un barco parecido al de Ulises en su regreso a Ítaca tras la guerra de Troya. En el recipiente, el héroe homérico aparece atado al mástil para resistir el hechizo de las canciones de las sirenas que hacían enloquecer a los marineros.
El mástil y los bancos de remo del navío hallado en el fondo del Mar Negro guardan gran semejanza con los asientos en los que remaba la tripulación de Ulises, que llevaban las orejas tapadas para que no surtiese efecto en ellos el canto de las sirenas que les atraía desde la isla de Helios. El jarrón expuesto en el British Museu, data del mismo período del que se cree que es el barco.
"Nunca nadie ha sabido con exactitud la precisión de la representación del jarrón de las sirenas y si el artista se lo estaba inventando o dibujó lo que vio", ha señalado John Adams. "Lo que vemos ahora son evidencias arqueológicas que muestran un barco muy cuidadoso con los detalles, incluso hasta la forma de la pala del timón. Quien pintó el jarrón tuvo que estar familiarizado con los barcos".
El profesor de arqueología en la Universidad de Southampton ha afirmado que el navío habría sido usado fundamentalmente para el comercio, pero que los marineros también pudieron haber participado en algunas "pequeñas operaciones de asalto" en las comunidades costeras del Mar Negro.
El nuevo hallazgo se une a los otros navíos -más de 60- encontrados en las profundidades del Mar Negro por el equipo internacional de arqueólogos marítimos, científicos y marineros, que lleva tres años explorando la zona para comprender mejor el impacto de los cambios del nivel del mar. Entre las otras embarcaciones descubiertas se encuentra un navío romano del año 200, otro buque hundido del imperio Bizantino de 1.200 años de antigüedad o un barco italiano de la Edad Media.